Hola, Cayetana “jamás”

He leído tu tuit largo y de papel de este 8 de enero, en el periódico importante que te acoge, y como podrías ser mi hija y el tuyo mi nieto, disculpa que te tutee, te diré exactamente lo mismo que le diría a la mía. Y casi que con el mismo cariño, pues de tanto veros por la tele a los políticos, aunque os critiquemos, os terminamos queriendo.

Como si fueras ella, pues, lo primero que haré, el éxito podría tener su valor, es felicitarte por el liderazgo conseguido en el “vertedero…”, donde triunfan casi siempre las ocurrencias relacionadas con menores, véanse los dos reinados fugaces y consecutivos de Rajoy gracias a dos pescozones propinados y a un puñetazo recibido.

Tu hijo crecerá y te lo perdonará todo porque eres su madre, pero si un día tiene que explicar al suyo que los reyes son los padres por una casualidad, tendrías parte del mérito si consiguieras que sepa hacerlo deportivamente y sin culpar a nadie. Y también si defendiera con firmeza, y hasta emocionando, que la libertad es así, a veces tan irreverente. Y todavía estás a tiempo de conseguir, también, que los eduque transmitiendo que son los golpes de estado los que provocan muertos inocentes y no simples dudas existenciales antes de tiempo. ¿Le explicarás algún día lo de Franco o dejarás que se lo cuenten en la escuela?

Sería bueno que te atrevieras, y también, a romper con el PP hasta que ese partido condene tajante y para siempre no solo cualquier dictadura, sino “nuestra” dictadura, sus crímenes y a los que colaboraron sin salir huyendo de aquellas pantomimas de Consejos de Ministros, como Fraga. Pero no importa que lo hagas, si no te importa que este abuelo piense que en esto tan personal también te ha podido la política, y estás utilizando como trapos de limpiar tu propia casa algunos de los nombres propios que destacas, a tu favor, en tu tuit largo de hoy, tan lleno de orgullo por poca cosa como de queja probablemente bien ganada.

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Domingo Sanz es socio de infoLibre