Crisis en la eurozona

Grecia flirtea con el interés ruso por sus infraestructuras para negociar con la UE

Grecia flirtea con el interés ruso por sus infraestructuras para negociar con la UE

La economía griega supone apenas el 2% de la eurozona, tiene la cuarta parte de habitantes que España y su producto interior bruto (PIB) es de 220.000 millones de euros. Por comparar, el tamaño de la economía griega equivale a la facturación anual de Volkswagen.Pero la salida de Grecia de la moneda única podría  provocar un terremoto. Los ministros de Economía de la zona euro conocen los datos y van a analizar en sesión extraordinaria las nuevas peticiones del Gobierno que dirige Alexis Tsipras para devolver la deuda que asfixia al país (175%).

La partida ha comenzado y Grecia ha movido ficha. El ministro de Defensa, del partido nacionalista Anel –socio de Syriza–, Panos Kammenos, ha asegurado que si la UE no ayuda a Grecia, el Gobierno podría solicitar la ayuda a otros Estados como Rusia, China o EE UU. Rusia y China están intesados en los ferrocarriles y los puertos griegos.

La partida es intensa. El 28 de febrero vence el plazo para que Grecia y la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) acuerden la extensión del rescate cerrado en 2012. Grecia ni quiere la extensión ni acepta a la troika, a la que acusa de aplicar políticas de austeridad que han llevado a la ruina al país. El nuevo Gobierno de Alexis Tsipras sostiene que, si los socios de la eurozona no entienden sus razones, pedirá ayuda en otra parte.

Más que un farol

El anuncio de Grecia puede ser más que un farol. El nuevo Gobierno de Syriza ha preparado el escenario de acercamiento a Rusia desde antes de su victoria del 25 de enero. Alexis Tsipras viajó a Moscú para reunirse con dirigentes rusos en mayo del 2014, dos meses después de la incorporación de Crimea, y se pronunció en contra de los planes de expansión de la OTAN en Europa oriental.

En contra de lo habitual, la primera recepción oficial fue al embajador de Rusia, Andrei Maslov, y no al estadounidense, David Pearce. El ministro y líder de Anel, Panos Kammenos, calificó a Rusia de aliado natural y fue invitado formalmente a visitar Moscú. El presidente ruso, por su parte, Vladimir Putin elevó la invitación al nuevo presidente griego, Alexis Tsipras. La política de gestos es continua. 

Grecia –miembro de la OTAN– y Rusia tienen mayoría de población ortodoxa y han coincidido antes en asuntos importantes.  Moscú y Atenas se opusieron a la independencia unilateral de Kosovo en 2008 y el nuevo Ejecutivo griego ha contenido la política de sanciones a Rusia. El vínculo comercial también es fuerte: el turismo ruso, muy presente en Grecia, le aporta ingentes ingresos al sector.

Rusia y el petróleo

Aunque la economía de Rusia está apurada por la caída de precios del petróleo y enfangada por los conflictos de Crimea y de Ucrania, la pieza griega es tentadora. Lo es desde el punto de vista geopolítico, pero también económico. No es la primera vez que Rusia juega el papel de salvador. En 2008, tras la explosión de la burbuja financiera, las inversiones rusas tuvieron un papel destacado en Islandia –otro país miembro de la OTAN– y en Chipre. En Islandia, Rusia jugó un papel destacado en la nacionalización del segundo banco del país Lansbanki y en Chipre, tres años después, también hubo créditos blandos rusos para apoyar al Gobierno de Demetris Christofias.El interés ruso por Grecia es también económico. Grecia, con un PIB que es la mitad que el de Turquía –miembro de la Alianza Atlántica– pero el doble que el de la vecina Bulgaria, es el tercer país por población del área. Tiene mucho interés para la inversión rusa y también china.

Según recogen los informes comerciales elaborados por el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX), las compañías rusas Zarubezhstroitekhnologia (ZST) –contratista de Russian Railways para proyectos en el exterior–  quiere participar en la renovación del sistema ferroviario griego, de apenas 3.000 kilómetros, con diferentes anchos de vías en buena parte de la red y con vías únicas. Como la rusa ZST, la china Cosco también aspira a parte de las obras.

Puertos internacionales

También interesan los puertos. Grecia tiene 16 puertos internacionales, entre ellos del mayor del Mediterráneo, El Pireo, que mueve 24.000 buques al año. Como en los ferrocarriles, chinos y rusos compiten por participar en el negocio. Son dos empresas chinas (ZTE) y Cosco y la rusa ZST. El puerto de Salónica, clave en el negocio turístico, está en el punto de mira de las empresas.

Irlanda advierte a sus socios europeos que exigirá el mismo trato que se dé a Grecia

Irlanda advierte a sus socios europeos que exigirá el mismo trato que se dé a Grecia

El Gobierno de Syriza ha paralizado las privatizaciones pùestas en marcha por el anterior Gobierno, pero con la partida del rescate en pleno desarrollo, el interés de rusos y chinos puede ser una baza importante para Grecia. Mucho más cuando empresas como Alstom (Francia), SNCF (Francia) Siemens (Alemania) y Bombardier (Canadá) también quieren parte del negocio.

Lo que parece claro es que el plan de privatizaciones, tal y como se concibió y se aprobó por la troika, no se va a aplicar. El nuevo Gobierno de Syriza tiene argumentos de peso. Giorgos Stathakis, el nuevo ministro griego de Economía, Infraestructuras, Asuntos Marítimos y Turismo, ha justificado la decisión por los abultados errores cometidos por el FMI al calcular los resultados del plan de privatizaciones.

De acuerdo con el Gobierno griego, el FMI estimaba que la privatización supondría ingresos para el Estado de hasta 50.000 millones, pero las expectativas cayeron a 14.000 millones primero y a 3.000, después. The Wall Street Journal informó, no obstante, que el Ejecutivo griego podría dar marcha atrás a la paralización de la venta en el caso del puerto del Pireo.

Más sobre este tema
stats