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Librepensadores

Miserables sin novela

Alfonso Jiménez

Entre las muchas obras que escribió el novelista francés Víctor Hugo destaca Los Miserables, considerada como novela cumbre del siglo XIX. No hace falta haber leído al completo alguno de sus cinco voluminosos capítulos para deducir que este autor se empeñó en retratar a la sociedad francesa, poniendo de relieve las miserias que le aquejaban por aquel siglo y valiéndose de unos personajes sabiamente creados.

Pues bien, actualmente no es necesario recurrir a ninguna novela famosa para conocer conductas, que se pueden calificar de miserables, que se dan hoy día en personajes o instituciones de la época actual. Basta con leer cualquier digital independiente para sentir bochorno ante algunos hechos inexplicables para quienes conservan siquiera un átomo de humanismo o ética. Por ejemplo:

En el juzgado, por honestos. El periodista Ignacio Escolar y su compañera de redacción en eldiario.es, Raquel Ejerique, han tenido que comparecer en un juzgado de Madrid, por la demanda que contra ellos ha presentado la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes acusándoles de mentiras graves y de un delito de revelación de secretos. Como se sabe, ambos periodistas destaparon el caso vergonzoso de los másteres que en la universidad URJC se estaban presuntamente regalando a personajes de la política y de otros sectores del poder.

En vez de agradecer su honesta labor periodística por haber dado a conocer un caso claro de corrupción, el juez y el fiscal se centraron en preguntar por "las fuentes" de donde se había sacado la noticia. O sea, que les preocupaba más saber quién había filtrado la noticia (¿para tratar de evitarlo en el futuro?) que regenerar a la universidad como institución. Sería terriblemente injusto que esos dos buenos periodistas acabaran en la cárcel. No creo que se llegue a tanto.

Archivada la pieza del rey emérito y Corinna. Carpetazo. Esa es la decisión tomada por el juez que lleva el caso abierto por causa de la denuncia promovida por Unidos Podemos contra el rey emérito, con motivo de las revelaciones grabadas y por las que se ha sabido que el Borbón cobraba comisiones en algunas de sus actuaciones de agenda de jefe de estado, como si fuese un corredor profesional. Archivo y se acabó. Eso es.

Se devuelve la fianza. La buena noticia anterior ha coincidido con otra muy favorable también para la familia regia y es que a la infanta Cristina se le han devuelto 322.000 euros que son más de más de la mitad de lo que había depositado como fianza exigida por el caso Nóos, ya que el tribunal sentenciador no ha considerado culpable a la infanta, pues no se ha podido probar que conociera las tropelías que su marido, aunque las firmaba y se benefició de ellas "a titulo lucrativo".

Infracción muy grave. Muy contrapuesto con el caso anterior, la Delegación de Turismo de Castellón ha amenazado a Susana M. con imponerle una multa de entre 100.000 a 600.000 euros por ejercer de guía turística sin el carnet oficial en el pequeñísimo pueblo de Vilafamés. Asustada la pobre Susana argumenta que ella no cobraba ningún importe ni entrada, sino que solo pedía "la voluntad", es decir, un donativo a los pocos visitantes de la aldea y que, por otra parte, desconocía el deber de acreditarse como guía oficial para este pequeño menester. Pero Turismo le ha recordado eso de que "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento". O sea, que no se puede acoger a llamada doctrina infanta. Menudas piezas. _____________

Alfonso Jiménez es socio de infoLibre

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