Paisaje después de la batalla (26). 'Match Point'

Marcelo Novoa Fiallo

La suciedad, el barro y la mentira (convertidas en insoportable ruido) han sido las protagonistas de esta larga campaña electoral superando todas las previsiones, lo que ha llevado, por ejemplo, a un hombre tan mesurado como Antonio Muñoz Molino a escribir La Era de la vileza. Sabíamos que Vox, sin programa ni propuestas (ni falta que les hace) continuaría sembrando odio y, como en los tiempos de la Alemania nazi con los judíos, los inmigrantes seguirían siendo “sus judíos”

1. El PP ha ganado las elecciones (indiscutible). Pero vivimos en una democracia parlamentaria. En España no elegimos al presidente de Gobierno de forma directa, elegimos diputados, quienes tienen el mandato popular de elegir al presidente del Gobierno. Y aquí viene el problema del PP. Es un partido incapaz de reunir consensos en el Parlamento por sus pactos con Vox. Nadie quiere apoyar a un partido que pueda llegar a La Moncloa del brazo del neofascismo, con un vicepresidente como Santiago Abascal. Nadie.

2. “Vender la piel del oso antes de cazarlo” ha sido el gran error del PP, probablemente porque su concepción patrimonialista del poder le lleva hacer falsas lecturas del comportamiento electoral de los españoles y a confundir encuestas con sufragios (una semana antes del domingo electoral ya se habían repartido ministerios y vicepresidencias). Díaz Ayuso (con su chulería habitual a lo Trump) dijo en un mitin “esto ya está ganado, lo que queda de campaña sobra”. Bien es cierto que la lamentable intervención de Pedro Sánchez en el mano a mano con un Feijóo (bien preparado en la mentira y el cinismo por Miguel Ángel Rodríguez, el Steve Bannon castizo) les dio alas y llevó a la izquierda a una suerte de depresión.

3. El objetivo de toda la izquierda, del progresismo y del sentido común era impedir que PP/Vox llegaran a la Moncloa. Qué el neofascismo ocupara una vicepresidencia en el Gobierno de España y empezaran a derogar todos los avances de los últimos 30 años. “Derogar el sanchismo”, era eso. Y lo iban hacer porque el PP ya venía comprando el discurso y las propuestas de Vox desde que gobiernan con ellos en las CC.AA. y ayuntamientos. Por eso, una gran parte de los votantes “cabreados” de izquierdas que se abstuvieron el 28/M, esta vez, salieron a votar.

“Vender la piel del oso antes de cazarlo” ha sido el gran error del PP, probablemente porque su concepción patrimonialista del poder le lleva hacer falsas lecturas del comportamiento electoral de los españoles y a confundir encuestas con sufragios

4.  Vox ha perdido 19 diputados (De 52 ha pasado a 33) y la caída desde 2019 es constante (todo lo contrario de lo que ocurre en el resto de Europa). La primera consecuencia es que ya no tendrá capacidad de presentar recursos de inconstitucionalidad a leyes del gobierno y con ello bloquear, por un tiempo, la entrada en vigor de las mismas (necesita mínimo 50)

5. A la izquierda del PSOE (Sumar) el resultado, sin ser malo, no es el esperado. Pero nos olvidamos que este partido lleva tres meses de vida. No se presentó a las elecciones del 28M, se presentó Podemos y sufrió un serio revés hasta desaparecer en comunidades autónomas relevantes, propiciando la formación de gobiernos de PP/Vox. Si el resultado de PP/Vox, hubiese posibilitado la formación de un gobierno de extrema derecha, no me cabe la menor duda de que “los cuchillos” dentro del espacio de Sumar habrían empezado a sonar al día siguiente del escrutinio y los diputados de Podemos se habrían sentido “libres” para salirse de la coalición e iniciar su “particular retorno a las esencias”

6. Dos miserables: Felipe González y Pablo Iglesias. Nunca en la centenaria vida del socialismo español había existido tanta mezquindad, tanta vileza como ahora. Ni siquiera en los peores momentos de su historia. Ni en la dramática escisión que produjo el ala más radical en 1921, ni en las discrepancias durante la Segunda República (entre Largo Caballero e Indalecio Prieto). Ni en la clandestinidad. Ni siquiera cuando Felipe González abandonó el marxismo o el trauma que produjo la entrada en la OTAN. Siempre los líderes que acababan su mandato apoyaban a los que entraban. Era la Ética del partido. Esa tradición la ha roto Felipe González al no apoyar al nuevo líder del socialismo español. Una vergüenza. No sólo no apoyo sino que, en el único pronunciamiento que realizó durante la campaña electoral, deslizó la “tesis trampa” del PP sobre el apoyo a la lista más votada.

P. Iglesias por su parte, no ha hecho ni el más mínimo esfuerzo por apoyar a la candidata de Sumar (a pesar de que Podemos forma parte de la candidatura). Es más, sus secuaces han animado a no votar, “dolidos” porque a su pareja, Irene Montero, no se la incluyera en las listas. Miles de votos se han perdido en el camino, lo que ha impedido un mejor resultado de Sumar.

7. De paradojas españolas. Cataluña increíble!! Ha recuperado el “seny”. El PSC (los socialistas catalanes) han barrido. No sólo es la primera fuerza política de Cataluña (con mucha diferencia), sino que Sumar pasa a ser la segunda y el independentismo (de izquierdas y derechas) es superado incluso por el PP/Vox. Paradojas de la vida, PP/Vox sólo podría llegar a la Moncloa con el apoyo de Puigdemont desde Waterloo. ¿Nos echamos unas risas? O nos apuntamos al “Match Point” de Pedro Sánchez.

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Marcelo Novoa Fiallo es socio de infoLibre.

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