Año 2015: El PSOE es la clave

Luis Serrano

Las elecciones autonómicas,municipales y generales se celebrarán en 2015. ¿Están listos los demócratas de este país para enfrentarse a este reto? Para arrebatar el poder al Partido Popular, como jamás antes, son imprescindibles la movilización masiva del voto ciudadano y la unidad, sin precedentes, de todas las fuerzas políticas de la izquierda. España vive un momento excepcional.Y debido al carácter singular del tiempo que afrontamos, y con el fin de evitar un posible pucherazo del PP de última hora, sería aconsejable la presencia de observadores independientes internacionales para que el proceso de las elecciones, que arranca el próximo mayo, siga su curso sin sobresaltos.

Izquierda Unida y Podemos encontraron, al parecer, un punto de entendimiento. El diputado de IU, Alberto Garzón, designado por la ejecutiva de su partido para "buscar contactos y posibles alianzas" con partidos y formaciones progresistas, reconoce que entre Izquierda Unida y Podemos se consumó el acercamiento y que los resultados de estos contactos se conseguirán tan pronto como la formación de Pablo Iglesias celebre su Asaramblea Constituyente, el próximo octubre [ya celebrada]. "Fenómenos como Podemos" son vistos por la gente con "ilusión", explica el diputado por Málaga. Y con una incuestionable sinceridad, impropias en otros líderes políticos, reconoce que "hace ya tiempo que se constata que Izquierda Unida sola no puede hacer la transformación social y es necesaria la confluencia con otras fuerzas y movimientos sociales".

Podemos, a su vez, y a pesar de la urgencia que demandan los acontecimientos, prefiere seguir pisando el freno y tomarse las cosas con calma. Consciente de ser una fuerza política a tener en cuenta la formación de Monedero e Iglesias, a pesar de insistir en la necesidad de converger con otros partidos, rechaza tomar decisiones apresuradas. A poco más de ocho meses de las elecciones autonómicas y municipales la táctica elegida por Podemos puede que no sea la más acertada. La excusa de que será la Asamblea Constituyente de otoño la que estudiará las propuestas ofertadas y elabore el protocolo de actuación puede ser mal interpretada, debido al corto plazo que nos separa de las elecciones; o despertar sospechas infundadas sobre las intenciones de la organización. El diario infoLibre hizo saber a sus lectores que miembros de la plataforma Ganemos Madrid, Izquierda Unida, Equo y Podemos se dieron cita en una librería de la capital con el propósito de constituir la Coordinadora que, al parecer,gobernará, a partir de ahora, la plataforma Ganemos Madrid. "A la reunión acordada llegaron todos los representantes asignados excepto los delegados de Podemos. Se desconocen las causas de esta ausencia de los emisarios de Pablo Iglesias.Si se sabe, sin embargo,que sus embajadores participaron, a "título personal",en los grupos de trabajo de Ganemos Madrid. Este hecho añade a la situación un punto más de confusión. Alberto Garzón (IU) recuerda, según el andalucesdiario.es, que una "alianza con el partido de Pablo Iglesias en las próximas elecciones municipales es más urgente que hace dos meses, en la medida en que empeora la situación económica y social de la población".

En los cuarteles operativos de la izquierda se trabaja a contra reloj. También Equo y Compromis se muestran partidarios, al parecer,de colaborar estrechamente con el fin de alcanzar acuerdos con el resto de los partidos de la izquierda e intentar desalojar del poder al Partido Popular.

La pregunta que se hacen no pocos españoles, y también en los centros de mando de la izquierda, es: ¿En qué bando se situará en esta próxima contienda electoral el Partido Socialista? Sería una oportunidad de oro para que la nueva ejecutiva del PSOE, liderada por el recién estrenado Pedro Sánchez, despejara ésta incognita. Su militancia reclama una respuesta clara y contundente al respecto.

