Los manifestantes han marchado pacificamente pidiendo la destitución de la presidenta. ¡Fuera Dilma! han gritado en todas las marchas convocadas. Dilma Rousseff se enfrenta a una conflictiva situacion social, poítica y económica derivada del gran escándalo de corrupción en Petrobras. Su ministro de Justicia José Eduardo Cardozo ha comparecido para resaltar "la necesidad de profundizar en las medidas para combatir la corrupción". Medidas que serán enviadas al Congreso para su aprobación. Rousseff comenzó hace menos de tres meses su segundo mandato presidencial y su popularidad ha caído en picado por una economía estancada, una inflación desatada y decenas de legisladores investigados por su supuesta participación en el escándalo de Petrobras. Miles de los manifestantes llegaron incluso a pedir una intervención militar que ponga fin a más de 12 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores. Y lo pedían paradojicamente el día en que se cumplen 30 años del retorno de la democracia a Brasil después de una larga dictadura militar.

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