La industria de eventos empresariales genera ya tanta actividad como el sector de la electrónica de consumo

Imagen de archivo de un evento empresarial.

La industria de eventos empresariales genera más de un billón de dólares anuales en la economía global, según el primer estudio sobre la importancia económica global de los eventos empresariales realizada por el Events Industry Council (EIC) y Oxford Economics. Esa cifra es el gasto directo en todo lo relativo a la organización de ferias, convenciones, juntas, simposios, conferencias… incluidas las inversiones de los exhibidores y lo relativo a los viajes de negocios para la asistencia a eventos.

En 2017, según el estudio, los eventos de negocios reunieron a más de 1.400 millones de participantes en más de 180 países. En Estados Unidos y Canadá se gastaron 381.000 millones de dólares, 291.000 en Asia y 266.000 en Europa. La industria de eventos empresariales emplea a 10,3 millones de personas. Con su billón de dólares en total, esta actividad empresarial se sitúa al nivel de la industria de electrónica de consumo en términos de tamaño y alcance.

Esas cifras también engloban los conocidos como Investor Days, donde decenas de representantes de entidades de inversión o de agencias de rating bursátil, acuden durante un día a recibir información de los principales ejecutivos sobre planes estratégicos y perspectivas de futuro.

Pero este tipo de eventos también tienen otra cara: si no se organizan correctamente, pueden generar un consumo enorme de materias primas, una cantidad desmesurada de residuos o gastos energéticos desproporcionados, circunstancias todas ellas muy poco sostenibles.

Una forma de garantizar ante terceros el compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente es buscar certificaciones independientes, como las que otorga Aenor, una entidad global que desarrolla operaciones en 90 países en las actividades de certificación, verificación, validación o inspección.

Así que no es de extrañar que las compañías busquen su certificación para los eventos que organizan. En España, por ejemplo, Aenor ha certificado que “el Santander es la primera gran empresa del mundo cuyo Investor Day, y no solo su junta de accionistas, es sostenible”. “Aenor ha certificado que todos los procesos para la celebración del Investor Day del Santander han seguido criterios de sostenibilidad que permiten reducir sus impactos y generar beneficios económicos, ambientales y sociales en el entorno donde se realizan”, explica un portavoz de la entidad financiera.

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