Otra cuestión, no menos importante, que demanda una explicación de carácter exprés y que está estrechamente ligada con el futuro de España. En una entrevista concedida a una cadena de televisión nacional el expresidente de España, Felipe González, reconoció públicamente que es partidario de una "coalición entre el PSOE y el PP" cuando la situación del país exija apuntalar esta alianza.Más tarde se retractó afirmando que se "arrepiente" de lo dicho añadiendo,sin embargo,que esa posibilidad podría darse únicamente en circunstancias "excepcionales" o de "emergencia".

Ya que F.G., que sigue pegado a su sillón en el Consejo de Administración de Gas Natural Fenosa, no es el secretario General del Partido Socialista responder a las preguntas de ésta envergadura le corresponde a su nuevo lider, Pedro Sánchez. ¿Llegará el PSOE a un acuerdo con el Partido Popular para que la coalición permita gobernar España? En el hipotético caso de que se llegue a éste extremo ¿Se someterá ésta decisión de la dirección a la consulta de sus militantes? ¿Conoce de primera mano el nuevo mando del Partido Socialista el sentimiento de repulsa que siente gran parte del pueblo español hacia el gobierno del Partido Popular?

El clima reinante actualmente en España propicia pensar que al abrirse el proceso electoral y debido al masivo rechazo popular de las políticas ultraliberales del actual gobierno conservador, que sigue obstinadamente con sus temerarias maniobras políticas, los acontecimientos podrían desbordarse y como resultado de la producida inestabilidad se crearían en España las "circunstancias de emergencia". ¿Se aplicaría, entonces, el plan B insinuado por Felipe González?¿Cual será, concretamente, la postura del PSOE? ¿Seguirá, como si nada pasara,en el banquillo del bipartidismo? ¿Unirá su voz al clamor popular? ¿O por miedo de ser barrido de su parcela de poder pactará con el PP y se unirá a la creación de un gobierno de coalición sin contar con las aspiraciones y la voluntad de sus militantes y millones de ciudadanos españoles? Esta, estimado Pedro Sánchez, es una buena ocasión para definir su posición y, en el supuesto de querer el partido alejarse del Partido Popular y volver a sus verdaderas raíces, responder a la llamada de las centrales de la izquierda que están sumidas en un "proceso de convergencia". En las circunstancias actuales el tiempo es oro. Exceptuando tanto a la derecha más conservadora como a la izquierda radical todo el país espera la respuesta.

En una entrevista concedida a la agencia Efe el eurodiputado de Podemos, Pablo Echenique,había sugerido que pactar con los socialistas, "ni siquiera para desbancar al PP", es una misión imposible.

Entiendo que es harto dificil tratar con un partido de izquierda que a lo largo de varios años, asumiendo el papel de miembro del bipartidismo, fue cómplice silencioso de las tropelías del Partido Popular a la hora de causar un daño irreparable al país y al pueblo español. Las políticas de ajustes extremos del PP y las medidas acordadas y apoyadas desde la sombra por el PSOE han dado como resultado un balance estremecedor: el país y sus ciudadanos de a pié han empobrecido espectacularmente y miles de españoles en paro perdieron la salud, otros a sus seres más queridos a causa del estrés, divorcio o suicidio. Pero el momento histórico que vivimos requiere de los demócratas y de la izquierda, en general, una muestra de responsabilidad. Si no se busca un entendimiento con la nueva dirección del Partido Socialista, que poco o nada tiene que ver con los gravísimos errores cometidos por el anterior liderazgo socialista,estaremos, de hecho, empujando al PSOE, aún sin desearlo, en los brazos del PP. Es más que probable que gran parte de los españoles, que literalmente sueñan con librarse de éste gobierno opresivo y corrupto, no compartan ésta acción. Seremos,así mismo, responsables directos del nuevo resurgir del bipartidismo que durante años repartió angustia y dolor, inborrables, a partir de ahora, en la memoria colectiva de España. Si queremos expulsar a este gobierno de la Moncloa y obligarle a volver a los asientos de la oposición necesitamos, y con urgencia, recuperar al Partido Socialista.

