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Corrupción

La confesión de los empresarios de Valencia y la citación para declarar el lunes en el juicio de 'Gürtel' nublan el congreso del PP

La exministra Ana Mato.

Dos decisiones de largo alcance y ambas relacionadas con la investigación sobre la trama Gürtel han reintroducido de un plumazo la sombra de la corrupción en el escenario del PP, que ve cómo su congreso del fin de semana quedará literalmente emparedado entre dos hitos indeseables para su estrategia: la confesión de los empresarios valencianos acusados de haber financiado ilegalmente al PP en 2007 y 2008 y la citación del "representante legal" del PP así como de Ana Mato para que, en el juicio de Gürtel que ya celebra la Audiencia Nacional, declaren como beneficiarios económicos directos de los manejos de la trama corrupta. 

Entre los actos que, según el auto de apertura de juicio de la pieza valenciana, fueron abonados por el PP "fuera del circuito legal" figura la fiesta del congreso que, celebrado en la ciudad del Turia, reeligió a Mariano Rajoy presidente del partido el 21 de junio de 2008.

Será hoy viernes cuando, salvo viraje de última hora, seis empresarios valencianos que el 10 de marzo deben sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional en el segundo juicio del caso Gürtel se sumen a otros tres arrepentidos y firmen sendas confesiones anticipadas de que financiaron al PP en las elecciones municipales y autonómicas de 2007 y en las generales de 2008.  Uno de los que tiene previsto firmar el reconocimiento de los delitos atribuidos -electoral y falsedad en documento- es Vicente Cotino, sobrino del que fue vicepresidente de la Generalitat valenciana, Juan Cotino. La noticia fue adelantada ayer por elplural.com

Para el juicio de la pieza valenciana está citada como testigo la tesorera del PP, Carmen Navarro. Investigada en otro de los casos de la constelación Gürtel, el del borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas, Navarrio intenta zafarse de esa declaración y acaba de pedirle al tribunal que la exima de comparecer. Quien ha pedido su declaración es nada menos que Ricardo Costa, antiguo número dos del PP valenciano y ahora en la nómina de acusados. Fuentes conocedoras del caso aseguran que Costa parece dispuesto a "señalar hacia arriba", sobre todo si los nueve empresarios acusados sellan su reconocimiento de culpa antes de que comience la vista.

Sin 'tregua congresual'

La prevista confesión de los empresarios asesta un auténtico mazazo al PP justo cuando parecía haberse asegurado una tregua congresual gracias a la demora del juez José de la Mata en pronunciarse sobre la reapertura de las investigaciones solicitada por Anticorrupción para una tercera pieza de Gürtel: la ya célebre sobre la caja b o de los papeles de Bárcenas.

Pero al hito de la confesión, marcado en el calendario para hoy viernes, le seguirá otro también difícil el próximo lunes. Para ese día, y a instancias de la acusación que ejerce la asociación de abogados Adade, el tribunal que ya juzga la primera pieza del caso Gürtel ha ordenado que el PP declare en calidad de beneficiario económico de los manejos de la trama corrupta. Y que lo haga a través de su "representante legal", cuyo nombre se ha negado a desvelar el partido. Ese día, también la exministra de Sanidad, Ana Mato, comparecerá en idénticas condiciones. Como precisó el presidente de la sala, Ángel Hurtado, este jueves, las comparecencias han sido acordadas "por mayoría", no por unanimidad de los tres miembros del tribunal.

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Los llamados partícipes de un delito a título lucrativo están exentos de responsabilidad penal. Pero no civil: en caso de condena, el PP tendría que pagar 245.000 euros, que es la cifra de la que, según Anticorrupción, se benefició gracias a actividades supuestamente ilegales del grupo de Francisco Correa.

Tanto al PP, que se ha negado a desvelar a quién enviará el lunes como representante legal -será un abogado, se limitan a confirmar sus portavoces- como Mato les asiste el derecho legal a no responder las preguntas del interrogatorio. Pero, después de que el partido pidiera en octubre al inicio de la vista la nulidad del caso, optar por esa vía ofrecería una imagen muy diferente a la que la formación conservadora ha buscado en los últimos tiempos con su discurso de que "quien la hace la paga" y de que no tiene nada que ocultar.

 

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