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Los sectores enfrentados en Podemos ven "casi imposible" una lista única para Vistalegre II pese a los acuerdos de última hora

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, tras su acalorada discusión de este martes durante el pleno del Congreso.

Se veía venir desde hace semanas, las corrientes eran pesimistas al respecto y, a escasas horas de que termine el plazo, parece prácticamente descartado que los sectores encabezados por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el secretario de Política, Íñigo Errejón, alcancen un acuerdo para concurrir conjuntamente al congreso que se celebrará los días 11 y 12 de febrero. Así lo admiten fuentes de todas las familias consultadas por infoLibre, que afirman que las dos principales corrientes están ya pensando en la campaña previa a Vistalegre II. Los tres principales sectores, no obstante, alcanzaron a última hora del martes un pacto de mínimos para desbloquear dos de los asuntos técnicos más espinosos: el método de elección de la Comisión de Garantías del partido y el orden en el que se votará a los nuevos órganos de la formación.

Pese a que las diferencias estratégicas entre los sectores comenzaron hace unos meses, conforme se acercaba Vistalegre II las distancias, lejos de achicarse, se han agrandado. Desde el inicio del proceso, tanto Iglesias como Errejón –especialmente el primero– apelaron públicamente a buscar el acuerdo para presentar un proyecto y una lista conjunta en el congreso, pero la reunión que mantuvieron las corrientes la semana pasada no supuso ningún avance al respecto y las conversaciones informales entre dirigentes de una y otra familia en los últimos días tampoco han fructificado.

Si el pacto estaba ya complicado, en la tarde del lunes se dificultó aún más a raíz de la decisión que tomó la Comisión de Garantías del partido con respecto al método que se seguirá en Vistalegre II para renovar a sus propios integrantes. A diferencia de lo que ocurre con el resto de órganos de dirección, la consulta que se realizó el pasado diciembre no concretó el método de elección de la Comisión de Garantías, por lo que pablistas, errejonistas y anticapitalistas negociaban desde hace días a este respecto. Pero las conversaciones en el equipo técnico que prepara el congreso –que toma las decisiones por unanimidad– encallaron el lunes y el secretario de Organización de Podemos, el pablista Pablo Echenique, llevó el asunto a la propia Comisión –a la que Errejón y los suyos acusan de parcialidad– para que decidiera al respecto, lo que no gustó nada a los errejonistas.

Echenique anunció el lunes por la noche que el sector del secretario general aceptaba dos de las principales exigencias de Errejón para la Comisión de Garantías: no presentar listas en bloque, sino candidaturas individuales no ligadas a un proyecto, y no presentar candidatos que ya ocupen otro cargo dentro de Podemos.  El principal punto de disenso al respecto entre las dos corrientes se encontraba en el régimen de incompatibilidades que debe seguir esta Comisión, y especialmente en una medida defendida por Errejón y los anticapitalistas: la prohibición de que los cargos públicos pertenezcan a la Comisión de Garantías.

La medida, entre otras consecuencias, fijaría por estatutos que su presidenta, Gloria Elizo –muy cercana a Iglesias y muy criticada por los errejonistas–, no pudiera repetir en el órgano, dado que es vicepresidenta cuarta del Congreso de los Diputados. Iglesias y los suyos no estaban de acuerdo con este extremo y apostaban por que esta prohibición afecte a la mitad de los miembros del órgano, ya que, sostienen, extenderla a todo el comité lo convertiría en un ente "desligado y alejado" del partido, así como de las cuestiones institucionales.

Finalmente, en torno a las 22.00 del martes, el equipo técnico alcanzó un acuerdo de mínimos sobre la cuestión a raíz de una propuesta presentada por los anticapitalistas. Este pacto, según confirmaron fuentes de los tres sectores a este diario, acepta que –tal y como decidió la Comisión de Garantías el lunes– el método de elección sea el utilizado en el anterior congreso, pero con dos matices. En primer lugar, los electores únicamente podrán marcar cinco nombres en la papeleta –el órgano tiene diez puestos– para evitar que una sola corriente acapare todo el comité, toda vez que las corrientes se han comprometido a no presentar listas y únicamente hacer concurrir a candidatos individualmente.

Con respecto a las incompatibilidades, el tema más espinoso, el acuerdo estipula que se aplicará a la nueva Comisión de Garantías el régimen de incompatibilidades que establezca la propuesta organizativa que gane el congreso. Es decir: si los documentos de Errejón son los más votados, los cargos públicos no podrán ser miembros de la Comisión, mientras que si triunfa la propuesta de Iglesias, no se aplicará esta restricción.

