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Los abucheos, un año más...

Cesar Moya Villasante

Los abucheos a Sánchez ya son habituales en lo que pretende la derecha española, única en el mundo, para desviar la atención lo que hace este gobierno en cuanto a ayudas sociales o a defensa de la clase media trabajadora. Incluso respecto a la Ley de Memoria o lo realizado en favor de eliminar al franquismo de sus lugares emblemáticos, algo que se debería haber hecho allá por los finales de los 80, cuando se inició un nuevo periodo en ese país, creíamos, que libres de fascismo. Pero esto no se produjo nunca porque Felipe no se atrevió en aquel tiempo, viendo lo que le había pasado a Suarez y estando amenazado por toda la parte franquista que podría armar un lio tremendo de violencia si hubiera hecho lo que hoy está haciendo Sánchez. Quizás sea comprensible porque lo que había detrás del gobierno no era fácil de manejar.

Pero, aunque parezca mentira, la España aquella aún tiene mucho de la actual. O para ser más exacto, quizá Madrid sea la comunidad que alberga mayor número de neofascistas, junto con sus comunidades cercanas, debido a que aquí se encontraba el mayor centralismo conocido con todas las instituciones, que las vestían franquistas convencidos, personas agradecidas a títulos o trabajos conseguidos sin mucho esfuerzo y corruptelas consentidas. Cosa que no ocurrió en otras áreas de este país, y algunas sometidas a presiones de todos conocidas, en cuanto a idiomas o modos de vida más liberales. Es por ello que en Madrid se pueden ver manifestaciones que en otros lugares pueden ser simplemente testimoniales. Por ello, los abucheos en Madrid son tan fáciles de organizar ya que siempre habrá gente dispuesta por amor al pasado.

La lógica actual no engarza bien con ese deseo de ser “independientes”, palabra más de corazón que de cabeza

Pero esos abucheos se producen exclusivamente, no por la política social de la izquierda gobernante. Se producen en exclusiva porque Sánchez decidió, con toda lógica, que España era la de todos los que vivimos en ella, pero esos abucheos son en contra precisamente de ese concepto. Porque van en contra de esa apertura de conversaciones con el independentismo catalán o la unión con Bildu. En otro país normal, eso se vería como un deseo empático de atraer a gente que piensan de forma distinta, pero aquí eso se contempla con ese famoso mantra de “romper España”. Y esa es la única cuestión que la derecha ultra española alojada en Vox y en el 80% del PP, dejo el otro 20% a jóvenes o descalificados políticamente, contempla como Sánchez es el enemigo de esa España que ellos consideran propia y que les ha beneficiado durante tantos años. Y es algo que se va alimentando de padres a hijos y a nietos, pero es la simiente de aquel franquismo de bandera e himno y de aquel señor que iba bajo Palio, junto con el Papa de Roma. O sea, un pequeño dios que aun conservamos en la memoria para desgracia de un país que está dividido en extremo por esa causa. Y que nadie pregunte a esas personas que es lo que ha hecho mal Sánchez porque le contestaran lo que aquí expongo, además de no importarles nada porque quizá muchos ni lo sepan... Y creo que lo escribo bajo el conocimiento de haber vivido a nivel familiar las dos Españas y que la parte que expongo aquí nunca la vi con esperanza de perdonar. Al revés, siempre se quiso cebar en el derrotado, lo que hizo plenamente Franco a lo largo de toda su vida, hasta el 75.

Por esta causa y si nos atenemos a las encuestas será una malísima noticia que el próximo gobierno sea PPVox o VoxPP, tanta monta, monta tanto. Porque los enfrentamientos con Catalunya volverán a ser lo necesario para ambos, porque vivimos en una eternidad electoral, ambos partidos más los independentistas mismos, viven de ello y ese enfrentamiento le da votos a cada uno. En el caso de Euskadi las cosas se ven de otra forma. Ellos han vivido una violencia tan cercana que han salido escaldados. Bien es cierto que Otegi y sus seguidores aun presionan en este sentido, pero con más inteligencia, porque saben que muchos jóvenes vascos no quieren saber nada de esta estupidez. Y le llamo estupidez, no porque la considere ilegal, sino porque hoy el mundo se debate en unos problemas geopolíticos, ecológicos o tecnológicos de tal naturaleza que hablar del “derecho a decidir” como ese mantra de Otegi me parece estar fuera de la realidad del mundo. Cualquiera con un nivel intelectual medio sabe que hoy nadie es independiente cuando vemos que todos somos necesarios. Por ejemplo, Rusia nos vende muchas cosas que quizá no se sabían y, sin embargo, parece el enemigo. Y si no nos las vende nos produce problemas, más claro, el agua. Por eso la lógica actual no engarza bien con ese deseo de ser “independientes”, palabra más de corazón que de cabeza.

En resumen, España debería ser lo que intenta Sánchez, pero los abucheadores, que son muchos, quieren que sea lo que dice Abascal. Y quizá el reparto de ideas sea casi igual pero los votos lo explicaran.

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Cesar Moya Villasante es socio de infoLibre.

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