Tribunales

La Audiencia Nacional juzga una estafa a más de 1.600 familias con apartamentos turísticos de multipropiedad

Imagen de la costa desde la terraza de un apartamento.

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional juzgará a partir de este lunes a los presuntos responsables de una macroestafa sufrida por más de 1.600 familias que adquirieron derechos en viviendas turísticas en régimen de multipropiedad, sin que al final se les prestaran los servicios contratados, según la denuncia interpuesta por la Asociación de Consumidores Afectados por Mundo Mágico (Acama), encabezada por el abogado Damián Vázquez Jiménez.

La Fiscalía considera que los hechos pueden constituir un delito continuado de estafa, razón por la que apoyó el procesamiento de los presuntos autores del delito, y que se sentarán en el banquillo de los acusados este lunes 30 de enero. En el juicio también declararán, en este caso como testigos, 60 afectados por la actuación delictiva de los acusados. 

Los procesados por la presunta estafa, que supera los seis millones de euros, son los empresarios Antonio González Moral y Paul Alexander Van Zijll. La Audiencia Nacional también deberá decidir si condena como responsable civil subsidiario a tres entidades financieras, con las que los clientes formalizaron créditos para realizar la inversión. La mayoría se canalizaron a través del BBVA, aunque también se firmaron cantidades menores con Bankia (Caja Madrid) y Banco Santander.

Préstamos bancarios

Según los afectados, que reclaman sendas penas de ocho años de cárcel para los dos procesados, las entidades bancarias "conocían el sistema de venta de los acusados y colaboraron para conseguir un beneficio económico no sólo para Mundo Mágico Tour SA, el resto de empresas vinculadas y los acusados, sino para las propias entidades bancarias, que conseguían pingües beneficios con los intereses y comisiones de los prestamos, apertura de cuentas, colocación de otros productos, seguros, etc".

Ni BBVA ni Santander han querido hacer ningún comentario sobre este procedimiento, que se remonta a 2003, cuando se denunciaron los hechos. Por su parte, un portavoz de Bankia ha asegurado que los créditos vinculados a la compañía Mundo Mágico únicamente alcanzaron los 77.000 euros en el caso de la antigua Caja Madrid, y que han llegado a acuerdos con la mayor parte de sus clientes.

El instructor del caso Mundo Mágico, el titular del Juzgado Central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, explica que el procesado Antonio González Moral creó en 1998 la empresa "aparentando una solvencia patrimonial y una capacidad para cumplir sus compromisos vacacionales inexistente, y alardeando de acuerdos con firmas de reconocido prestigio, conseguían inducir a error o a conseguir la voluntad de las personas, que firmaban contratos que llevaban aparejada la obligación de pagos mediante la firma de contratos de préstamo, cuyo importe iba de inmediato e íntegramente a los imputados".

Según la asociación de afectados, la empresa Mundo Mágico obligaba a sus clientes a formalizar "en un tiempo récord contratos de préstamo con entidades financieras como BBVA, Banco Santander y Caja Madrid (Bankia)".

Los primeros contratos que realizaron los procesados ofertaban la compra en régimen de multipropiedad de semanas de vacaciones: "Dichas semanas en realidad no existían, bien porque no era real el complejo de apartamentos, bien porque no se habían comprado los inmuebles sobre los que más tarde realizar su división en propiedad compartida. Fundamentalmente, esto sucedió con la venta de apartamentos de multipropiedad en los complejos turísticos llamados Mar y Golf, Benalbeach, Hotel Apartamento Esmeralda o Esmeralda Beach Club, bien en su propio nombre bien, haciendo de supuesto intermediario de otra sociedad manejada por los acusados, Espinaquer 2000, bien utilizando esta última de manera directa", especifica el juez De la Mata.

"Un señuelo que nunca cobraban"

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Con el paso del tiempo, los procesados optaron por comercializar un club de vacaciones: "Estos contratos garantizaban al cliente y a tres personas más el disfrute en plazos de entre 5 a 20 años de tres semanas de alojamientos anuales en diferentes establecimientos hoteleros. A cambio de dichos servicios, los perjudicados debían satisfacer el precio de la cuota de afiliación al programa de vacaciones, cuyo precio oscilaba entre los 3.005 y los 12.000 euros, incluyendo descuentos promocionales que se ofertaban como parte de la maniobra engañosa y que únicamente se pagaban en ocasiones a clientes más antiguos con el dinero de nuevos clientes a los que se ofrecía tal señuelo y que nunca cobraban", relata el magistrado.

"Todo el importe era transferido", según el juez, "a cuentas corrientes de dichas empresas de Mundo Mágico. Además, los clientes debían abonar cantidades cuyo precio medio oscilaba entre los 120 y los 408 euros por cada semana disfrutada", indica el auto, que completa: "El servicio que ofertaban no era algo real, en cuanto que no estaba respaldado por inmueble alguno y era de imposible cumplimiento, hecho éste del que eran plenamente conscientes los imputados".

El procesado Antonio González Moral utilizó otras sociedades "para simular las gestiones de venta y cobrar por ella; incluso, para optimizar el beneficio, se hacían ofertas de reventa por varias sociedades o nombres comerciales a la vez, a sabiendas de que ninguna de ellas realizaba trabajo alguno para ello, sin otra finalidad que seguir obteniendo dinero de sus víctimas", sostiene el auto. Las sociedades eran Realsa España, Terra Mítica, Costa Temática, BC Reventas y Gestión o Bayo Pizo.

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