Administración pública

El regreso sin 'reciclaje' de los políticos a sus plazas de funcionarios después de décadas en excedencia

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy a su llegada al registro de Santa Pola.

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González tiene el visto bueno del juez instructor del caso Lezo para reincorporarse a su plaza de funcionario en el ayuntamiento de la capital tras más de dos décadas en situación de excedencia. La pasada semana, el titular del juzgado número 6 de Madrid, Manuel García Castellón, informó al consistorio capitaneado por Manuela Carmena que por el momento no existe “ninguna medida cautelar que inhabilite o suspenda para el ejercicio de la función pública” al exdirigente del PP, al que se le imputan varios delitos relacionados con su gestión pública. “Deberá ser el Ayuntamiento de Madrid quien adopte la decisión que estime pertinente de acuerdo con lo que disponga la legislación de funcionarios públicos que resulte aplicable”, sentenció el juez en el auto con el que daba respuesta a la consulta realizada por el Gobierno de Ahora Madrid tras la petición de reingreso.

De esta manera, Ignacio González, que todavía no ha sido juzgado, podría reincorporarse a su antiguo puesto en el consistorio. El ex jefe del Ejecutivo madrileño, que estuvo casi siete meses en prisión provisional, es técnico de administración general en la rama jurídica –funcionario del grupo A con un nivel 30–. Se encuentra en excedencia desde 1996, cuando pidió salir del Ayuntamiento de Madrid en situación de servicios especiales para ocupar el puesto de subsecretario de Educación en la cartera que capitaneaba Esperanza Aguirre. Desde entonces, ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad en la administración pública –desde secretario de Estado hasta presidente de la Comunidad de Madrid–. Ahora, tras el visto bueno del juez, González regresará a su plaza en el consistorio tras más de dos décadas alejado de ella.

González no es el único político que se ha reincorporado a su antiguo puesto de funcionario después de un largo periodo de excedencia. El pasado mes de junio, tras el triunfo de la moción de censura que lo desalojó de la Moncloa, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy volvió a ocupar su vieja plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola (Alicante) tras casi treinta años dedicado en exclusiva a la política –la última excedencia por servicios especiales la solicitó el 29 de noviembre de 1989, según el expediente del exdirigente conservador al que tuvo acceso infoLibre en 2013–, una silla que ha estado ocupando de forma interna el registrador Francisco Gaspar Riquelme. Apenas unos días después de su vuelta, el exjefe del Ejecutivo consiguió una plaza en el registro mercantil número 5 de Madrid.

También podría reincorporarse a su antigua plaza de funcionaria la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. A comienzos de septiembre, tras su derrota frente a Pablo Casado en el XIX Congreso Nacional del PP, la ex número dos del Ejecutivo en la época Rajoy anunció su retirada de la política. Desde entonces, se ha estado especulando sobre su futuro laboral. Sáenz de Santamaría lo tendría extremadamente complicado para fichar por el sector privado. La Ley del Alto Cargo establece que no podría trabajar en firmas privadas “afectadas por decisiones en las que haya participado” durante los dos años posteriores a su jefe. Y, en su caso, eso afecta a casi todos los sectores.  Lo que sí puede, sin embargo, es recuperar su plaza de abogada del Estado, de la que lleva en excedencia desde el año 2000.

¿Curso de reciclaje previo a la vuelta?

El regreso a sus antiguos puestos de funcionario es una de las alternativas laborales de las que disponen los políticos una vez deciden abandonar definitivamente la primera línea. Y, en muchos casos, estas reincorporaciones se producen tras muchos años de excedencia, lo que invita a pensar si estarán capacitados para retomar unas funciones de las que han estado alejados durante décadas. Sobre esta falta de rodaje a la hora de reengancharse a su vieja actividad se pronunció, por ejemplo, el que durante décadas fue sustituto de Rajoy en su plaza de registrador de la propiedad al ser cuestionado por la llegada del expresidente a su nuevo puesto de trabajo. En declaraciones a los medios, Francisco Gaspar Riquelme opinó que el ex jefe del Ejecutivo “se pondrá al día” con facilidad “porque es una persona inteligente”.

