Responsabilidades penales de Blesa y Rato

Mario Martín Lucas

En estos días han aparecido en prensa algunas informaciones, presuntamente generadas en los ámbitos de Moncloa, en relación a que el Gobierno, y el Partido Popular, estiman que el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, será condenado en los tribunales, y acabará en prisión, por su gestión de la entidad financiera, especialmente tras el escándalo de las tarjetas black que puso a disposición de sus directivos y consejeros, de las que se benefició el mismo, de manera personal, al margen de sus elevadas retribuciones y de la indemnización de 2,7 millones euros que se autoasignó ante su sustitución del cargo en el año 2010.

En el entorno del gabinete presidido por Rajoy se asume que Blesa tiene difícil escapatoria, pero, al tiempo, se piensa que Rodrigo Rato, encausado por los mismos delitos que Blesa: “apropiación indebida” y “delito societario”, se sentará en el banquillo de los acusados pero no será condenado; la pregunta es ¿por qué?, ¿cuál es la razón?, ¿en qué se basan, más allá de sus propios deseos? Tanto Blesa, cómo Rato, utilizaron las tarjetas black para gastos personales y cuando el exvicepresidente del Gobierno llegó a Caja Madrid una de sus primeras acciones fue elevar su propia remuneración por encima de la ya “alta” de su antecesor; además Rodrigo Rato presenta en su hoja de servicios en Caja Madrid dos decisiones sorprendentes para alguien de su experiencia y “curriculum”: la integración con Bancaja y la salida a Bolsa, con unas cuentas presuntamente falsas, según el informe de los peritos independientes, y con la opinión en contra de 21 grandes inversores institucionales; al margen de que tras su gestión, su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri tuvo que “reformular” las cuentas de Bankia de 2011, pasando de 309 MM de euros de beneficios a 4.465 millones de euros de pérdidas, solicitando un rescate, para su capitalización, a costa del contribuyente español, de 24.000 millones de euros.

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El Tribunal Supremo acaba de ratificar una sentencia a cuatro años de cárcel al administrador de una sociedad, y su esposa, por utilizar una tarjeta de su propia empresa, para gastos personales.

Es evidente que tanto Blesa, como Rato, utilizaron las tarjetas black para gastos personales y no parece que, objetivamente, haya una diferencia de valoración para juzgar los mismos delitos entre ambos, más allá de que la preocupación del PP, y de Rajoy, sea evitar que su “designado” para presidir la que era la cuarta entidad financiera española, exvicepresidente en los gobiernos de Aznar y ex director gerente del FMI, sea evitar que Rodrigo Rato sea condenado a prisión, igual que lo fue su padre en 1967. La justicia tiene la palabra, a través del juez Andreu.

Mario Martín Lucas es socio de infoLibre

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