La terraza de “El Perdidos”
A Peñarrubia y Carlos. In memòrian.
Trescientas palabras. No apuesto por más. Justitas.
Vermut con hielo, medio cigarro y un teclado cargado de intenciones en el que libro a diario batallas. Donde no llegan las esquirlas ni el fuego amigo. Cómodo. Desde “El Perdidos” de nuevo, apuntalando frases y obviando titulares. La nota de corte para las grandes digitales es cansinamente alta. Excesivo ruido.
La contienda electoral en la que se encuentra inmerso este país muestra la cara pérfida y taimada, carente de toda ética política de la derecha de ultramar. La otra, la extrema, es tan demencial y rancia que no pienso realizar esfuerzo alguno por adjetivarla.
Puede que la ciudadanía de este país haga oídos sordos al eco de los medios y sea lo suficientemente objetiva como para no dar empaque a personajes de medio pelo, prendas que solo buscan el titular y en consecuencia el voto
El eco de la noticia o el titular no va en función del calado, fuste o viabilidad de la propuesta programática. Se rige por la herida que se le va a intentar infligir al adversario político, va directa o no a la yugular, independientemente de su veracidad, o es tan pueril y descabellada que no merece ser tratada. La cuestión es: ¿hay que dar eco a toda la basura que pulula en el “Circo Máximo”? No será en este artículo.
Puede que, tal vez, la ciudadanía de este país haga oídos sordos al eco de los medios y sea lo suficientemente objetiva como para no dar empaque a personajes de medio pelo, prendas que solo buscan el titular y en consecuencia el voto, para seguir sacrificando el derecho a la sanidad pública, la vivienda, la educación o el Estado del bienestar, por el que tanto se ha tenido que batallar. Desde la calle, los teclados o monte arriba.
Declaraba en el festival de Cannes Harrison Ford, Indiana Jones, que él no siente el paso del tiempo, lo padece. Ya somos dos.
Trescientas palabras. No apuesto por más. Justitas.
Es lo que hay y acontece.
________________
Pako Martí es socio de infoLibre.