Yvonne Blake propone “transparencia” para la Academia de Cine

"Todo el mundo nos da el pésame, y no deja de ser un reflejo de lo que está pasando en el país: todo el mundo quiere un Goya pero nadie quiere esculpirlo". El cineasta Mariano Barroso (Todas las mujeres, Invisibles) no duda en admitir que tratar de presidir la Academia de Cine, en este momento, no es un trabajo grato. La presentación de la candidatura de la figurinista Yvonne Blake a la presidencia de la entidad, acompañada del mencionado director y de la actriz Nora Navas (Felices 140, Pa negre), estuvo trufada este martes de expresiones de ánimo y alabanzas a los "valientes". Es la única terna que se ha atrevido a concurrir en las elecciones del 15 de octubre tras la dimisión del anterior quipo, formado por Antonio Resines, Edmon Roch y Gracia Querejeta, que dimitió en verano. 

"La transparencia es el primer punto de nuestro programa, tenemos que pasar el algodón por nuestros hechos cada dos por tres", ha propuesto Blake, actual presidenta interina, en la presentación de su candidatura. Ni ella ni sus compañeros han respondido, sin embargo, a las preguntas de los medios sobre las últimas polémicas que han afectado a la entidad: las razones de la dimisión del anterior presidente; el cese del exdirector general, Porfirio Enríquez; y la información publicada por el semanal Ctxt de que Resines creó una empresa para gestionar la gala de los Goya sin consultarlo con la Asamblea, máximo órgano de decisión de la institución. "No es el momento", ha zanjado la candidata, que, aunque no tenga competencia, debe ser refrendada con un sí o un no por los académicos. 

Antonio Resines y Edmon Roch, anteriores presidente y vicepresidente de la Academia, dimitieron el pasado julio —Gracia Querejeta, también vicepresidenta, lo hizo días antes— alegando "serias discrepancias con parte de la Junta Directiva" que dificultaban el "trabajo diario de la terna". Ha sido la única pregunta a la que Blake ha contestado sin ambigüedad: "La Junta Directiva no obstruye lo que uno quiere hacer. Con una buena Junta, que es lo que tenemos en este momento, no vamos a tener discrepancias". Como representante del área de vestuario, ella misma es miembro de este órgano, en el que la Asamblea de académicos delega las decisiones y del que forma parte también la presidencia. "No veo razones para darle más poder a la presidencia, porque se puede caer en el caciquismo", ha dicho la candidata.

Otro de los temas que han empañado la imagen de la institución en los últimos meses ha sido el cese fulminante de Porfirio Enríquez, director general de la institución y responsable de su gestión económica, hace una semana. El director declaró entonces estar "totalmente en desacuerdo con la decisión", cuyos motivos no se han hecho públicos. "El cese de Porfirio Enríquez es historia, pero estamos de acuerdo en hablar de ello en otro momento, porque no es ningún secreto, pero esta no es la noche", sorteaba Blake, que forma parte de la misma Junta Directiva que tomó la decisión. En otro momento del acto, la candidata lanzó, sin embargo, un dardo contra "la presidencia y la dirección" anterior, a quienes acusaba de tomar decisiones económicas sin consultarlo con la Junta: "En el pasado hemos tenido problemas por el dinero gastado, [la gestión] ha sido bastante opaca". 

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Resines y Edmon Roch dimitieron cinco semanas después de que Ctxt publicara que el primero había creado una empresa privada para gestionar la gala de los Goya sin consultarlo previamente con la Junta Directiva ni la Asamblea. Ante las preguntas de los periodistas sobre este hecho, Mariano Barroso ha respondido con distancia: "No tenemos datos porque ni siquiera tenemos acceso a eso. Nos estamos presentando, y, si nos eligen los académicos intentaremos enterarnos de algo". El reglamento para la organización de la gala de este año ya está aprobado, por lo que no habrá grandes cambios. Si resulta elegida, Blake ha prometido una gala "un poquito más austera pero con mucho encanto y elegancia". 

Al margen de los fuegos que tendrá que apagar la candidatura si es finalmente refrendada, Blake basó su propuesta en tres ideas: la transparencia de la institución, la revisión de los estatutos para que las nuevas generaciones puedan acceder a la Academia y mejorar el diálogo con las administraciones. La primera es, según la candidata, una "idea general" de su programa, para la que no especificó ninguna propuesta concreta. Tampoco pudo precisar cuáles serían los hipotéticos cambios de los estatutos, aunque sugirieron rebajar los requisitos de ingreso para que puedan formar parte de ella quienes "llevan haciendo cine los últimos diez años". La candidatura propuso también el uso de los espacios de la institución, situada en la calle Zurbano, para la organización de talleres formativos. 

Barroso habló también de "reclamar el respeto que se debe" al cine español por parte de la administración del Partido Popular, a la que acusó de ejercer un "castigo y desprecio" sistemático a la profesión. Pero la costosa formación de nuevo Ejecutivo hace que los hipotéticos contactos con el Ministerio se retomen: "Se va a aclarar antes el tema de la Academia que el del Gobierno. Si nos eligen los académicos, esperaremos a que se forme". Ambos procesos podrían describirse con la misma frase del director: "Hay un cierto desconcierto, pero nos estamos buscando".