Entiendo perfectamente que lo que sugiero tiene en política un nombre: oportunismo. Y este, como bien sabemos, goza de una mala fama. Pero será un oportunismo puntual. Y en el caso que nos ocupa en interés de la mayoría de éste país.Nos encontramos en una situación excepcional y se requiren, por tanto, medidas extremas. Soy poca cosa para dar consejos a los partidos en cuestiones tan trancedentales. Por tanto, mis opiniones no cuentan o tienen un valor escaso. Pero creo, basandome en algunas fuentes, que necesitamos algo más que un milagro para que el bloque: Izquierda Unida-Podemos-Equo y Compromis puedan tumbar al Partido Popular, apoyado, como es de todos sabido, por el poderoso círculo económico, empresarial y financiero de éste país, sin ignorar,claro está,a su impresionante maquinaria propagandistica, a sus voceros amaestrados y el abundante dinero que llega a las manos de éste gobierno. Ahora bien, la opción presentada podría dar el resultado buscado si una avalancha de integrantes de movimientos civiles y sociales y también votantes de izquierda, residentes en el extranjero, soliciten su inmediato ingreso en las formaciones políticas de la izquierda. Pero ésta hipotesis pertenece al mundo de las fantasías. Necesitamos algo real. Como la izquierda constitucional, fracturada a causa de sus interminables "guerras de identidad" y de "matices ideológicos" y pequeños pero destructivos conflictos armados que estallan a causa de "celos partidistas" no guarde en la manga algún plan oculto, grandes dudas me asaltan cuando me interrogo:¿Podremos desalojar al Partido Popular del gobierno de la nación? Ahora bien, una alianza comprometida y coordinada impecablemente entre IU-PSOE-Podemos- Equo y Compromis unida a los votantes de los movimientos sociales y al numeroso movimiento sindical, procedente de las centrales UGT y CCOO, más los votos de militantes y simpatizantes de la izquierda, residentes en el extranjero, si podria acabar con este gobierno y ofrecer al país un nuevo proyecto de convivencia.

Si a las puertas de las elecciones autonómicas, municipales y generales los socialistas siguen siendo tratados como proscritos pueden ocurrir dos cosas.

1. Que el PSOE, humillado y con una fuga masiva de sus militantes, termine siendo un partido testimonial.

2. Que el PSOE, un partido de centro izquierda, se desplace aún más a la derecha y se convierta en un rehén del Partido Popular, que no dejará de aprovecharse de su nuevo estatus de "partido rechazado y marginado". ¿Quien ganará al consumarse este movimiento? Algunos de los que se oponen a que el PP siga gobernando este país desde luego que no.

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Hagamos, entonces, un ejercicio de humildad. A pesar de los graves errores cometidos por dicha formación y respondiendo a las necesidades de las circunstancias actuales, sin olvidar en ningún momento que se trabaja en clave de un cambio del sistema actual, los demócratas deberían ofrecer al Partido Socialista una alianza digna y en condiciones, claro está, de igualdad. Busquemos una salida de compromiso colectivo. El pasado 28 de junio el diario Público apuntaba que Podemos "sugería un frente amplio con Izquierda Unida y PSOE para derribar el actual sistema". A lo que el eurodiputado de Podemos añadia, hace unos días, que el PSOE y Podemos "puedan estar de acuerdo en alguna medida puntual".

Ësta, compañeros de Podemos y de Izquierda Unida (y ruego que me disculpen por entrometerse en la planificación de las tácticas y estrategias trazadas para vuestras organizaciónes políticas), podría ser esa "medida puntual" cuya aprobación y puesta en práctica podría sacar al país de un peligroso involucionismo y estancamiento político y social.

Luis Serrano es socio de infoLibre

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