La violencia ha vuelto a estallar en Ciudad de México. Dos meses después de la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala, una marcha por la capital del país ha acabado con cientos de manifestantes arrasando cuantos establecimientos encontraban a su paso armados con piedras, palos y bombas incendiarias. Los clientes de esta cafetería, tratan de pasar inadvertidos, pero son presa del pánico. Del otro lado, cientos de efectivos policiales han salido a la calle y han tratado de disolver a los manifestantes con bombas lacrimógenas. Varias personas han resultado heridas. Mientras, en la plaza de la Constitución, miles de personas encendían velas. Allí, el padre de uno de los jóvenes desaparecidos, como el resto de familiares, reclaman justicia al Gobierno de Peña Nieto.

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