La soledad de Ignacio González

La rueda de prensa de Ignacio González del pasado martes 3 —en la que denunció ser víctima de una conspiración policial que tendría como objetivo que no fuera el candidato del PP a las elecciones para la Comunidad de Madrid, quedando menos de tres meses para ellas— mostraron una soledad que alcanzó el matiz de frialdad absoluta en las posteriores declaraciones del número tres del aparato popular, Carlos Floriano, de palabra y gestualmente, para enmarcar la distancia existente.

Unos días después de que el presidente de la Comunidad de Madrid viera desaparecer de los escaños de la oposición a su interlocutor en los últimos años, se aproxima el momento de que viva en sus propias carnes lo que podríamos definir un tomásgomez, siendo descabalgado de la contienda electoral por su propia formación política, más exactamente por su líder nacional.

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Hace meses que las aguas bajan turbias por el PP de Madrid, pero dos fenómenos pueden explicar lo que está a punto de suceder, por un lado todo lo conocido con el famoso ático de Ignacio González en Estepona: ¿quién es su dueño?, ¿cómo se compró?, ¿quién está detrás de esa operación?, ¿qué pinta una sociedad offshore en todo ello?, etc. y por otro lado el evidente vinculo de Esperanza Aguirre con su sucesor, nominado por ella digitalmente, a quien ya intentó aupar a la presidencia de Caja Madrid e impuso como su sucesor cuando ella optó a pasar a una segunda fila política, posición de la que se ha arrepentido 25 meses después. Rajoy no olvida, y era bastante obvio que no iba a admitir un ticket electoral compuesto por Esperanza y su “protegido”, ahora, haciendo de la necesidad virtud, tragará sapos y culebras para que sea Aguirre quien presente pelea al efecto “Podemos” y a la estrategia de confluencia de la izquierda para arrebatar Madrid al PP, pero de ahí a que ésta se salga con la suya, copando las candidaturas de Comunidad y Ayuntamiento, va un abismo.

Ignacio González no será candidato a la Comunidad de Madrid, quizás sea Lucia Figar, quizás Cristina Cifuentes o quizás otra alternativa más rompedora, como la de Pablo Casado; la subrealista comparecencia de González lo anticipó y, sobre todo, el silencio de su partido, el actual presidente de la Comunidad de Madrid hoy rememorará la famosa frase de Voltaire: ”Señor, señor, líbrame de mis amigos, que de los enemigos ya me encargo yo".

Mario Martín Lucas es socio de infoLibre