Minuto y resultado

Juan Carlos Fraile Pérez

En los últimos tiempos, me parece asistir en los espacios informativos de información política a una especie de retransmisión deportiva, donde los propios periodista no se recatan en pedir un titular sobre tal o cual información. Personalmente me parece insufrible. Y los responsables, en buena parte, son los propios periodistas. Sé que viven de sus audiencias, de sus shares, de sus tuiteos y retuiteos, de los me gusta. De sus impactos en pantallas, redes y repiqueteos. Pero es una aberración. Puedo comprender la simplificación sempiterna de los forofos: de Belmonte o Manolete, de Cristiano o Messi, de Belén o la Campanario. Pero, por las orejas de Buda, ¿qué tiene que ver éso con la reflexión y matices necesarios para abordar temas de calado como las cuestiones de Estado? "No podemos permitirnos gastar más de lo que ingresamos". Hay que hacer lo que Dios manda o tenemos derecho a votar. Sí o no. Minuto y resultado. Adelante fulanito en Valencia: ¿cómo van las cosas en Mestalla? A ver, Congreso de los Diputados, zutanito, ¿qué pasó con la votación de los Presupuestos Generales del Estado? Hay temas que obviamente dependen de un titular, de una última hora, pero otros no se pueden introducir en la agenda frívolamente. Si no se tienen medios, abstenerse. La noticia es un bien informativo; el debate, también. Pero cada cosa en su sitio.

Una consulta médica no es un quirófano y ambos son actos médicos. La actualidad política española pasa a velocidad de vértigo por los diferentes espacios informativos, como un carrusel deportivo, pero veo muy pocos espacios informativos donde la misma información sea tratada con la pausa requerida cuando el trasfondo lo requiere. No es cuestión de minuto y resultado, es más bien, pausa y racionamiento. Pero esta claro que ni la pausa ni el racionamiento están de moda. Todo pasa por la urgencia y el aquí y el ahora. Como mucho un par de tertulianos apremiados siempre por el segundero. Nada de pensamientos elaborados. Un exabrupto, un vómito, incluso una reflexión breve vale. Pero breve; minuto y resultado. Imagínese un debate sobre el sistema de educación para una sociedad como la nuestra, con filósofos, catedráticos, de Helsinki, Pekín o Harvard.

Este planeta, espero, tiene algún que otro siglo por delante si no nos empeñamos en destruirlo, pero con el aquí y el ahora no vamos a preservarlo. Aquí, en España, nos obstinamos en reducirlo a un rifirrafe continuo entre los que están en el sillón y los que pretenden reemplazarlos. Pero a corto plazo. Nadie piensa en la próxima generación, como mucho,en las próximas elecciones. Es que nadie piensa que este planeta no es nuestro y que simplemente lo tenemos como legado para nuevas generaciones. Y aún reduciéndolo a lo nuestro, ¿es que todo se acaba en PP, PSOE, CIU, PNV,CIU, incluso PODEMOS? Hay vida más allá. Por favor, no piense en las quinielas, trate de imaginar la sociedad de su tataranieto.

Juan Carlos Fraile Pérez es socio de infoLibre

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