Crisis en el PSOE

La gestora del PSOE decide castigar a parte de los diputados del 'no' en una tensa reunión

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Ibon Uría

La comisión gestora del PSOE aprobó este jueves cambios en la dirección de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado, así como en otros cargos de comisiones parlamentarias. El resumen de las decisiones, que se adoptaron en una reunión "extremadamente tensa" según fuentes presentes en el encuentro, es claro: un castigo a parte de los diputados que votaron contra la investidura de Rajoy y a parlamentarios próximos al ex secretario general, Pedro Sánchez. Los cambios se aprobaron con ocho votos a favor y dos en contra –el del riojano Francisco Ocón y el del balear Francesc Antich–.

De la dirección del grupo en el Congreso salen dos miembros: la balear Sofía Hernánz y la catalana Meritxell Batet. Ambas se opusieron a la reelección de Rajoy y eran hasta la fecha secretarias generales adjuntas. En sustitución de la primera entrará Pedro Muñoz, diputado por Ávila. El puesto de Batet se queda vacante por ahora. En palabras del portavoz de la gestora, Mario Jiménez, esa silla está reservada para un diputado del PSC, y se ocupará una vez la comisión bilateral PSOE-PSC que este lunes acordaron crear Javier Fernández y Miquel Iceta determine cuál debe ser la futura relación entre ambos partidos.

También hay cambios en la dirección del grupo en el Senado. Pierde su puesto la asturiana Luisa Carcedo, que fue secretaria de Bienestar Social en la Comisión Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez, y que se mantuvo junto al entonces secretario general cuando los críticos dimitieron en bloque para provocar su caída. A cambio hay dos incorporaciones: Rosa Aldea y Begoña Nasarre. La primera de ellas es senadora por Palencia y la segunda lo es por la provincia de Huesca. Hasta ahora se sentaban en la penúltima y la última fila de escaños de la Cámara alta respectivamente.

Cambios en las comisiones

Las modificaciones aprobadas por la gestora no se limitan a la dirección de los grupos: también afectan a los cargos en las comisiones [ver en PDF]. Pero no hay una regla unánime: hay diputados que votaron no y mantienen sus puestos, hay otros díscolos que sí reciben castigo y, finalmente, hay parlamentarios que acataron la orden de abstenerse y que, pese a ello, salen perjudicados. Jiménez sostuvo que se aplicaron dos criterios en la toma de decisiones: la "capacidad" de los diputados y la "confianza" que en ellos tiene la dirección. El portavoz de la gestora no quiso, a preguntas de los periodistas, comentar los casos uno a uno.

En cuanto a las portavocías de las comisiones parlamentarias que ostentaban diputados que votaron contra Rajoy, los cambiosafectan a la diputada por Zaragoza Susana Sumelzo, hasta ahora portavoz en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo y que pasa a ser portavoz adjunta de Vivienda. También votaron no la independiente Margarita Robles –que mantiene la presidencia de la comisión de Justicia–y tres diputados del PSC que mantienen igualmente sus cargos: Joan Ruiz –portavoz en la comisión de discapacidad–, Mercè Perea –en la del Pacto de Toledo– y Manuel Cruz –en la de Educación y Deporte–.

En un escalafón inferior, otras dos diputadas díscolas –Zaida Cantera y Rocío de Frutos–, hasta ahora portavoces adjuntas en las comisiones de Defensa y Empleo respectivamente, también son relevadas de sus cargos. Ambas están muy vinculadas a Pedro Sánchez: la primera fue uno de sus fichajes para la lista por Madrid, y la segunda fue impuesta por Ferraz en la lista por Ourense, territorio cuyo comité provincial había propuesto para ese puesto a Laura Seara, que es ahora coordinadora del área de organización de la gestora. Odón Elorza, que era portavoz adjunto en la comisión de Hacienda y votó no, también pierde ese cargo.

Finalmente, la diputada asturiana Adriana Lastra –que se abstuvo en la investidura– pierde la portavocía en la comisión de Hacienda y pasa a ser portavoz adjunta en la de Defensa. En esa misma comisión, el hasta ahora portavoz, Pedro Muñoz, que pasa a formar parte de la dirección del grupo, deja su puesto a Ricardo Cortés, miembro de la gestora.

