Andalucía

Andrés Bódalo, en su primer permiso: "No me puedo arrepentir porque no hice daño a nadie"

En su primer permiso penitenciario tras su ingreso en prisión en marzo de 2016, Andrés Bódalo, de 43 años, se ha rodeado de su familia: su "compañera", tres hijos, una nieta, ocho hermanos y su madre. El sindicalista del SAT salió el martes y tiene que volver el viernes. Y ante todo quiere "mucha tranquilidad". Atiende por teléfono a infoLibre con cautela y midiendo las palabras, porque su opinión sobre los medios de comunicación es negativa. "En la televisión no se hace más que escuchar 'paliza, paliza' y que soy un violento. Y no es verdad. Si lo fuera, yo pediría perdón. No hubo ninguna lesión de gravedad. La televisión habla de paliza y la sentencia dice que sólo hubo un hematoma en el costado. Meterme en la cárcel tres años y medio es una barbaridad", afirma Bódalo, cabeza de lista de Podemos por Jaén en las elecciones generales de diciembre de 2015, que fue condenado por un delito de atentado contra la autoridad durante una protesta Ayuntamiento de Jódar (Jaén), gobernado por el PSOE, en un contexto de conflictividad por la falta de peonadas agrícolas.

La agresión, producida durante un tumulto y que Bódalo niega haber cometido, causó al agredido, el teniente de alcalde Juan Ibarra, "dolor costal" y "un hematoma", lo cual tardó "cuatro días" en curar, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Jaén. Grupos políticos como Unidos Podemos, con Pablo Iglesias y Diego Cañamero a la cabeza, han convertido la exigencia de su liberación en una de sus reivindicaciones. PP y PSOE acusan a Unidos Podemos de apoyar a un "violento". "No me puedo arrepentir de nada. Si hubiera hecho daño a esta persona, Juan Ibarra, hubiera pedido perdón, por supuesto. Pero no hice daño a nadie", insiste Bódalo, que añade: "Mi conciencia está tranquila".

Ésta es la descripción clave de los hechos que hace la sentencia: "La sentada, en la que participaban unas 60 o 70 personas, entre las que se encontraban todos los acusados, se estaba desarrollando por cauces pacíficos, hasta que en un momento dado, cuando Juan Ibarra Marín, teniente-alcalde de dicha localidad, se disponía a entrar en las dependencias consistoriales, tras haber salido momentos antes a tomar un café, escuchó cómo Blasa López López gritaba: 'Ahí viene el Ibarra, vamos a por él'; en dicho momento varios de los participantes en la sentada se avalanzaron (sic) sobre el concejal, arrinconándole contra la pared, a escasos metros de la entrada del Ayuntamiento, siendo golpeado con los puños por Andrés Bódalo Pastrana y Francisco Javier Angulo Montávez; y recibiendo varias patadas por parte de Blasa López López y Catalina Parras Morillas".

Todos los implicados en la agresión fueron condenados, aunque sólo Bódalo entró en prisión, y hubo 14 acusados más que resultaron absueltos. El sindicalista, que era el líder de la protesta, niega los hechos. "Hay contradicciones entre lo que dice la policía local, la guardia civil y el propio teniente de alcalde. Yo hablé con Ibarra durante una hora dos días antes de entrar en prisión. Él sabe que no hubo daños para lo que ha ocurrido, lo sabe. El problema fue que por un fallo de la procuradora nuestro caso no lo pudo ver el Tribunal Supremo. Sólo se ha tenido en cuenta la palabra de la autoridad [el teniente de alcalde]. El juez cogió el Código Penal y no miró más", lamenta Bódalo. "Cuando estás en la cárcel y piensas en lo que ocurrió, sufres", añade. Este miércoles, durante la conversación con este medio, Bódalo no entra en el detalle de lo ocurrido aquel 27 de septiembre de 2012 en que se produjo la agresión a Ibarra a las puertas del Ayuntamiento, pero en anteriores conversaciones ha asegurado que en todo caso hubo "empujones", no agresión, y que él siempre intentó que imperase "la calma".

La visita de Pablo Iglesias

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, lo vistió en la cárcel de Jaén en la que cumple condena. "Es una vergüenza" que una persona justa" como Andrés Bódalo esté en la cárcel "por hacer sindicalismo" y quienes son responsables del "saqueo" y la "corrupción" en España sigan "viviendo como reyes y disfrutando de la impunidad", afirmó Iglesias a las puertas de la prisión, unas declaraciones que tuvieron fuerte resonancia. "Fue a darme ánimos, me dijo que fuese fuerte, que tenía una familia que me esperaba, que fuera había compañeros pendientes de mí, que no me hundiese. Que pedían el indulto parcial para mí y que querían que se hiciera justicia", explica. Asegura que espera "poco" de la petición de indulto y fía sus posibilidades de salir antes de cuando le toca, octubre de 2019, a la junta de tratamiento y al juez de vigilancia penitenciaria. "Todos los informes son favorables, ya depende de ellos", afirma.

