Librepensadores

Las malas compañías

Alain Valle

El círculo vicioso en que se ha metido el PSOE parece no tener salida, ya que su deriva hacia el “centro” político le está llevando a una ratonera, de la mano de la naranja mecánica de Albert Rivera. Lo cierto es que su vitamina C cotiza al alza en el parqué del Ibex y la banca que siempre gana (y ayuda a sus amigos a refinanciar la deuda), pero es incierto que al que a buen árbol se arrima le cobije buena sombra.

Y para muestra el botón del poderoso Club Bilderberg (el que pretende decidir el destino del mundo, sin presentarse nunca a unas elecciones), el mismo que el año pasado invitó a Pedro Sánchez a su reunión en los Alpes, para apostar por él como recambio, frente al desgastado gobierno del PP. Y es que los que comandan el club no dan puntada sin hilo y vistos los sondeos que auguran la debacle del PSOE, este año no le han invitado a su próximo encuentro en Dresde a final de junio.

En su lugar han invitado al primo de Rivera: a Garicano, el gurú económico de Ciudadanos. Han visto que este partido es su alumno más aplicado (tanto que ya ha introducido en su programa electoral el recorte de 8.000 millones de euros que Rajoy nos había ocultado, prometiéndoselo a Juncker en privado). Y en justo pago, será el compi-yogui de la reina republicana Leticia, al ir a recibir sus “recetas de la felicidad”.

Eso explica claramente su viaje a Venezuela (para decirle por qué no te callas a Maduro) y su viraje de la lucha contra lo viejo hacia la lucha contra Podemos. Cada cual tiene su función en esta pantomima, y Ciudadanos está cumpliendo con buena nota la suya: lavarle la cara al gobierno del libre mercado, frenando el avance de los nuevos movimientos políticos que ponen en cuestión las bondades del “austericidio”. Pues como dijo Kissinger a las puertas de la primera Transición, y parece que sigue vigente en vísperas de la segunda: “Una España fuerte es una España peligrosa”. Y para debilitarla qué mejor partido que el auspiciado por los que mandan y se afanan en alentar su “Podemos de derechas”. Al fin y al cabo, a río revuelto, ganancia de los que pescan. Pero la gran pregunta es: ¿Quién quiere pescar a España?

Parece que el club Bilderberg nos tiene ganas. Al día siguiente de su reunión en junio de 2014 el rey Campechano I perdió el trono, y este año Sánchez ya perdió su silla, en favor de su mano derecha. Y el ciudadano Rivera va trepando hábilmente por su chepa, mientras mete al PSOE en un callejón sin salida, de la mano de Felipe González y Cebrián, que han maniatado lo que le quedaba de obrero y de socialista. No en vano, el presidente de PRISA mataría antes que perder su silla. Por ello dio su invitación a Rivera, dándole a Pedro Sánchez naranjas de la china.

Y es que antes que verlas moradas, hacen la bisagra para el trío con Rajoy en la Moncloa. Es lo que ellos llaman “la gran coalición”, y que para la gente de la calle sería la gran decepción, porque supone la renuncia definitiva al PSOE de izquierdas, echado a perder por sus malas compañías. Las mismas que se dedican a pregonar desde sus medios que le remataría pactar con Podemos, sin advertir la lenta agonía que le supondría continuar bajo la larga sombra de Rivera.

Alain Valle es socio de infoLibre

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