Ferraz aprobó estos relevos 24 horas después de que este miércoles el PSOE modificara su propuesta de nombramientos para la Comisión Mixta para la Unión Europea. Inicialmente estaba previsto que la Presidencia recayera en José Zaragoza, diputado del PSC, y la portavocía en el balear Pere Joan Pons. Ambos votaron contra Rajoy y a última hora fueron reemplazados por Soraya Rodríguez y Eduardo Madina. Pues bien, este jueves la gestora otorgó al catalán Zaragoza la vicepresidencia de la comisión de Asuntos Exteriores. Reemplazará en ese asiento a Madina. Meritxell Batet, por su parte, será el recambio de Soraya Rodríguez en la vicepresidencia de la comisión constitucional.

Comisión PSC-PSOE

Minutos después de conocer los cambios, la diputada del PSC Meritxell Batet, que es además la coordinadora de los parlamentarios catalanes, afirmó en declaraciones a los medios que "respeta y acepta" las decisiones de la gestora, pero que habría "preferido" que "no se hubieran producido". Batet agregó que confío en que PSOE y PSC sigan trabajando juntos y que, como coordinadora, trabajará para que la relación sea lo más "fluida" posible. La diputada expresó su confianza en que todos los socialistas puedan seguir trabajando "juntos" en un "proyecto común" y se felicitó por la constitución de la comisión bilateral entre ambos partidos.

Aunque el método de trabajo de ese órgano no está aún definido, la gestora sí aprobó este jueves su composición. Según detalló Jiménez, habrá tres miembros en representación de la dirección de Ferraz y otros tres por parte del PSC. Los del PSOE son el propio Mario Jiménez, Elena Valenciano –eurodiputada y ex vicesecretaria general con Rubalcaba– y Francisco Fuentes –veterano político extremeño y senador hasta 2015–. Por parte de los socialistas catalanes estarán Meritxell Batet, Salvador Illa –secretario de Organización del PSC– y Antonio Balmón –alcalde de Cornellá y secretario de Acción Política–.

Una reunión tensa

Según fuentes de la minoría crítica, la reunión fue "extremadamente desagradable" y "tensa". El encuentro comenzó con media hora de retraso. Los últimos en llegar fueron Mario Jiménez y el presidente del órgano, Javier Fernández, que fue el primero en tomar la palabra. Fernández, siempre según estas fuentes, reprochó a Francesc Antich haberse pronunciado a favor de la convocatoria de un Congreso, y tachó su comportamiento de "lamentable". Y al riojano Francisco Ocón, activo en las redes sociales estas semanas, le acusó de tener una "actitud miserable". "No pensaba que iba a ser tan insultante", comenta una fuente.

Después habló el portavoz de la dirección provisional. Según la minoría crítica de la gestora, Jiménez leyó la propuesta para las direcciones de los grupos y las comisiones en Congreso y Senado, y calificó dicha propuesta de "extremadamente generosa". De acuerdo con las fuentes consultadas por infoLibre, "no hubo debate". "Ni siquiera entregaron una copia con los nombramientos", detalla una de estas fuentes. Ocón y Antich rechazaron que la gestora hiciera cambios, toda vez que entienden que no tiene las competencias de una "dirección política". Estos dos miembros fueron quienes pidieron votar. El resultado fue de ocho a dos.

La minoría crítica de la gestora asegura que el encuentro fue en todo momento "muy desagradable", y que tras abordar la cuestión de los nombramientos, se abordó la cuestión de la relación con el PSC. Fuentes de la reunión consultadas por este diario señalan que se discutió sobre el "concepto de nación" aplicado a Cataluña y que Javier Fernández se mostró dispuesto a aprobar cambios en el protocolo de unidad del PSOE y el PSC en un Comité Federal, es decir, sin pasar por un Congreso Federal del partido. La próxima reunión del comité, así como de la gestora, no tiene fecha fijada por ahora.

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Las multas a los díscolos

Se esperaba que este jueves la comisión gestora también abordara otro tema: las sanciones que se aplicarán a los 15 diputados que hicieron caso omiso al Comité Federal y votaron contra Rajoy. Según Mario Jiménez, la dirección provisional no trató el tema, que queda por ahora en el ámbito del grupo parlamentario, que previsiblemente les impondrá sendas sanciones de 600 euros a cada uno.

Fuentes de la minoría crítica de la gestora, en cambio, detallaron que los expedientes abiertos por el partido a esos parlamentarios siguen abiertos, en lo que interpretan como una advertencia de la dirección de Ferraz a estos diputados para que no se excedan en sus declaraciones ante los medios o desacaten nuevamente una orden, "porque entonces la cosa podría ir a más". Preguntado directamente por si la gestora se plantea elevar al Comité Federal expedientes sancionadores contra estos diputados –que podrían acarrear incluso la expulsión del grupo o del partido en algunos casos–, Mario Jiménez replicó que "esa posibilidad no está planteada".

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