Lo que más le ha reconfortado han sido las cartas recibidas y las muestras de apoyo conocidas a través de los medios de comunicación. El manifiesto de apoyo a su indulto fue firmado por los alcaldes de Barcelona, Ada Colau, de Zaragoza, Pedro Santiesteve, de Cádiz, José María González Kichi, de A Coruña, Xulio Ferreiro, y de Vigo, Martiño Noriega. También firmaron Pablo Iglesias, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el ex coordinador federal de IU Julio Anguita, la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, los actores Alberto San Juan y Juan Diego Botto y el director de cine Benito Zambrano, entre otros. Bódalo cree que estos apoyos han servido para que se conozca "algo mejor" su caso y la trayectoria de colectivos como el SAT, que no se merece "un castigo tan duro". No obstante, insiste en que "la televisión" hace difícil que se salga de la idea de "la paliza", cuya sola mención le molesta.

Bódalo también fue condenado por altercados durante un piquete en la huelga general de 2002 y durante una protesta en la Consejería de Agricultura en 2005. El sindicalista afirma que siempre ha "mantenido las formas durante la lucha" y niega ser una persona "violenta". "Lo que he hecho toda la vida, como el SAT, es pelear por esta tierra tan rica e importante [Andalucía], que sufre una situación de paro y de pobreza que es una barbaridad que poca gente conoce", afirma. Recuerda que no es sólo él quien ha tenido problemas judiciales, sino que hay "varios compañeros del SAT a la espera de juicio y otro, Fran Molero, pendiente de entrar en prisión" por la protesta Rodea el Congreso. "No somos un peligro para la sociedad", recalca Bódalo, que asegura que "en las luchas" hay que actuar "guardando las formas", pero "con firmeza". "Así lo hemos hecho siempre, contra la reforma laboral o parando desahucios", explica.

Diego Cañamero ha dado varias veces la alerta sobre estado de salud, sobre todo por la ansiedad dentro de prisión. Bódalo afirma que está "mejor". "Ahí dentro hay mucho estrés. Te pones a pensar, y todo eso pasa factura. Son 14 meses ya. Pero hay que tirar para adelante y tener entereza para soportarlo", afirma. Añade que, llegado el caso, podría soportar estar en la cárcel hasta octubre de 2019, aunque confía poder salir antes. "No son delitos de una gravedad para cumplir una condena íntegra", afirma.

Una protesta, una sentada y una agresión

Los hechos por los que fue condenado Bódalo tienen su origen en un encierro que duró 21 días de trabajadores y familiares de éstos en la Casa de la Cultura de Jódar solicitando al Ayuntamiento empleo para los jornaleros del municipio, muchos de ellos en situación precaria, más aún en un año (2012) con escasos días de trabajo en la vendimia. También solicitaban al Gobierno el fin del requisito de un mínimo de peonadas anuales para que los jornaleros pudieran cobrar el subsidio agrario de algo más de 400 euros al mes para paliar la escasez de los años con poco trabajo en el campo.

Eran días de pancartas y gritos del SAT contra el PSOE. El Ayuntamiento les abrió un expediente sancionador por incumplir una ordenanza municipal sobre uso de megafonía y el 27 de septiembre Bódalo y otros sindicalistas fueron citados para comparecer ante el instructor de dichos expedientes. En la puerta se les informó de que no podían pasar todos juntos, sino de uno en uno. La sentencia dice que se produjo "una discusión entre los comparecientes y la policía local sobre dicho extremo".

La discusión derivó en una sentada de 70 personas, que obligó a un corte de tráfico y que "se estaba desarrollando por cauces pacíficos", señala la sentencia, que sostiene que los actos violentos se produjeron cuando Juan Ibarra, teniente de alcalde, regresaba de "tomar un café" y quiso entrar de nuevo en el edificio consistorial. Entonces, afirma el fallo, Bódalo y otro hombre lo golpearon "con los puños". Además, Ibarra recibió "patadas" de dos mujeres (no de Bódalo). "La Policía Local al ver los anteriores hechos formó rápidamente un cordón de seguridad para proteger al concejal, logrando introducirlo en el Consistorio e impidiendo a los allí reunidos entrar en dichas dependencias, si bien finalmente se calmaron los ánimos y desistieron de su actitud, volviendo al encierro en la Casa de la Cultura, donde fueron finalmente desalojados el 5 de octubre", señala la sentencia, que añade que dos policías locales y dos manifestantes resultaron "lesionados [...] con diversas contusiones".

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