Monumento a la guerra

Fernando Granda

Un soldado legionario en posición de combate con un fusil con la bayoneta calada es un monumento a la guerra. La estatua erigida por el Ayuntamiento de Madrid en honor a la Legión, levantada a escasos metros del homenaje a la Constitución Española, es más una admiración a la lucha que a la paz. Precisamente eso es lo que la presidencia de la Corporación Municipal de Madrid acaba de realizar. Mientras tanto, los madrileños, que reiteraron masivamente sus manifestaciones contra la guerra en tiempos recientes, los españoles, los europeos, el mundo claman contra la guerra que ha iniciado Putin al intentar invadir y devastar Ucrania.

Es un paso más en el intento de enfrentamiento entre unas ideas y otras que defienden los españoles. Además, el monumento está erigido en un altozano vecino a una de las sedes de un organismo de gobierno del Ejército español (el Cuartel General del Estado Mayor de la Defensa) que desde el final de la dictadura de Franco —el golpista que se sublevó contra el Estado y el régimen democrático que gobernaba España— se ha convertido en una de las instituciones que media y acude por el mundo a promover la paz en los conflictos bélicos y a contener los incendios y los desastres naturales. Para colmo, el soldado que compone el monumento está presentado en actitud de “prevenga”, es decir, de alerta ante un posible enemigo, lo que contraviene la actitud del Ejército español desplegado hoy por distintos puntos en conflicto en el planeta para buscar el cese de los combates y la paz.

¿Es que los madrileños no son leales a España? ¿Corre peligro la libertad en Madrid? Precisamente lo señala la cúpula de un partido que demuestra su sectarismo retirando el nombre de ilustres representantes del pueblo a varias calles de la capital

El monumento es un homenaje a la disputa entre dos posibles mitades políticas entre madrileños y las razones esgrimidas por el alcalde en su discurso de inauguración son falsas ya que, según sus palabras, es “una estatua que, desde hoy, será testigo del pulso de la ciudad y del inquebrantable compromiso de lealtad con España y con la unidad de la nación” de un cuerpo “ejemplar y heroico” que lleva trabajando 102 años para que “podamos disfrutar de la seguridad y de la libertad” de la que gozamos hoy en día en Madrid”. ¿Es que los madrileños no son leales a España? ¿Corre peligro la libertad en Madrid? Precisamente lo señala la cúpula de un partido que demuestra su sectarismo retirando el nombre de ilustres representantes del pueblo a varias calles de la capital, destruyendo la placa de alguno de ellos. Como exmiembro del cuerpo, mantengo que el monumento, más que un homenaje a la paz, lo es a la guerra.

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Fernando Granada es socio de infoLibre

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