¡No es la economía, estúpidos!

El pasado 5 de junio, el primer ministro griego Tsipras, en su explicación al Parlamento reveló que la generosa propuesta que le entregó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en nombre de la troika fue una sorpresa desagradable, la citada propuesta pedía, entre otras medidas, subir la electricidad 10 puntos porcentuales y la eliminación de las ayudas sociales a los jubilados con ingresos bajos.

Si no me falla la memoria cercana el portavoz, en esta ocasión de la troika, este hombre que está muy preocupado por los griegos, super-europeísta él, fue hasta hace poco primer ministro de un pequeño país, Luxemburgo, que debe gran parte de su opulencia, a la competencia desleal hacia el resto de países de la Unión Europea en materia fiscal; allí tenían sus sedes miles de sociedades; transcribo a continuación lo primero que he encontrado sobre el tema en Google, en concreto en la web de RTVE:

"Luxemburgo realizó acuerdos fiscales secretos con unas 340 multinacionales -entre ellas, Pepsi, IKEA, AIG y Deutsche Bank- que permitieron a las empresas rebajar drásticamente su pago en impuestos entre 2002 y 2010, de acuerdo con unos 28.000 documentos confidenciales obtenidos y analizados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Luxemburgo ha desmentido de inmediato que haya incumplido las normas internacionales"acuerdos fiscales secretosPepsi, IKEA, AIG y Deutsche Bankrebajar drásticamente su pago en impuestos.

"Mediante complicadas estructuras empresariales, muchas grandes compañías trasladaron a Luxemburgo una gran parte de sus beneficios en otros países, para tributar por ellos allí, donde se habían garantizado un trato fiscal favorable por parte de las autoridades". "Mediante este esquema, las multinacionales canalizaron "cientos de miles de millones de dólares" a través del Gran Ducado y se ahorraron miles de millones de dólares en impuestos, según el equipo de 80 periodistas procedentes de 26 países que ha realizado la investigación". "Además, según el ICIJ, las multinacionales implicadas apenas mantienen actividad en el pequeño país centroeuropeo -cuya población ronda el medio millón de habitantes- y sus oficinas allí suelen ser tan solo "un buzón". "Los edificios de oficinas repartidos por la ciudad están llenos de placas con nombres de filiales de empresas y poco más. Algunas [empresas] tienen oficinas y no tienen ningún empleado", añade el consorcio internacional de periodistas".Así, el ICIJ ha comprobado que una misma dirección, el número 5 de la calle Guillaume Kroll, alberga a más de 1.600 compañías, según los documentos revelados. En otro, el número 2 de la avenida Charles de Gaulle, hay otras 1.450, mientras que en el edificio del número 46 de la avenida J.F. Kennedy se asientan al menos 1.300 compañías.

trasladaron a Luxemburgo una gran parte de sus beneficios en otros países

cientos de miles de millones de dólares

apenas mantienen actividad en el pequeño país centroeuropeoAlgunas [empresas] tienen oficinas y no tienen ningún empleado

La Europa de los mercaderes, la que encabeza la señora Merkel y el puño de hierro de su arrogante ministro de Finanzas, Schauble, parece inflexible y no para de recitar el mantra de que Grecia tiene que asumir el pago de su deuda, que el estado de la cuestión es culpa de la corrupción y la falta de control griegos, y por lo tanto es su única responsabilidad.

El ejecutivo comandado por Tspiras está ofreciendo una resistencia heroica, numantina, resistencia que está empezando a desorientar a los mercaderes, pero no sabemos cuanto podrán aguantar. Toda la ofensiva de la troika viene acompañada de descalificaciones veladas, lamentos hipócritas sobre el estado del pueblo griego, acusaciones de irresponsabilidad etc.

Aunque no puedo compararme, ni muchísimo menos, en conocimientos en materia económica con los ministros de Finanzas, comenzando por Guindos, no es algo relevante, pues tras la fachada de la reclamación de la deuda, lo que verdaderamente importa es la eliminación de cualquier atisbo de proyectos políticos de bienestar social, de corte socialdemócratas (con este término me refiero a los partidos escandinavo sobre todo, los demás son partidos liberal-demócratas es decir, que conservan las siglas, exhiben e invocan el nombre de sus fundadores, pero que en realidad se han comportado como los gestores que necesita, el arcaico, injusto y poco evolucionado neoliberalismo económico, para utilizarlo de elemento necesario y ofrecérnoslo como el cambio, cuando las políticas superconservadoras son derrotadas en las urnas, debido a sus voraces excesos).

