Librepensadores

El beneficio de la duda

Gonzalo de Miguel Renedo

Mucho hablan los prohombres de este país de las bondades de nuestros jóvenes. Se les llena la boca con que si son los mejor preparados, que si merecen una oportunidad, que si hay que dejarles paso y bla, bla, bla. Pues bien, solo deben pensar en los jóvenes talentos que se ven obligados a huir del país, quizás por aquello de que "a enemigo que huye, puente de plata". Porque desde luego, a los que se quedan, anda que no reciben palos. De muestra, un botón: fijémonos en quienes integran el fenómeno político del año: Podemos.

Desde que irrumpieron en la escena política, sus líderes han sido objeto de descalificaciones continuas por quienes ven peligrar su estatus. Es verdad que Iglesias y los suyos tampoco se quedaron mancos en sus invectivas dirigidas a quienes hoy dominan el cotarro nacional. Lo cierto es que quienes integran esta joven formación, treintañeros en su mayoría, se han topado con una oposición rayana en odio visceral.

Si todas las jóvenes promesas de este país se encuentran en sus respectivos ámbitos con una maledicencia como la que muestran los provectos de la política tradicional hacia Podemos, sinceramente, más vale que vayan pensando en hacer las maletas que aquí está todo el bacalao vendido. No hay sitio para ellos. En este país se les quiere mucho, sí, pero sumisos y serviles, trabajando mucho, cobrando poco y figurando menos. Y desde luego, sin mear fuera del tiesto y con ideas propias. Menos mal que en un mundo como el de la política son los ciudadanos y ciudadanas, aún, quienes tienen la última palabra y todo parece apuntar a que se decantan por dar una oportunidad a esa juventud despierta y limpia que busca soluciones para este país fuera del marco corrupto generado durante décadas. Se merecen el beneficio de la duda. Se merecen una oportunidad. Y nosotros también.

Gonzalo de Miguel Renedo es socio de infoLibre

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