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Mariano Rajoy compareció el 6 de abril ante el pleno del Congreso para defender el pacto de la Unión Europea con Turquía para deportar refugiados. Era su primera vez como presidente en funciones, algo que con ironía han celebrado todos los grupos de la Cámara. Rajoy aseguró que ha cumplido con el mandato institucional aprobado por todos los grupos parlamentarios, y que gracias a España se moderó este acuerdo, con la prohibición de las devoluciones masivas de manera expresa. Pero no lo vio así el resto del Parlamento. Pablo Iglesias le ha dicho que esos refugiados huyen del terrorismo y de las bombas, las mismas de Bruselas y París, y que no son menos que los europeos. La portavoz de ERC, Ana María Surra, se presentó a sí misma como refugiada y Pedro Sánchez prometió convertir España en un país de acogida si es finalmente es presidente. Por su parte, Alberto Garzón anunció una querella contra Rajoy por delitos de lesa humanidad.

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