Verónica Forqué o la delicadeza en el gesto...

Antonio García Gómez

...tierno…, triste, ingenuo, descarnado...

"He sido una mujer sometida y no fui consciente hasta que casi me muero…” . Verónica Forqué

 

El payaso, la payasa…

de los ojos tristes,

de la mirada amarga,

de la sonrisa apagada,

disimulando la tristeza

implacable

que acabará languideciendo

bajo el estertor

del eco apenas audible,

del ruido alborotado

azuzando claqué

de los zapatones…

perdidos, torpes,

golpeando el serrín sucio,

al final de la función,

apagadas las luces,

huidos los aplausos,

vacía el alma,

de la payasa de la mirada

apagada,

del payaso del maquillaje

corrido.

Arrastrando la soledad de

“los payasos tristes”,

El rictus marcado

a fuego y desencanto,

tras haber hecho reír

al “respetable”

que también abandonaba

la función con un rictus

de amable desconsuelo.

Veronica Forqué: descanse en paz

en medio de las medias sonrisas

de quienes aplaudíamos,

también tristes,

al acabar la…

función diaria,

apagadas las luces de neón,

sola “la Forqué”…

en su camerino, a solas.

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

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