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La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Librepensadores

Camino hacia la nada

Jesús Pichel Martín

Ensimismados en sus rencillas más personales que políticas y atrapados en un suma y sigue de desconciertos ideológicos, político-económicos y estratégicos, parece que en el PSOE no son conscientes de que para su antiguo electorado cada día que pasa son menos relevantes: Podemos con sus alianzas y confluencias es ya de hecho una alternativa política y una opción real para los votantes de izquierda.

Es cierto que tampoco en Podemos están para tirar cohetes, entretenidos como están en averiguar qué son realmente, si galgos o podencos, y que los descontentos/defraudados/hartos del PSOE pueden optar por la abstención antes que votar a UP; y cierto que pueden refugiarse en pequeños partidos testimoniales, que difícilmente entrarán en las instituciones. Pero quizá lo más cierto es que a aquellos votantes (y más aún a los nuevos votantes potenciales) no les inquieta nada que el PSOE sea irrelevante en la política nacional, o que incluso pudiera llegar a desaparecer, quedando sus 137 años de historia en los archivos de la historia.

La gestora disfrazada de objetiva serenidad y de escrupulosa imparcialidad su apoyo a Díaz, su rechazo a Sánchez y su manifiesta intención de cortar cualquier iniciativa de debate ideológico que pudiera explorar otras formas de entender el partido y el socialismo democrático: todo se aplaza a un tiempo indefinido mientras se va preparando el camino Díaz, despejándolo de obstáculos.

Lo mismo que el grupo parlamentario, atrapado en su propia incoherencia interna, disimula su desconcierto haciendo brindis al sol para hacernos creer que son la oposición (tomando iniciativas estrictamente simbólicas, porque no tendrán consecuencias legislativas), mientras pacta el techo de gasto del Estado con el Gobierno en minoría de Rajoy (al que solo le incomodan de verdad las viejas glorias de su propio partido), a cambio de unas pocas migajas para el Salario Mínimo Interprofesional, para mayor gloria de la estabilidad del sistema y de la precariedad social.

Pueden seguir empeñados en aupar a Díaz unos y en resucitar a Sánchez otros, a ver quién saca los ojos a quién y se queda con todo, sin entender que a este paso ese todo puede ser simplemente nada.

Jesús Pichel Martín es socio de infoLibre

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