PP: ¿Partido político u ONG católica?

Amador Ramos Martos

Volvía caminando por la calle Orellana de Madrid –paralela a Génova– tras asistir a la manifestación organizada por las Marchas de la Dignidad desde la Plaza de Colón e iba reflexionando sobre las declaraciones del ministro Cristóbal Montoro, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, acerca del informe de los funcionarios de Hacienda al juez Pablo Ruz sobre el tratamiento fiscal de las donaciones realizadas al PP su partido y al que el ministro compara con las ONG sin fines de lucro.

En concreto Montoro defiende la independencia de los funcionarios –de los que recalca que fueron los responsables del informe- y su honorabilidad ante las insinuaciones de presiones del gobierno sobre la Agencia Tributaria: “No ha ocurrido nunca en la historia de la democracia que se haya atacado de esta manera la honorabilidad del funcionario".

Debió de olvidar Montoro las declaraciones hechas hace no tanto tiempo por su actual secretario de Estado de Administraciones Públicas Antonio Beteta sobre los mismos: “Deben olvidarse –dijo refiriéndose a los funcionarios- del cafelito y de leer el periódico y ser más productivos, con responsabilidad y humildad, que no sumisión". Palabras de las que luego se retractó pero quedando su subconsciente reflejado en lo dicho inicialmente.

Por otra parte resulta chocante y realizada ¿a cuento de qué?, la confesión de Montoro de “ser católico practicante” . En un asunto relacionado con temas fiscales, y en un estado aconfesional, no sé que aporta o quita el credo religioso particular de cada uno a las obligaciones que todos, como ciudadanos tenemos con Hacienda.

Debe haber olvidado el buen creyente Montoro lo que su dios-hombre u hombre-dios (como prefiera el ministro) contestó a la maliciosa pregunta de alguno de sus discípulos acerca de pagar tributo al gobierno: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” para añadir a continuación el ministro: "Estoy muy honrado de formar parte de un Gobierno que ha habilitado en términos de presupuestos, 20 millones de euros a una sola ONG, que es Cáritas” volviendo a mezclar las obligaciones presupuestarias del estado con asociaciones o entidades sin fines lucrativos con la opcional y personal –pero nunca estatal- caridad cristiana.

Distraído en mis divagaciones mentales montorianas, al intentar subir desde la calle Orellana a Génova para tomar el metro en Alonso Martínez,  Polícias antidisturbios educadamente me informaron de que no se podía transitar por la calle Argensola. He continuado caminando ensimismado en mis divagaciones por Orellana.

En su intento de emularse y justificar cristiana que no políticamente su caridad presupuestaria con Cáritas, el ministro debió olvidar que el PP, su partido, ha sido imputado por el juez Ruz como partícipe a título lucrativo en el caso Gurtel.

También debe de haber olvidado Montoro que el Ministerio de Educación de su Gobierno en el año 2013, otorgó ayudas para subvencionar actividades de organizaciones dedicadas al estudio y desarrollo del pensamiento político, social. Ninguna de ellas eso sí, dicen, sin ánimo de lucro.

En concreto, FAES, presidida por el expresidente Aznar, un think-thank ultraconservador neoliberal muñidor de las políticas que marcan el rumbo ideológico del PP que una vez puestas en práctica, se traducen en injustos recortes en derechos ciudadanos y servicios públicos básicos que deben ser en parte paliadas por ONGs como Cáritas y Cruz Roja, recibió el 50% de la inversión total.

Montoro quizás con mala y escrupulosa conciencia trata de remediar cristianamente subvencionando a Cáritas, la miseria que provoca como mal Ministro de Hacienda del César apoyando el discurso político e ideológico de los causantes de áquella.

Al llegar a la plaza, me he detenido unos momentos para contemplar la calle Génova desde Alonso Martínez. Entre dos filas de antidisturbios y furgones policiales situadas en sus extremos vallados, con la masa de dignos ciudadanos diluyéndose al fondo en una tarde noche luviosa y desapacible, con el sonido amortiguado de los altavoces de fondo, he observado la sede de la recién inaugurada ONG del PP en la calle Génova … blindada. Luchar desde la misma por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos es una actividad que aparte de incomprendida, debe ser harto peligrosa .

Hundiéndome ya en la boca del metro, he recordado la frase guinda de Montoro acerca de la similitud entre las ONG y el PP: “Son fines sociales todos, porque son los que dan sentido a nuestro Estado de Derecho y sistema de libertades" .

El PP asegura que desconocía la caja B

El PP asegura que desconocía la caja B

En un resto –que no alarde- de lucidez Montoro reconoció después la inconsistencia de sus afirmaciones admitiendo: “Que puede haber más o menos suerte" con las comparaciones”.

Lo que es evidente es la mala suerte –eso sí elegida libre y democráticamente que es lo grave- que como ciudadanos hemos tenido con esta neoliberal ONG en que ha devenido el PP al frente de la que católico y creyente –cualidades indispensables para ser un eficaz y honesto Ministro de Hacienda– se encuentra como uno de sus grandes administradores… el caritativo Montoro.

Amador Ramos Martos es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats