Librepensadores

El monopolio de la incultura o el culto a la intolerancia

Antonio Arco

Lope de Vega y Calderón de la Barca con sus obras: La selva sin amor y El golfo de las sirenas, escritas en 1629 el 1657 respectivamente, inician según los investigadores especializados el género que Calderón denominó zarzuela.

En el siglo XVIII, la zarzuela sigue evolucionando italianizándose de mano de los Borbones y ya tomando forma de comedia musical casi siempre crítica basándose casi siempre en altercados políticos abundantes en la época o apoyándose en los sainetes populares.

Pero el esplendor vendría en el siglo XIX. La situación política y social fue caldo de cultivo para el género que se convirtió en referente social y semillero de canciones que se hacían populares a costa de las múltiples representaciones que se ofrecían por toda España. Como dato hay que reseñar que en este siglo se tienen registradas más de 20.000 zarzuelas y obras del género chico.

Esta situación de esplendor duró hasta el final de la Guerra Civil. El director de escena Emilio Sagi dice: "El franquismo utilizó el género bajo una connotación imperalista, donde el énfasis se ponía en el “fiel espada triunfadora” o en el “banderita, tú eres roja...”. En aquellos años de dictadura ese uso ladino hizo que se viera obligada a arrastrar una imagen anticuada, de naftalina, que le hizo mucho daño entre los más jóvenes. La zarzuela es un género popular, puro, donde hay muchos cantos a la libertad; sin embargo, se ponía el acento en los contenidos más cercanos a los valores del régimen. No es raro que para algunas generaciones acabara por ser visto como un espectáculo de naftalina".

Hoy existen personas que se resisten a “dejarse robar” algo que nunca ha sido de su propiedad, pero que lo asumen como tal, y ése es el origen del “lío” alrededor del estreno de la obra ¡Cómo está Madriz!dirigida por Miguel del Arco y interpretada por Paco León (como aclaración, el autor de estas líneas no tiene, que yo sepa, ningún vínculo con el director de la obras mas que la coincidencia con el apellido).

La obra está basada en dos zarzuelas estrenadas en el siglo XIX y de gran éxito: La Gran Vía y El Año Pasado por Agua, dos obras en clave de comedia pero muy críticas con las situaciones del momento y musicalizadas por el maestro Chueca. Curiosamente durante la dictadura, se tuvo que suprimir los números musicales de "El vals de la seguridad" y"Pasodoble de los sargentos"de La Gran Vía pues para la censura suponían una burla excesiva al cuerpo de seguridad.

El director propone de manera moderna e ingeniosa un paralelismo entre la vida, las costumbres, la política, etc… entre el siglo XIX y el XX. Y sólo puedo decir que yo me divertí.

Me pareció una comedia fresca, aunque no redonda, pero digna de aplauso.

La intención del director del teatro de la Zarzuela Daniel Bianco de extender e innovar el género pasa sin duda por arriesgar y unas veces se acertará y otras no pero la Zarzuela seguirá con vida. De lo contrario morirá cuando por ley natural los que hoy se apropian de algo que además no existe se vean obligados a no asistir por imposibilidad manifiesta.

Lo peor es que no me extrañé de los gritos y de los pateos de unos pocos, yo asistí a la representación del dia 25 y aún no se habían organizado, porque ya he presenciado otros altercados como el que ocurrió en mayo de 2009 en la representación de Una Noche en la Zarzuela, con libro de Luis Olmos y Bernardo Sánchez, que tuvieron la osadía de situar la acción de esta antología en el año 1941. La que se armó fue toledana, gritos que no se merecían y aplausos en contra de los gritos que tampoco se merecían, pues el espectáculo resulto bastante flojo, hacían del patio de butacas el verdadero centro del espectáculo. Los actores con Esperanza Roy a la cabeza, no daban crédito. Lamentable.

Antonio Arco es socio de infoLibre

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