A la cabeza de estos partidos de repuesto está nuestro PSOE, que habiendo estado al frente del gobierno desde los 36 años que hay desde el 78 hasta hoy, han gobernado 24 con el resultado de que, de los famosos poderes fácticos de la dictadura (ejército, banca e Iglesia):

a) El primero de ellos, el ejército, es el único que, necesariamente ha dejado de ser una amenaza para el sistema constitucional nacido en el 78.

b) El segundo, la banca tiene más poder que nunca, debido entre otras cosas a la desaparición de la banca pública (Caja Postal, Argentaria, etc…) promovida por nuestros gobiernos de turno.

c) El tercero, la Iglesia tiene copada la educación privada, pues aunque la enseñanza concertada nació para cubrir unas necesidades puntuales, se ha convertido en predominante y a la que se mima en igual medida que se castiga a la pública (esto último en grado sumo con los gobiernos del PP), se le ha dado más dinero que nunca, la asignatura de religión sigue en la enseñanza pública con el agravante de que los obispos tienen el derecho de pernada, el de decidir la cualidad moral de los profesores que imparten esta asignatura, profesores a los que pagamos todos los ciudadanos, incluso los agnósticos o de otras religiones, pero sobre los que la iglesia tiene el poder de decisión respecto a su futuro laboral; el Concordato denunciado por voces críticas como anticonstitucional ahí sigue sin haberse puesto en cuestión seriamente y últimamente estamos asistiendo impotentes a la voracidad inmobiliaria de la curia plasmada en la matriculación de bienes públicos, desnaturalizando el patrimonio artístico e histórico común, siendo el caso mas sangrante el de la Mezquita de Córdoba, nombre que de seguir así las cosas se acabara perdiendo; su nombre actual es el de La Mezquita-Catedral de Córdoba.

Resumiendo, al cabo de 24 años de gobierno de PSOE, es innegable que ha habido avances en la calidad de vida, pero estos son debidos prácticamente a la mecánica económica del sistema, no a un convencimiento ideológico fuerte, convencimiento que, en cambio si ha animado a los neoliberales, desde la Thatcher, y Reagan, hasta el troikismo (no troskismo) actual, pasando por los Bushes, los Aznares, y las Esperanzas Aguirres (a esta ya la veo como un cadáver político, por eso hablo de ella en pasado).

Tras esta excursión por las ramas de la divagación, retomo el caso griego. En lo referente a la responsabilidad del deudor, los argumentos esgrimidos por los acreedores son muy simples y parciales. Como símil sirve el tema de las hipotecas en nuestro país; el Estado permite que la banca ofrezca créditos hipotecarios muy por encima del valor de mercado, pues esto tiene como consecuencia alimentar la burbuja inmobiliaria con lo que supone de mayores ingresos en las arcas municipales y en los bolsillos de los corruptos (aunque ya sabemos que por ahí no hay problema, pues en este país son prácticamente inexistentes), en una huida hacia delante irresponsable y a la que no se atreven a ponerle freno ni Aznar (bueno este más bien estaba encantado, así no paraba de repetir “España va bien”), ni Zapatero, y los superministros económicos, los gobernadores del Banco de España, los eficientes gestores de la banca callados como putas.

Cuando se cierra el grifo, llega la crisis y falta el dinero, comienza una cadena de hipotecas fallidas, y familias desahuciadas y condenadas a la pobreza de por vida, tienen que pagar un alquiler y pagar el resto del préstamo hipotecario que no cubre la venta de la vivienda en el mercado, cosa imposible pues aparte de que el precio de la vivienda estaba inflado, se les había dado en muchos casos más del 100% del irreal valor de la vivienda que compraron.

Resultado, bancos en quiebra, estados en quiebra, familias sin hogar, condenadas a la miseria, extrema polarización social, rebaja de salarios, subidas de impuestos, etc…, y sin ningún viso de arreglo, (una cosa son las magnitudes macroeconómicas con las que nos martillean los sabios que no quisieron atajar lo que se venía encima, y otra es la que afecta al ciudadano de a pie).

