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José Manuel Freire, portavoz socialista en Sanidad, ha acusado a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, de intentar “controlar” las informaciones de los médicos sobre el estado de salud de la enfermera infectada de ébola. Asegura que las declaraciones de uno de los médicos que la atienden a las puertas del hospital, se realizaron “fuera de un escenario formal, dando cuenta de lo que había dicho la paciente” y que según sus fuentes, “el médico nunca hubiera hecho esas declaraciones en público, de no haber tenido la confirmación de la Consejería”. Javier Rodríguez ha querido defenderse se las acusaciones, restándole importancia a las declaraciones del médico y enfatizando en los riesgos que puede generar que “nadie tenga inconveniente en ponerse al lado de un médico que está tratando a un enfermo de ébola, rodearle, tocarle y ponerle los micrófonos en la boca”. El consejero afirma sentir preocupación por el riesgo que puede suponer, aunque “suponemos que lo ha hecho todo bien”, ha asegurado.

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