A ver si me explico

Juan Manuel Arévalo Badía

Una buena amiga mía utiliza esta frase en aquellas situaciones en las que necesita enfatizar el fundamento final de una idea, a modo de conclusión de su planteamiento. Puede que sea, a mi modo de ver, la locución que los latinos utilizaban al traducir a Homero en las situaciones más increíbles y extraordinarias: mirabile dictu et visu. Como mi amiga, yo también voy a tratar de explicarme.

Retrocedan a finales del siglo XX y primera década de este y recuerden aquella alegre tela de araña que se tejía de la mano de los promotores de la desregulación total de los mercados y la economía, que derivó en las famosas subprime hundiendo la teoría de la mano invisible y perfecta del capital. Todo esto sucedió en los Estados Unidos, país en el que el senador McCarthy, hepáticamente cirrótico, se encargo en los años 50 de iniciar una caza de brujas para limpiar de socialcomunistas su país y demonizar para los restos cualquier ideología que contuviera atisbos de bienestar social con azufrado demoníaco, a cargo del Estado. El mercado por sí solo lo regula todo. Dejo claro que quienes dirigen la política estadounidense forman parte de una corriente internacional a la que está vinculado el Partido Popular.

Cada cual puede adscribirse en donde democráticamente estime, pero no es honrado ocultarlo. Sigo con lo de las hipotecas basura. Empaquetaron productos de muy dudoso cobro y la mejor manera de venderlos era disfrazarlos en preciosos envoltorios financieros con altos tipos de interés. Como el riesgo era alto, se encargaron de que las agencias de calificación, que además eran de su propiedad las matricularan con una “AAA”, es decir, con un 0,12% de posibilidades de impago, (too big to fail) (Demasiado grande para quebrar) era el lema de Lehman Brother, que quebró y a la que pertenecía el señor De Guindos (luego ministro de Economía de España, y ahora vicepresidente del Banco Central Europeo).

Cuando la crisis originada por esas corrientes políticas llega a España, el Partido Popular ya se había puesto la gabardina para evitar que le salpicara e inicia una campaña para señalar como culpable al presidente Rodríguez Zapatero. El Parlamento Europeo, controlado por el Partido Popular Europeo, lanza unas medidas de austeridad económica (el denominado austericidio) que hunden a países como Grecia y causan a España un agujero de 80 mil millones de euros en el sistema financiero. Rajoy se erige como salvador de lo que su propio sistema económico ha propiciado y además la mayoría absoluta del electorado lo avala. La postverdad y la mentira han triunfado, ante un pueblo que se deja plácidamente engañar. Luego vendrán la reforma laboral, el empleo precario, el aumento exponencial de la pobreza, la desigualdad y la corrupción. Lo de galletas Siro en Castilla y León con 40 años de gobierno de Partido Popular resultará ser culpa de Felipe Gonzalez. No le den más vueltas. A ver, creo que me he explicado. Sobre todo, porque hay que volver a elegir.

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Juan Manuel Arévalo Badía es socio de infoLibre

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