Curioso el regalo que le ha hecho Evo Morales al papa a su llegada a Bolivia: un crucifijo sobre una hoz y un martillo. Reminiscencias marxistas, que el pontifice ha aceptado de buen grado. Antes de llegar a La Paz el papa Francisco había tomado una infusión de coca para combatir los más de 3.000 metros de altitud en la capital boliviana. La visita, de tres días, continúa este jueves con varios actos en la ciudad de Santa Cruz.

Más sobre este tema
Publicado el
stats