¿Es justo que los acreedores se eximan de toda su responsabilidad y la deriven a los deudores? Como dije antes el argumento de estos es de extrema e interesada simpleza, un sistema dominado por poderes económicos que controlan los medios de comunicación, que a través de ellos crea un mundo ficticio, de fantasía, un espejismo de riqueza; unos gobernantes que no ejercen su responsabilidad como gestores de lo público (digo lo público porque al final de todo esto, las perdidas de los bancos se mutualizan y las pagamos todos, eso sí, sin que los hipotecados, empobrecidos y desahuciados tengan ninguna mejora), que permiten que el crédito se ofrezca sin la mínimas garantías de retorno, que no tienen la suficiente valentía de oponerse a este sinsentido.

¿Es justo que el señor Juncker esté al frente de la Comisión Europea habiendo la desleal competencia y haber facilitado y regalado millones y millones de euros a multinacionales y que ahora esté exigiendo que se quite la paga a pensionistas yermos y agostados?

No quiero eximir con esto, totalmente a las personas que irresponsablemente se dejaron convencer de que habíamos llegado a una época dorada que por fin la fuente del dinero era inagotable, cada cual tiene su parte de responsabilidad pero si la responsabilidad es proporcional a la formación, al nivel de conocimiento, de información, evidentemente no son estos los mayores responsables, en cambio los acreedores, los gobernantes ¿no tienen ninguna responsabilidad?

Esto mismo es trasladable a Grecia, en este caso y a muchos otros como España, Portugal, Irlanda y otros.

¿Es justo que la troika sugiera medidas económicas falsamente asépticas, medidas que por otra parte son siempre las mismas y por lo tanto Cristina Lagarde está de más, se tira de vademécum, de manual y basta, repito es justo que estos organismos no hagan la mínima referencia o exigencia de limpieza en las instituciones, de perseguir la corrupción como un mal que tiene unas consecuencias económicas innegable?

Por eso, tal como dije al principio, no es la economía lo importante, en este caso, lo que se juega aquí es una partida de mayor alcance: la consolidación de un sistema económico y político de corte conservador, injusto e insolidario.

Grecia esta sirviendo de chivo expiatorio y hay que evitar a toda costa que se abra una fisura, que no se doblegue. Lo que les inquieta no es el pago o nó de la deuda; si todos saben que es imposible para Grecia pagarla, porque ese empecinamiento en no proporcionar una salida.

Las recientes elecciones municipales y autonómicas en España, están siendo seguidas con enorme interés y preocupación por los acreedores, hablan de que no importa que Grecia deje el euro, que es asumible, pero saben que este no duraría dos días si España también hiciese lo mismos que está haciendo Grecia, y la más interesada en que el euro siga es Alemania.

La asombrosa resistencia griega, cual David, está poniendo muy nerviosos a los Goliats de turno, EEUU ya está interviniendo, preocupado de que Grecia pueda caer bajo la influencia soviética, ellos al fin y al cabo, ya tienen la experiencia de lo sucedido tras Bahía Cochinos.

Lo realmente curioso y miserable es que los Gobiernos de los países más endeudados, aquellos en los que sus ciudadanos se verían más beneficiados por el reparto entre deudores y acreedores, de las responsabilidades en esta crisis, se rasguen las vestiduras y sean los que más ardientemente se oponen a cualquier medida que vaya en el camino de suavizar las condiciones para Grecia.

Como suele suceder siempre, aquellos que llenan su boca con las palabras más altisonantes y se colocan ellos mismos como los máximos adalides del la patria, los primeros en arroparse con la bandera y campeones en la recuperación económica, son los primeros que encontramos con el dinero en Suiza, con fortunas hechas en pocos años y con maridos ejemplares y polifacéticos que hoy actúan de lobista como mañana instala el mercadillo de quesos en el Congreso.

Así que parafraseando en negativo al slogan de la campaña de Bill Clinton: ¡no es la economía estúpido!

¡Un brindis por el pueblo griego y todos los David! ¡por los resistentes!

T. de Ío es socio de infoLibre