Una más

Puede que el calentamiento climático se haya acelerado, pero también asistimos a la aceleración del calentamiento mediático cara a la conferencia que comienza hoy en París.

Si los científicos toman la precaución de establecer una horquilla de valores y también cierta precaución a la hora de determinar los posibles escenarios, ciertos medios de comunicación caen, sin ningún matiz, en un catastrofismo digno de las peores series b estadounidenses. Lo más triste, sabiendo, por lo menos eso espero, que probablemente, una vez acabada esta vigésima primera conferencia sobre el calentamiento, la situación cambie poco, por no decir nada, con respecto a las veinte primeras.

Desde el comienzo de la era industrial, el calentamiento del planeta ha aumentado acelerándose sensiblemente esta última década, lo cual, si tal tendencia continuara, la temperatura media podría alcanzar, de aquí a fin de siglo, cinco grados más. Un calentamiento que engendraría importantes cambios en el planeta.

En realidad la mayoría de estas previsiones anunciadas son hipótesis; los modelos informáticos que utilizan los climatólogos para prever el futuro no son perfectos, lo que no impide que haya que temer la probabilidad de que éstas se cumplan, cosa que significaría un real peligro para el conjunto de la población mundial.

Mientras se reunían los ministros de los principales países en una preconferencia para preparar la conferencia, en un documento de la ONU se podía leer que los compromisos negociados y pactados por los diferentes dirigentes de cada país, no impedirían que la temperatura media mundial aumente de tres grados para 2100. Lo idóneo según los especialistas sería que la temperatura no supere un aumento de dos grados. Este documento habla por sí mismo, en cuanto a la voluntad, por parte de los dirigentes políticos reunidos en París de iniciar un cambio significativo.

A los dirigentes reunidos en París les preocupa tanto el planeta como les preocupan los hombres. Es muy difícil creer que esa gente sea capaz de controlar el clima cuando son incapaces de organizar la economía racionalmente. En realidad, no son los Rajoy, Hollande, Obama u otros de la misma índole quienes podrán actuar sobre el calentamiento climático ya que no son ellos quienes dirigen realmente la economía mundial.

Los que realmente podrían influir sobre tal hecho, serían los consejos de administración de las más influentes multinacionales, consejos de administración que toman las decisiones de inundar los mercados con los productos manufacturados que más rentabilidad tienen, sin preocuparse, ni de las necesidades reales de la población ni, claro está, del destino de esos productos una vez inutilizables. Es más, para seguir sacando rentabilidad a tales productos, se las apañan para que la vida útil de estos productos sea cada vez más corta para obligarnos a cambiarlos.

La economía de mercado, la competencia, dificultan el dominio consciente del futuro por parte del capitalismo, por eso mismo, su sistema de producción, no puede ser la solución a los problemas sociales que el mismo genera, tanto climáticos como sociales.

Mario Diego Rodríguez es socio de infoLibre