Imágenes tomadas por un satélite confirman la destrucción del templo de Bel en Palmira. En una comparativa se aprecia la desaparición de la mayor parte del monumento. Se trata del segundo santuario dinamitado por el Estado Islámico este mes después de hacer estallar el templo de Beel Shamin el pasado 25 de agosto. Las fotografías confirman así los indicios del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos que este lunes dio la noticia. Este templo romano que databa del año 32 d.C. era una de las joyas arquitectónicas de la ciudad del desierto sirio. Así, el grupo de insurgentes sigue con su objetivo de destruir un símbolo cultural. Acciones que la UNESCO ha catalogado como crímenes de guerra. Además, los yihadistas decapitaron y colgaron en público al jefe de arqueología de Palmira hace dos semanas.

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