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¿Las ayudas públicas de Caperucita Roja o un 'plan Marshall'?
Esto de las ayudas en muchos casos es como el cuento de Caperucita Roja, la mayoría de las empresas no se pueden acoger porque están en una situación difícil o tienen algún tipo de deudas con la administración pública debido a la crisis, a ellos palo y zanahoria, no hay ayudas conscientemente.
La alternativa sería obviar las subvenciones directas y reducir las cargas impositivas y hacerlas positivas. En buena lógica si eximieran las cargas por seguros sociales que son un auténtico impuesto directo al empleo, y no quieren darse cuenta de ello, y este se financiara por otros impuestos generales y se exonerara al menos durante la crisis todos los impuestos que afectan a la actividad económica, el IVA, el IBI, las tasas, así como parte de las deudas contraídas derivadas de la crisis mediante un tipo de plan Marshall. Incluyendo por supuesto a todos los sectores y empresas afectadas. Pero león mandarín, como siempre suele ocurrir, los que están en el fregado son los que obtendrán las ayudas y los de la calle a eso a la calle a cerrar empresas y padecer con la crisis.
A buen seguro que todo el mundo saldría ganando, serían ayudas reales sin discriminación para nadie, mayores ahorros públicos en gestionar los interminables y sufridos expedientes burocráticos, que la mayoría que son los que más lo necesitan no los pueden cumplir y son excluidos de facto, con todas las intenciones de llevarse por delante a los más frágiles.
José Joaquín Belda Gonzálvez es socio de infoLibre