Librepensadores

Rajoy y el color de rosa

Alicia Bleiberg

¿Y si Rajoy en realidad no quisiera la investidura?

1. Jefe de Gobierno ya lo es, y por tiempo indefinido, hasta que él mismo no fije el plazo –mejor dicho los plazos– hasta unas terceras elecciones. Por supuesto, no corre el riesgo de que Ana Pastor lo espolee para se presente a la dichosa investidura cuanto antes.

2. España tiene Gobierno: el mismo Gobierno que ha tenido todos estos últimos años, con ministros inamovibles. Un gobierno “en funciones” pero no por ello menos ejecutivo. Este Gobierno tiene además la ventaja de no estar, en la práctica, sujeto a control parlamentario, como ya quedó demostrado durante este período de interinidad.

3. Muy pronto el PP se verá envuelto en la culminación de varios procesos judiciales (Bárcenas, Gürtel, Barberá…) que será mejor enfrentar desde su posición actual en el Ejecutivo. ¡Después de todo, es mejor tener al ministro de Justicia de su parte para lidiar con el poder judicial que no tenerlo! Si no, basta con recordar las últimas actuaciones de Catalá…

4. Finalmente, en otro orden de cosas, a los tres elementos anteriores se agrega un cuarto: cuanto más tiempo pase en las supuestas pero falsas negociaciones en curso, más votos se arriman al PP y menos votos a Ciudadanos y al PSOE, según dicen los entendidos. Incluso es posible que unas terceras elecciones devuelvan la mayoría absoluta a Rajoy y sus huestes.

Los chiringuitos: paradigma de las contradicciones de Costas

Por todo lo anterior, podría no ser cierto que Rajoy atraviese un período de preocupación por el futuro. Más bien habría motivos para pensar que Rajoy debería adoptar como música de fondo en sus actuaciones el Je vois la vie en rose de nuestra inmortal Edith Piaf.

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Alicia Bleiberg es socia de infoLibre

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