Crisis del coronavirus

Por qué vacunarse este año contra la gripe contribuirá a combatir el coronavirus

Un padre consuela a su hijo tras someterse a la prueba PCR en Euskadi.

Con los rebrotes enseñando los dientes en todo el país, el personal sanitario mira al otoño con inquietud y con la preocupación lógica de afrontar las secuelas del coronavirus con una merma en los recursos. En el despliegue de las estrategias para combatir al covid-19, la vacunación de la gripe ha cobrado especial relevancia. Lo advierten los médicos de familia, los expertos en salud pública y más recientemente los inmunólogos: estar protegidos frente a la gripe será clave para encarar una oleada de coronavirus en los centros sanitarios.

El presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, insistió este mismo lunes en la importancia de la vacuna este año y lanzó un mensaje a la ciudadanía para potenciar la vacunación. El propio Ministerio de Sanidad ha venido señalando a la vacuna antigripal como pieza clave. La vacuna frente a la gripe "tiene impacto en la reducción de la hospitalización y la mortalidad en las personas con más riesgo", por lo que "también reduce la carga asistencial sobre el sistema de salud". En un escenario de pandemia, sentenciaba a finales de junio el departamento de Salvador Illa, "es aún más importante aumentar las coberturas de vacunación frente a la gripe en las personas en los que la vacunación está recomendada".

Del mismo modo que el covid-19, una de las principales características de la gripe es la elevada capacidad de transmisión que presenta. Se trata de una infección que tiende a lo estacional, adquiriendo conductas epidémicas en invierno: los meses de mayor incidencia son aquellos que oscilan entre noviembre y marzo. Con este periodo en el horizonte, los expertos llaman a estar preparados.

¿Por qué se sitúa el foco en la vacuna contra la gripe en un contexto de epidemia por coronavirus?, ¿quiénes están llamados a vacunarse?, ¿hay recursos suficientes para vacunar a la población?

¿Por qué es importante la vacuna este año?

Lo explicaba el médico y exdirector de Sistemas de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rafael Bengoa, en entrevista con este diario: "Cuando se acerque alguien a atención primaria o a urgencias con síntomas, lo que es importante en esos momentos es poder distinguir si estamos hablando de una gripe o de este coronavirus, que tiene una mortalidad mucho mayor".

La clave a la hora de reforzar la vacunación de la gripe tiene que ver con la sintomatología del virus, similar a la que manifiestan las personas contagiadas por covid-19. Carolina Pérez, médica de atención primaria y miembro de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), insiste en este extremo. "La sintomatología es muy similar y el hecho de que aparezcan pacientes con los mismos síntomas va a resultar en una sobrecarga sanitaria, porque se tendrá que atender a estos pacientes y hacer diagnóstico diferencial para saber si es coronavirus, gripe o catarro", subraya la sanitaria. En añadido, insiste, podría ocurrir además que un paciente se contagie de la gripe y "si en ese momento tiene contagio por covid-19, la situación clínica será más grave".

Las semejanzas entre la gripe y el coronavirus se manifiestan en distintos planos: la transmisión de ambas se produce esencialmente mediante gotitas al hablar, toser o estornudar, en ambos casos existen personas asintomáticas que pueden transmitir la enfermedad y los síntomas pasan por fiebre, dolores de garganta y tos seca, aunque en el caso de la influenza la sintomatología se manifiesta de forma más abrupta y menos progresiva. Y sin embargo, el nuevo virus que circula por todo el mundo se ha demostrado más letal, contagioso y mucho más desconocido que la gripe.

También Javier del Águila, médico residente de Salud Pública en el Hospital de Móstoles, pone sobre la mesa el miedo a que "el rebrote de otoño de covid-19, que se estima bastante fuerte viendo como se está comportando en verano, coincida con un pico de gripe". En ese contexto, "sabemos cuándo empieza y cuando acaba la temporada de gripe, es bastante estable, pero no sabemos los efectos de una convivencia" entre ambos virus. Ahí es donde urge tomar medidas prontas. "Tenemos una vacuna para la gripe, aunque no es la vacuna ideal porque el virus va cambiando cada año y tiene que ser rehecha", explica el médico residente. Esta vacuna, por tanto, "tiene sus limitaciones como medicamento, pero sigue siendo un elemento que tenemos".

Por este motivo, evitar una oleada de gripe servirá esencialmente para liberar los recursos sanitarios, esquivar el colapso en los centros de salud y volcar todos los esfuerzos en la lucha contra el covid-19.

¿A quién está dirigida?

La vacuna de la gripe, que se solicita directamente ante el médico de cabecera, se centra en unos grupos de riesgo que coinciden precisamente con las personas más vulnerables ante el covid-19. "Normalmente hablamos de mayores de 65 años y luego gente con patología de riesgo", detalla Carolina Pérez y cita enfermedades como "diabetes, hipertensión, asma, bronquitis crónica" y todas aquellas "condiciones que hagan empeorar su estado basal y lo compliquen hasta la hospitalización". Del Águila repara igualmente en que el perfil es "muy similar al del covid-19" y es precisamente a estas personas a las que "se les va a ofrecer la vacuna, que siempre es voluntaria, con un poco más de insistencia".

El Ministerio de Sanidad completa el listado incluyendo, entre los grupos de riesgo que requieren de vacunación, aquellas personas con obesidad mórbida, insuficiencia renal, anemia, enfermedades neuromusculares graves o inmunosupresión.

La vacuna de la gripe está especialmente dirigida también a las personas que se encuentran en contacto con grupos de riesgo: trabajadores de los centros sanitarios, personal de instituciones geriátricas, personas que proporcionan cuidados domiciliarios o aquellos que conviven en el hogar con otras personas vulnerables. Igualmente se recomienda para trabajadores de servicios públicos esenciales, como fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos o personal de instituciones penitenciarias.

