Librepensadores

¿Única ganadora? La burguesía

Mario Diego Rodríguez

Inesperadamente, mientras la mayoría de los pronósticos daban por hecho una convocatoria de nuevas elecciones en Cataluña, la CUP y Junts pel sí han llegado a un acuerdo. Durante tres meses la CUP ha defendido la idea de que no negociaría ningún acuerdo en el que figurase Artur Mas –corrupto y reaccionario– como candidato a la Presidencia de la Generalitat catalana. No obstante, la CUP estaba dispuesta a firmar ese acuerdo si el candidato presentado por Junts pel sí fuese otro.

Hoy en día, algunos pueden pensar que la CUP ha salido victoriosa de esa contienda, en tal caso, si bien victoria hay, yo la calificaría más bien de victoria pírrica. Aceptar que dos de sus diputados formen parte del grupo parlamentario de Junts pel sí –y se comprometan a no votar en contra de todo aquello que facilite el proceso hacia la independencia, aceptar que el candidato a la Presidencia de la Generalitat pertenezca al mismo partido que Artur Mas y no como ellos pedían, Junqueras o Romeva, como si el corrupto y reaccionario solo fuese Mas y no el partido al que pertenece y dirige–, no pienso que nos pueda llevar a la conclusión de que la CUP haya salido victoriosa de esa refriega.

Con este acuerdo, lo que la CUP ha permitido a la burguesía catalana es que, por medio de Convergencia, pueda seguir controlando la coalición del Junts pel sí, el Gobierno de la Generalitat, el control sobre el proceso independentista y al mismo tiempo conservar el corrupto aparato de Estado catalán. No estoy convencido de que la burguesía catalana desee realmente la independencia de Cataluña, de lo que si estoy convencido es de que tanto la burguesía catalana como la española, juntas de la mano – ¿hasta qué punto sus intereses divergen y en qué? –, han liderado una guerra sin cuartel contra el conjunto de la clase obrera en particular y trabajadora en general. Esas burguesías, juntas o por separado, son las responsables de la crisis que nos están haciendo pagar, y precisamente, colmo de la ironía, con este acuerdo no solamente la burguesía catalana, ha conseguido liderar un frente común, en el que las víctimas de la explotación son coinquilinos con los responsables de su explotación, pero también permite, a la burguesía Española de hacer lo mismo; la una en nombre de la “nación catalana”, la otra en nombre de la “unidad de España.

Aquellos que piensan que la creación de una república catalana sería la solución para solventar los problemas generados por la crisis y vivir mejor, se equivocan. El único resultado que tendría un Estado catalán, sería el de salvaguardar el poder político de la burguesía: tanto en Cataluña como en el resto de España.

Mario Diego Rodríguez es socio de infoLibre

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