Pero, después de tantos años fuera de su plaza, ¿tienen los funcionarios que hacer algún cursillo de adaptación para actualizarse antes de comenzar a operar nuevamente? “Inicialmente, no está regulado que en los puestos de la Administración General del Estado haya un curso específico de reciclaje a la hora de regresar tras una excedencia”, explica a infoLibre el vicepresidente de la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), Francisco Iglesias. No obstante, aclara que aunque “no se recoge” esta posibilidad con carácter general, sí que se plantea dicha fase de adaptación en el caso de los “servicios sanitarios”. “Un médico sí que tiene un periodo de reciclaje para adaptarse antes de regresar a su puesto de trabajo”, completa el vicepresidente del sindicato de empleados públicos.

Este es el caso de Juan Manuel Garrote, médico de familia de la sanidad pública en el pequeño municipio segoviano de Coca, que se encuentra en pleno proceso de actualización tras cuatro años ocupando el puesto de secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC). “En Castilla y León, cuando decides reincorporarte después de tanto tiempo trabajando en otro sitio, te dan un plazo de hasta cuatro meses para poder reciclarte”, afirma en conversación con este diario. En este sentido, detalla que todos estos cursos de reciclajelos ofrece la propia Consejería de Sanidad: “Los colegios de médicos pueden ofrecerte cursos teóricos, pero no tienen capacidad de ofrecerte prácticas. Yo, sin embargo, voy pasando por un servicio hospitalario o por un centro de salud y estoy con un tutor médico viendo cómo desarrolla su profesión”.

A la hora de reengancharse a su plaza, Garrote optó por cogerse los cuatro meses enteros que le ofrecieron para el proceso de adaptación porque considera que “es fundamental reciclarse” antes de comenzar a ejercer porque de lo contrario “puede que no hagas las cosas adecuadamente”. “Después de cuatro años, uno se queda muy oxidado. No se me ha olvidado explorar o diagnosticar, pero sí hay cosas que han cambiado mucho en este tiempo. Por ejemplo, en el tratamiento de la diabetes, hay muchas cosas que se hacían hace cuatro años que ya no se hacen. O en este periodo han aparecido tratamientos que son más seguros o potentes para tratarla”, culmina el médico de familia, que reitera la importancia que tiene, sobre todo para alguien que ejerce la medicina, ir actualizándose cada cierto tiempo.

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Los altos funcionarios del Estado

Pero, ¿y los empleados públicos que se encuentran en la cúspide de la Administración? ¿Están sujetos los altos funcionarios del Estado a un proceso de estas características antes de volver a ejercer después de largos periodos de excedencia? “Ese tipo de cosas las decide cada cuerpo, es decir, el de abogados del Estado, el de inspectores de Hacienda, el de inspectores actores de Seguros…”, explican desde la Federación Española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca). No obstante, afirman que “no existe un ‘cursillo de reciclaje’ obligatorio general” por el que deban pasar estos funcionarios “cuando vuelven a sus puestos” tras una excedencia. Aunque, añaden, eso no significa que no se hagan estos cursos de actualización: “En la Agencia Tributaria, si se considera en un momento dado que ha habido llegadas de inspectores de fuera, se ofrece formación específica”.

Dentro del sector privado, la situación es bastante similar. En el caso concreto de los abogados, desde el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) apuntan que “no existe un tiempo de ‘excedencia’ o falta de ejercicio profesional para realizar cursos de especialización o de reciclaje”. “Como los abogados desarrollan su profesión en una situación de libre mercado, aquellos que mejor preparados y formados están son los que tienen más facilidad para ejercer la profesión”, prosiguen desde el CGAE. No obstante, aclaran que tanto ellos como los 83 colegios de abogados en España “ofrecen diariamente cursos de perfeccionamiento y de especialización” que los letrados usan “para tener una mejor preparación” para poder “ejercer de la mejor forma el Derecho de Defensa de los ciudadanos”.

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