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El injusto desprecio a lo generalista

Imagen de la serie ' Modern Family'.

La atención al mundo de las series internacionales tiende a centrarse en la televisión de pago. Se trata de producciones más arriesgadas, más impactantes, con mejor apoyo de marketing. Además, son muy bien recibidas por la crítica especializada, las redes sociales y los aficionados al género. Por el contrario, las tradicionales series en abierto suelen ser a menudo injustamente minusvaloradas. Se olvida que la lucha por la audiencia conlleva un elevado nivel de presión. En el pago, al no tener dependencia de los ingresos publicitarios, el número de espectadores desaparece como principal elemento de juicio.

Las series en abierto necesitan aglutinar audiencias amplias y, por ello, heterogéneas. Es lo que en este mundo denominamos "televisión generalista". Quizá resulta mucho más difícil congregar a grupos sociales diversos que dirigirse a un target concreto. Al hacer contenidos especializados se tienen claves de conexión más evidentes y fuertes entre los creadores y los espectadores. Además, esos creadores suelen realizar trabajos dirigidos al grupo social que ellos mismos pertenecen. Sin embargo, la fascinación por este apasionante nuevo terreno de juego ha provocado alguna deriva descontrolada. Empieza a ser común oír a algunos seudoespecialistas utilizar el adjetivo "generalista" aplicado a una serie como una descalificación, como un oprobio.

Al final, la vida sin prejuicios siempre es más sana y enriquecedora. Es completamente absurdo valorar una obra de ficción por su aspiración a llegar a públicos más o menos amplios o reducidos. Hay producciones en el amplio catálogo existente en el mundo de la televisión de pago francamente deficientes, junto a espectaculares creaciones. Algo similar ocurre en el ámbito de la televisión en abierto. Esta semana en nuestra columna vamos a rendir justo homenaje a una serie que merece un especial respeto por lo que es y por lo que representa. Nos referimos a la popular Modern Family.

Con esta ya legendaria cabecera nacía en septiembre de 2009 una comedia que simboliza una larga herencia de la mejor escuela que jamás haya existido en este género televisivo. Steven Levitan y Christopher Lloyd son los últimos eslabones de una histórica cadena de creadores de algunas de las mejores series de los últimos 30 años. Levitan empezó en televisión como reportero en una emisora local, pero su éxito le llegó al otro lado de la cámara. En 1996 ganó un Emmy como uno de los responsables de Frasier y también estuvo nominado por otra serie mítica, El show de Larry Sanders. Lloyd empezó su carrera como guionista en las primeras temporadas de Las chicas de oro, después pasó a Wings y luego a Frasier, donde ascendió a productor ejecutivo y ganó sus primeros Emmy. Su padre, David Lloyd, ya era un súper mítico guionista de sitcoms, que había escrito para Mary Tyler Moore, Taxi, Cheers y Frasier. Entre las obras maestras de las que fue autor destacan trabajos como el guión, para Mary Tyler Moore, titulado Chuckles muerde el polvo, que ha sido considerado en varios listados de prestigio como el episodio más divertido de la toda la historia de la televisión. Ni más ni menos.

Modern Family goza de un respeto reverencial entre los grandes de la industria de la comedia televisiva. Ya en su primera temporada obtuvo los principales premios que se otorgan y ha repetido en buen número de ocasiones. Seguramente, el mayor mérito de Lloyd y Levitan ha sido el de conseguir actualizar un formato de muy larga tradición castigado por el paso del tiempo. Para ello, recurrieron a aportes innovadores que afectaron tanto al contenido como a la forma de la producción. Así, por ejemplo, eligieron introducir el formato de falso documental (Mockumentary) para darle un toque nuevo a un concepto aparentemente convencional, el de contar en comedia la vida cotidiana de una familia. Ese afán renovador le llevó a crear una familia actual completamente rupturista en comparación a los cánones tradicionales.

En televisión, como en otras facetas de la vida, se aprende mucho más de los errores que de los aciertos. Buena prueba se da en el caso de la asociación Levitan & Lloyd. En 2006, ambos guionistas se unieron formalmente creando una compañía, llamada Picture day, y fracasaron con la serie Back to you, protagonizada por su buen amigo, el actor Kelsey Grammer (Frasier) y Patricia Heaton (Everybody Loves Raymond). Se trataba de una comedia clásica, grabada en plató con multicámara, público y risas en directo. Duró solo una sola temporada.

La cancelación del proyecto les llevó a reflexionar sobre la vigencia de una puesta en escena demasiado clásica y decidieron plantear su siguiente serie, Modern Family, en single camera, con más exteriores, un montaje más ágil y una realización puesta al día que tanto ha aportado a su éxito.

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Curiosamente, en la primera temporada Levitan y Lloyd funcionaban juntos, codo con codo, pero desde la segunda rompieron esta estrecha relación. Desde entonces, trabajan supervisándose el uno al otro alternativamente, en un modelo que no requiere mucha interacción entre ellos y que evita tensiones cotidianas.

Stephen Levitan y Christopher Lloyd son los últimos grandes clásicos de la comedia de situación americana. Entroncan con la tradición que empezó con I Love Lucy en los años 50 y que tantos momentos gloriosos ha dado a la historia de la televisión mundial. La serie ha ganado hasta 21 premios Emmy y va ya por su octava temporada. Todo un logro en la televisión actual. Modern Family se emite en todo el mundo y las repeticiones de todos sus episodios se difunden ininterrumpidamente en todo tipo de canales y plataformas. A los actores y a sus creadores, además de la gloria, esta producción les ha hecho millonarios. Levitan está envuelto desde hace un año en un agrio divorcio que ha hecho salir a la luz sus ingresos actuales que, según ha podido establecer el juzgado que tramita el litigio, alcanza los 2,4 millones de dólares al mes.

Postdata final: Este Christopher Lloyd no tiene nada que ver con el famosísimo actor del mismo nombre, conocido por todos como Doc en la saga de Regreso al Futuro. Aunque, como el mundo es un pañuelo, Levitan sí que trabajó con el actor Christopher Lloyd en otra serie fracasada, Stacked, que protagonizaba Pamela Anderson. También David Lloyd, el padre del Christopher guionista, había trabajado con el Christopher actor en otra serie de leyenda, Taxi.

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