El orden de las votaciones

El segundo gran escollo a nivel técnico, el orden en el que se votarán los órganos de dirección del partido, también fue superado en el pacto que se firmó a última hora de la noche del martes. La votación, a la que están convocados todos los inscritos en la página web de Podemos hasta el pasado 4 de enero, tendrá lugar entre los días 4 y 11 de febrero, y en ella se escogerá tanto al nuevo secretario general –Iglesias repetirá en el puesto salvo cataclismo– como a los integrantes del Consejo Ciudadano (el máximo órgano entre congresos de Podemos) y a los miembros de la nueva Comisión de Garantías.

Pero hasta última hora no hubo acuerdo entre pablistas y errejonistas sobre el orden en el que los votantes tienen que escoger su opción para estos órganos. Iglesias abogaba por que la aplicación informática que se utilizará para votar muestre primero la pantalla para elegir a los miembros del Consejo Ciudadano y, posteriormente, la pantalla relativa a la elección del secretario general. Los errejonistas, por el contrario, apostaban por el orden inverso, y argumentaban que posicionar en primer lugar la urna para elegir el Consejo Ciudadano podría confundir a los votantes, que podrían optar por escoger la papeleta de Iglesias ante la duda de si tendrán la posibilidad de optar por él como secretario general en otra pantalla del proceso.

Finalmente, los errejonistas tuvieron que ceder y la que se impuso fue la propuesta de Iglesias. Tal y como confirmaron fuentes de la dirección de Podemos a este diario, los votantes escogerán primero los documentos, en segundo lugar elegirán a sus candidatos favoritos para el Consejo Ciudadano, tendrán una tercera pantalla para elegir al secretario general y, por último, escogerán un máximo de cinco candidatos para la Comisión de Garantías.

Salvo "milagro", habrá dos listas

No obstante, este acuerdo de última hora sobre cuestiones técnicas no implica un acercamiento a nivel político. Pese al pacto, el ambiente está enrarecido por el cruce de reproches entre sectores: este martes, la portavoz del ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, muy cercana a Errejón, acusó a Echenique de haber dado un "golpe burocrático" por su decisión de acudir a la Comisión de Garantías, mientras Iglesias respondió horas más tarde asegurando que es momento de "mostrar "altura y responsabilidad" y sostuvo que piensa "trabajar para que nadie convierta a Podemos en un partido como el PSOE". La bronca, incluso, llegó al Congreso, ya que Iglesias y Errejón mantuvieron una discusión pública en sus escaños.

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Vista la situación, todas las fuentes consultadas coinciden en afirmar que, salvo sorpresa mayúscula, no habrá lista ni proyecto unitarios en Vistalegre II. "A no ser que haya un milagro, el pacto es imposible", sostiene gráficamente un dirigente anticapitalista. Por su parte, pablistas y errejonistas se culpan mutuamente: un dirigente próximo a Iglesias dice sentirse "resignado" y critica que Errejón haya lanzado ya una página web para promocionar su imagen –"esto ya no son pistas", denuncia–, mientras el propio número dos acusó este martes a los pablistas de falta de "compromiso" para alcanzar un acuerdo a causa de los últimos movimientos con respecto a la Comisión de Garantías, una cuestión "no menor".

El cuarto grupo en discordia, el liderado por la secretaria de Análisis, Carolina Bescansa, es igual de pesimista: fuentes de su equipo critican que "no hay voluntad de acuerdo por ninguna de las dos partes" y sostienen que la idea de Iglesias y Errejón es comprobar el peso de sus respectivas corrientes en Vistalegre II para "negociar posteriormente". A lo único que no se atreven a cerrar la puerta las fuentes consultadas es a que los diferentes sectores terminen alcanzando pactos en cuestiones concretas. "En documentos políticos o de igualdad sí que se está sacando alguna cosa adelante, aunque son generalidades y ambigüedades, nada que comprometa verdaderamente cada hoja de ruta", explica un dirigente errejonista.

Por de pronto, las dos principales corrientes se encuentran ya pensando en la campaña previa a Vistalegre II. Además de la web lanzada el lunes, el equipo del Errejón ha convocado un acto público en Madrid para el próximo sábado en el que el propio número dos responderá preguntas de los asistentes, y tanto los errejonistas como la candidatura de Iglesias han abierto vías de financiación separadas: el número dos ha iniciado un crowdfunding, mientras Iglesias ha abierto una cuenta bancaria para recibir ingresos de sus simpatizantes.

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