Las "dudas" de Génova sobre la candidatura de Alonso tensan al PP

La resistencia de la dirección nacional del Partido PopularPartido Populara dar pistas sobre el futuro político de Alfonso Alonso está provocando tensiones puertas adentro de la formación conservadora. De un lado, el presidente del PP, Pablo Casado, se ha limitado a mostrar su "confianza" en el líder de la formación en Euskadi. De otro, desde el PP vasco se suceden los mensajes en los que se da por hecho que, cuando el lehendakari Iñigo Urkullu llame a las urnas, Alonso será cabeza de lista.

En Génova, sede nacional del partido, ya conocen desde el viernes de la semana pasada la voluntad del exministro de Sanidad de Mariano Rajoy de ser el candidato a unos comicios que deberían celebrarse, como tarde, en otoño.

En la noche del lunes, Casado fue entrevistado en TVE y preguntado concretamente sobre este asunto, pero optó por seguir manteniendo el misterio. "Es lógico que hay un procedimiento y unos cauces internos para la proclamación de candidaturas, pero que no dé por hecho la candidatura de la persona que lleva años trabajando en el territorio lleva implícito que hay dudas", valora un diputado en conversación con este periódico.

Fuentes del partido destacan que la misma "confianza" que expresó respecto a Alonso la demostró respecto a Alberto Núñez Feijóo (Galicia) y Alejandro Fernández (Cataluña), otros dirigentes cuyos territorios celebrarán elecciones este 2020. La diferencia está en que desde el entorno de Casado hasta la fecha no se ha lanzado un mensaje claro de respaldo a Alonso cuando, por ejemplo, nadie se atreve a poner en duda que si el presidente de la Xunta de Galicia quiere presentarse, Génova no mostrará resistencia.

El posible pacto con Cs complica la situación

Si ya de por sí las relaciones entre el PP vasco y el PP nacional son tensas –Alfonso Alonso apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso de sucesión de Mariano Rajoy–, la intención de Inés Arrimadas (Ciudadanos) de que la gestora de su formación debata y decida sobre alianzas con los conservadores de cara a las elecciones autonómicas de este año ha complicado un poco más la situación.

Pese a que Casado no quiere agitar un debate que en el PP ven todavía "muy en pañales" porque creen que el anuncio de Arrimadas hay que entenderlo en clave de "consumo interno" para los militantes de Ciudadanos, es inevitable que estos días en el PP se especule sobre el "precio" que pondría el partido naranja a este amago de colaboración. 

En este contexto, un sector del partido está aireando la idea de que, llegado el caso, el PP estaría dispuesto a entregar la cabeza de Alonso como candidato para pactar con Cs un cabeza de lista "independiente y de consenso". 

"Espero que poco a poco se imponga la mesura. El PP vasco es un partido que tiene su propia estructura descentralizada, es un partido al que, en teoría, Casado dio cierto margen para tener su personalidad propia en la convención del pasado septiembre. No sería serio que quienes llevan esta legislatura trabajando en el PP vasco vean de la noche a la mañana cómo Génova cambia a todos los equipos", subraya un líder provincial.

Maroto: "Hasta este momento no se ha tratado este tema""Hasta este momento no se ha tratado este tema"

Uno de los ejemplos de lo delicado de la situación a nivel interno está en la reacción del portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, al ser cuestionado sobre el futuro de Alonso este martes en la Cámara Alta.

Preguntado sobre si su partido defenderá que Alonso encabece la lista en el supuesto de un pacto con Ciudadanos, el dirigente conservador señaló que los órganos de dirección del PP tienen que pronunciarse sobre ese posible acuerdo con Cs y, a partir de ese momento, debatir sobre programas y candidaturas. 

Es cierto que el PP no se ha sentado a pensar sobre un escenario de colaboración con el partido naranja. Pero también es verdad que el viernes, cuando Arrimadas lanzó este mensaje, desde la dirección nacional del PP se apresuraron a trasladar la idea de que, en principio, en Galicia esa colaboración tendría menos sentido porque el PP gallego ya es "España Suma". "El constitucionalismo en Galicia no está en peligro", subrayaban. Mientras, en Cataluña, en las generales de noviembre ya hubo un intento por parte del PP de ceder a la propia Arrimadas el número uno por Barcelona. Y este mismo martes se reforzó la idea después de que Alejandro Fernández abriese la posibilidad de que el candidato de la eventual coalición Cataluña Suma en las elecciones catalanas sea de Cs o un independiente.

"Se tiene que buscar siempre a los mejores candidatos, sean de Cs, PP o incluso un independiente. Que sea el mejor", dijo en una entrevista con Rac1 recogida por Europa Press.

Con estos datos sobre la mesa, la situación de Alonso es la más complicada porque Casado no ha dado todavía ninguna pista de cómo afectaría un eventual pacto con Cs. "El hecho de que la candidatura de Alonso no sea una línea roja, preocupa sobre todo si se tiene en cuenta que el PP vasco es más fuerte que Ciudadanos", valora un parlamentario nacional.

"Hasta este momento no se ha tratado este tema, más allá de las declaraciones que se han hecho públicas y no tienen todavía un valor de haber sido tratadas pormenorizadamente en esos órganos que son los competentes", recalcó.

Exalcalde de Vitoria, igual que Alonso, antes de su salto a Madrid Maroto fue un destacado dirigente de los conservadores de Euskadi y uno de los hombres de máxima confianza de su presidente.

Álvarez de Toledo entra en escena

La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, no ha ocultado su escasa sintonía con Alonso y su equipo desde que accedió al cargo.

Hace unos meses, calificó de "tibia" la actitud de sus compañeros del PP vasco frente al nacionalismo. Este martes lo volvió a demostrar al mantener, en declaraciones a los medios, que Feijóo "tiene que ser candidato" y que el caso de Alfonso Alonso depende del pacto con Ciudadanos.

Sin sustituto de Sémper

Las dudas sobre la candidatura de su líder son el segundo sobresalto al que hace frente el PP vasco en el último mes. El presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, acaba de dejar la política asegurando que lo hacía por motivos personales. Ya ha sido sustituido como portavoz en el Parlamento vasco por Carmelo Barrio, pero Génova frenó la designación de Borja Corominas como líder provincial, tal y como habían acordado en el PP vasco. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la intención de la dirección nacional del PP pretende que quede vacante hasta que haya una decisión definitiva sobre el futuro de Alonso.

Casado también impuso su criterio para las candidaturas al Congreso a las elecciones generales del 28A y del 10N. Se hizo en casi todos los casos, cuentas las fuenes consultadas, obviando las apuestas de sus compañeros del País Vasco.

La joven dirigente Beatriz Fanjul, única diputada del PP vasco en el Congreso de los Diputados, muy de la órbita de Casado, está llamada a ocupar responsabilidades en la futura estructura de la formación regional. También Íñigo Arcauz, que fue impuesto por la dirección nacional como número uno por Gipuzkoa.