Los trabajadores de Coca-Cola y sus familiares emprendieron este domingo una marcha de 20 kilómetros desde la planta de Fuenlabrada a la Puerta del Sol de Madrid para protestar contra los 1.250 despidos que prepara la empresa (587 en esta fábrica). La multinacional no da su brazo a torcer y los trabajadores ya han comenzado una huelga indefinida y un boicot: hoy pidieron a la ciudadanía que solidarice y empezaron a repartir botes de Pepsi.

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