Seguridad y libertad deben ser compatibles

José Mera López

Tras los graves asesinatos en París de los últimos días no han tardado en aparecer en los discursos de varios mandatarios europeos, e incluso mundiales, la opinión de que debemos ceder nuestra libertad e intimidad para poder tener una falsa sensación de seguridad.

¿Qué nos puede hacer pensar que sea verdad y que a cambio de perder libertad los poderes políticos van a ser capaces de aumentar nuestra seguridad? Pues la respuesta es fácil: Ninguna.

Y es tan sencillo como que en los últimos días han reconocido por activa y por pasiva que los posibles terroristas están controlados y son conocidos, entonces ¿por qué no se actúo antes de que cometieran los asesinatos o los atentados? Si eran más que conocidos para la policía y los servicios de inteligencia y no se les detuvo, ¿en qué va a mejorar nuestra seguridad que se amplien los controles a nuestra intimidad o libertad? En poco o en nada, a las pruebas me remito.

También se oyen voces que inciden en cerrar fronteras o controlar mucho más las entradas en la Unión Europea, cuando en realidad los terroristas no han venido de ningún sitio, han nacido,vivido y asesinado en Europa por lo tanto, ¿de qué valen todas estas medidas restrictivas? De poco o nada.

Y viendo como este Gobierno y muchos de sus gobiernos de mismo corte en Europa son dados a exagerar los problemas y en el caso del nuestro son auténticos fabricantes de independentistas con sus obras o sus discursos, miedo me da la que pueden liar con este tema. No está bien sobreactuar en este tema, como en ningún otro, y las medidas que se adopten deben ser apropiadas y ajustadas a la naturaleza del problema y las medidas desproporcionadas sólo contribuyen a sembrar el nerviosismo en la población y tan peligroso es en muchos casos el no hacer nada como el excederse. Sembrar las calles de policías con fusiles de asalto obedecen en muchos casos a saber que no se han hecho bien los deberes en cuanto a las labores de inteligencia, que es donde de verdad se puede prevenir, y realmente llenar las calles, estaciones, plazas, etc de policías con armas de guerra solo contribuye a demostrar a los potenciales terroristas que el miedo nos hace perder el juicio y realmente estas demostraciones de fuerza tienen poco o nulo efecto en la seguridad efectiva aunque pueda aumentar la seguridad que percibimos los ciudadanos.

Por lo tanto sólo se me ocurre pedir a las autoridades españolas y europeas tino y sosiego y que la sangre no les haga perder la razón.

José Mera López es socio de infoLibre

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