Cambio climático

El Gobierno aplica la 'ley mordaza' a Greenpeace: hasta 30.000 euros por dejarse arrastrar por la policía

Acción de protesta de Greenpeace en Madrid.

La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este jueves que la Policía ha notificado sanciones a los 28 activistas que por la mañana han llevado a cabo una acción de protesta en la sede de la compañía eléctrica Endesa, en Madrid. El grupo ecologista ha señalado en un comunicado que la Policía Nacional les ha informado de que la acción supone una infracción contra el artículo 36, apartado 6, de la Ley de Seguridad Ciudadana, la ley mordaza, que conlleva multas de entre 600 y 30.000 euros.

Según explica a infoLibre el responsable de comunicación de la ONG, Conrado García, en Madrid los activistas se introdujeron en terreno privado de la compañía y los agentes les instaron a salir a la vía pública. Realizaron un  ejercicio de resistencia pasiva ante la orden de la policíaresistencia pasiva: muchos salieron por su propio pie, pero a otros muchos "se los llevaron arrastrados", explica García. El apartado seis del artículo 36 de la ley mordaza establece como infracciones graves la resistencia a la autoridad y la negativa a ser identificado, y puesto que no hubo problemas al ser identificados, Greenpeace entiende que se les sanciona por el primer supuesto. 

"No pasó absolutamente nada", insisten desde la organización. "Según se ve en los vídeos, las acciones fueron prácticamente iguales" en Madrid, Bilbao y Barcelona, por lo que aseguran no entender por qué solo la acción en la capital española es motivo de multa. La cifra exacta de la sanción no la saben aún, dado que se les notificará a los activistas por correo ordinario.

Una quincena de activistas de Greenpeace han desplegado a primera hora de la mañana varias pancartas en las sedes de Iberdrola, Gas Natural y Endesa en Madrid con el lema "Contamina, tú pagas". Se trata de una campaña de esta agrupación ecologista contra las compañías eléctricas, a las que acusan de bloquear el desarrollo de las energías renovables en España, informa Europa Press. La acción se ha repetido en Bilbao ante la central de Iberdrola donde se han concentrado con pancartas con el mensaje: "Iberdrola contamina, tú pagas" y dos activistas se han encaramado a la fachada de la torre de la compañía durante una media hora, hasta que han sido obligados a descender por la Ertzaintza.

En Barcelona, la organización ha protestado frente a la puerta de Gas Natural con globos negros e igual mensaje. Entre las tres sedes, sumaban más de mil globos, algunos de ellos con un metro y medio de diámetro. Ésta es la primera vez que la organización ecologista hace tres acciones simultáneas en ciudades españoles, según ha explicado un portavoz de la ONG.

Esta actividad se enmarca dentro del Break Free, un movimiento global contra el cambio climático que persigue por todo el mundo que la ciudadanía se libere de la dependencia de las energías sucias. Se han realizado más de 100 actividades en 60 países dentro de este movimiento descentralizado.

Greenpeace ha reprochado además al Gobierno su "apoyo" a la política de "contaminación, cambio climático y encarecimiento de la factura de la luz y del gas que practican estas compañías eléctricas". La organización ecologista ha cuestionado además que se concedan subvenciones a estas empresas "para mantener el negocio de sus centrales térmicas y nucleares, mientras que penaliza y dificulta que la ciudadanía pueda producir su propia energía limpia con medidas como el impuesto al sol".

Según los activistas , estas ayudas "permitieron que en 2016 Endesa, Iberdrola y Gas Natural, obtuvieran beneficios de 5.463 millones de euros, mientras que entre las tres, solo en 2015, emitieron cerca de 49 millones de toneladas de CO2 equivalente.

"Hoy hemos querido devolver simbólicamente la contaminación ambiental y gases de efecto invernadero que generan a las tres principales y temidas empresas eléctricas del país, pero podríamos haber puesto el foco sobre el Gobierno que apoya y tolera esta situación", declaró Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.

La organización ecologista exige especialmente a Endesa que asuma su compromiso para hacer frente al cambio climático y que se "comprometa a presentar durante este año un calendario de cierre de sus seis térmicas de carbón". Asimismo, exige a las tres compañías que dejen de apostar por la energía nuclear, "cuyos riesgos y gestión de residuos radiactivos paga toda la ciudadanía, y no presionen al Gobierno para ampliar la vida de sus viejos reactores nucleares".

"Las nuevas subvenciones que podrían recibir las eléctricas se disfrazarían bajo los llamados pagos por capacidad. Uun nuevo paquete normativo propuesto por la Comisión Europea impediría que las centrales térmicas de carbón puedan recibir esos fondos a partir de 2026 pero exigimos que se impidan desde ahora", añadió Nuño.

Greenpeace recordó que "el mayor reto es la lucha frente al cambio climático y tanto el Gobierno como las grandes eléctricas deben planificar para asegurar que en 2030 el sistema eléctrico está casi al completo basado en energías renovables. Ni las eléctricas ni las normativas deben ser contrarias a los derechos de la ciudadanía para poder participar y generar su propia energía renovable", declaró el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez.

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Desde Endesa se ha lamentado la iniciativa, que pone en riesgo la integridad de las personas que han escalado por la fachada de la sede de la compañía, así como la del resto de empleados y otras personas que se pudieran ver afectadas por su actuación.

La compañía defiende que durante 2016, las inversiones directas de Endesa en actividades medioambientales –sin contar con las realizadas para la mejora de las instalaciones– han ascendido a 108 millones de euros, con un incremento del 28,6%. La compañía recuerda también que, en 2016, pagó más de 874 millones de euros en impuestos medioambientales, y que la inversión acumulada en acciones medioambientales supera los 1.525 millones de euros.

 

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