"Si quedan vacunas, se suelen ofrecer después a la población general", remarca la sanitaria, quien recuerda que "siempre es voluntaria" aunque los profesionales y los gobiernos "insisten mucho mediante campañas, porque al final es un virus que tiene mortalidad".

¿Será extensible a la población general?

En ese punto, una de las preguntas que emergen en el contexto de pandemia mundial es si la vacuna contra la gripe estará dirigida no sólo a los grupos de riesgo, sino también al resto de población. De momento es difícil determinar si todas las personas tendrán acceso a ella, pero lo cierto es que, a juicio de la sanitaria de atención primaria, "es importante llegar al mayor número, así que cuanto más gente se vacune, mejor".

Así lo señaló también Carmen Cámara, secretaria general de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), quien el mismo lunes expuso la importancia de "potenciar" la vacunación e incluso "abrir la indicación" a otros colectivos que no sean sólo los de riesgo.

"En un mundo ideal tendríamos una vacuna para cada persona, pero no sé si eso es posible", reconoce Javier del Águila. Este año, además, existirá previsiblemente mayor demanda, no sólo por parte de la población sino también por parte de los países, "pero lo principal es que las personas a las que más beneficia la vacuna puedan acceder a ella", insiste el médico.

Por el momento, el Ministerio de Sanidad ha puesto el foco únicamente en las personas mayores, grupos de riesgo y personal sanitario o esencial.

¿Habrá un refuerzo de dosis?

Para garantizar la cobertura es fundamental un refuerzo de las dosis. La directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, ya anunció a finales de julio que "para evitar las consecuencias de una posible coexistencia de la gripe estacional y la covid-19" se ha impulsado la "gestión de una compra extraordinaria de la vacuna de la gripe estacional adicional a la compra habitual por las comunidades autónomas".

La directora general del organismo anunciaba entonces la firma de los contratos para la adquisición por parte del ministerio de "una compra extraordinaria de más de cinco millones de dosis de vacuna para aumentar la cobertura de vacunación entre los grupos vulnerables, profesionales sanitarios y otros trabajadores esenciales".

¿Es aconsejable adelantar la campaña?

Si el aumento de las dosis es pieza clave, adelantar la campaña de vacunación se erige como otro de los pilares de cara a la prevención. Para Carolina Pérez, el razonamiento es sencillo: "Cuanto antes se evite el inicio de la propagación, será más fácil contenerla".

La campaña de vacunación empieza en octubre, aunque "hay años que se retrasa, a veces se agotan las vacunas en medio de la campaña y surgen otros despropósitos sanitarios que este año no deberían ocurrir porque podría ser una catástrofe", señala la médica.

También Javier del Águila estima positivo "poder empezar cuanto antes para garantizar una mayor cobertura, permitir que los usuarios acudan más separados y tener tiempo para contactar con los pacientes más vulnerables".

El Ministerio de Sanidad confirma, a preguntas de este diario, que el plan es en efecto adelantar la campaña, aunque todavía no están fijadas las fechas concretas. El margen es estrecho: si habitualmente empieza en octubre y la previsión pasa por un adelanto, la apuesta ganadora parece apuntar al mes de septiembre.

¿Cuáles son los datos de vacunación hasta ahora?

Durante la temporada 2018-2019, última con datos oficiales, se registraron 490.000 casos leves estimados en atención primaria, 35.300 hospitalizaciones con gripe confirmada y 2.500 admisiones en UCI. Además, las autoridades calcularon un total de 6.300 defunciones atribuibles a gripe.

La vacuna antigripal, según las estimaciones oficiales, previno entre los mayores de 64 años un 20% de casos leves, un 11% de hospitalizaciones, un 40% de admisiones en UCI y un 38% de fallecimientos.

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En cuanto a la cobertura, el grupo que se vacuna en mayor medida es aquel que corresponde a los mayores de 65 años: fueron 4.771.449 personas, el 54,3%. El porcentaje se reduce significativamente en la franja de edad de entre 60 y 64 años: sólo se vacunaron 462.652 personas, el 22,3%. Un total de 99.244 mujeres embarazadas optaron también por vacunarse de la gripe (40,6%) y 174.220 trabajadores sanitarios hicieron lo propio (35%).

Según las previsiones del Ministerio de Sanidad en mayo del presente año, es importante "reforzar la captación de las personas incluidas en el grupo de edad mayor o igual de 65 años y en el personal sanitario y sociosanitario", con unos objetivos que superen el 75% de vacunación en estos grupos y el 60% en embarazadas y personas de riesgo, objetivos "en consonancia con los establecidos por la Organización Mundial de la Salud y por la Comisión Europea".

Lo cierto es que el dato de la cobertura en los mayores de 65 años en la temporada 2018-2019 es el más bajo de la última década. Si en 2009-2010 la cobertura para los más mayores fue del 65,7%, el ejercicio siguiente descendió al 56,9%, ya en 2016-2017 bajó un punto hasta el 55,5% y hasta el 55,7% en la temporada posterior. Si la estrategia transcurre según lo previsto y en base a lo deseable, el porcentaje de cobertura ganará fuerza esta temporada. Del Águila confía en un cambio de tendencia: "Este año va a haber una vacunación muy importante". Es cierto que es una vacuna "un poco complicada de explicar y la eficacia está muy por debajo de lo que nos gustaría", una realidad que disuade a la población. Sin embargo, enfatiza el médico, "es importante que este año la gente acuda a vacunarse porque es un ladrillo más que ponemos en el muro, aunque no sea el más perfecto".

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