Librepensadores

El fraude de la espiral de guerra en Siria

Juan José Torres Núñez

En la manifestación de Londres contra la guerra en Siria, una señora iba gritando: “One more war based on a total lie” [Una guerra más basada en una mentira total]. Qué razón tenía esta buena señora. Aunque no queramos, nos viene a la mente la imagen del secretario de defensa estadounidense, Colin Powell, en las Naciones Unidas explicando al mundo que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. El presidente Aznar confirmó esta gran noticia al pueblo español. Las imágenes fueron patéticas. Lo que ocurrió en el año 2003, antes de la invasión de Irak, ha vuelto a ocurrir en el 2017, también en las Naciones Unidas. Esta vez ha sido la embajadora Nikki Hayes, afirmando, sin pruebas, que el ataque que lanzaron los dos destructores, el Ross y el Porter, el 4 de abril sobre la base aérea de Al Shayrat, lo ha realizado EE. UU. como represalia contra Siria por el bombardeo con armas químicas en Jan Sheijun, que causó muchas muertes, entre ellas mujeres y niños, como todos sabemos.

Sin llevar a cabo una investigación independiente y sin pensar en las consecuencias, EE. UU. ha cometido “una agresión contra un Estado soberano, que infringe las normas del derecho internacional con un pretexto inventado”, como ha señalado Vladímir Putin. Ahora, como en el caso de Irak, EE. UU. ha dado el veredicto antes de que se realice el juicio. Por esta razón, Rusia, China y Bolivia vetaron la resolución descabellada de EE. UU., Reino Unido, Francia y sus aliados, el 5 de abril en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Allí, el embajador británico fue calificado de “embustero” y “belicista”. El embajador chino le avisó que sus palabras no se podían tolerar. El representante ruso le advirtió que quería utilizar el Consejo de Seguridad para “legitimar lo ilegítimo”. Y observó que su resolución estaba desacreditada porque tenía como fuentes El Observatorio Sirio de Derechos Humanos y los Cascos Blancos.

La inteligencia británica, que siempre ha considerado a EE. UU. como su dumb brother [hermano tonto], utilizó a Tony Blair para engañar a George W. Bush y preparar la guerra de Irak sin respetar la resolución de la ONU. Ahora ha vuelto a ocurrir lo mismo. Donald Trump ni ha respetado a la ONU ni al Congreso de su país. No nos sorprende que Ron Paul, antes del ataque que Trump ordenó, tuviera que explotar indignado diciendo: “We’re back to the same lies that got us into Iraq” [Volvemos a las mismas mentiras que nos llevaron a Irak”. Estas mismas razones obligaron a Richard Black, el senador de Virginia, un hombre inteligente y lúcido, a pedirle a Trump que no lanzara un ataque sobre Siria. “Primero, porque no podemos llevar a América a la Tercera Guerra Mundial, basándonos en un ataque con los informes de los terroristas, precisamente cuando el Estado Islámico sabe que su único camino hacia la victoria, en este momento, es con una intervención americana. Y segundo, porque no existe ningún motivo para que Assad lanzara un ataque con armas químicas. ¿Por qué hemos de creer a los terroristas sobre un ataque con armas químicas cuando a lo que ellos se dedican es a matar civiles inocentes…?”. No olvidemos que los Cascos Blancos han sido creados por la inteligencia británica y financiados por el ministerio de defensa británico. El famoso Observatorio Sirio de Derechos Humanos, es un señor que vive en Londres, muy conocido por difundir informaciones falsas. También se sabe que los Cascos Blancos apoyan a los terroristas del Estado Islámico y Al Nusra. “Reto a quienquiera a que me dé un motivo para que Assad haya usado armas químicas sobre mujeres y niños”, protestó Richard Black enfadado. Si Assad está ganando la guerra y EE. UU. se había alejado de la política de cambio de régimen de un país soberano y el secretario de Estado, Rex Tillerson, había comentado, acertadamente, que el presidente de Siria lo tienen que elegir los sirios, ¿cómo iba Assad a poner en peligro lo ganado en seis años? Las acusaciones no tienen ningún sentido.

Hay que observar que Putin recordó que el Ejército sirio no tiene armas químicas. Estas armas se destruyeron cuando él intervino para evitar que Barack Obama bombardeara Siria. La verificación la realizó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés), un cuerpo especial de la ONU. Este organismo competente verificó el proceso en junio de 2014, y está apoyado por EE. UU. Por estas razones, la congresista Tulsi Gabbard, una mujer inteligente y lúcida, ha denunciado este ataque por ser “reckless and short-sighted” [imprudente y miope]. Señala también que se ha hecho sin considerar las consecuencias y “sin esperar a recopilar pruebas”. Y le irrita y entristece que Trump siguiera el consejo de sus halcones belicistas para volver de nuevo a “la política de cambio de régimen de los países soberanos”. Aseguró que “esto conducirá al reforzamiento de Al-Qaeda y otros terroristas”.

La inteligencia británica ha vuelto a engañar a su “hermano tonto”. Hace unas semanas, Helga Zepp ya nos había advertido del peligro del Deep State –una palabra de moda ahora. Está formado por Londres, la Otan, la NSA y la CÍA. Estas fuerzas se dedican a inventar escándalos y fabricar mentiras. El FBI también ayuda en las tareas de trabajo sucio. Lyndon y Helga LaRouche han condenado el bombardeo de Al Shayrat, afirmando que “las fuerzas militares estadounidenses sobre el terreno en Siria sabían que las armas químicas venían de una base de Al-Qaeda, como ya habían informado Rusia y Siria. Al presidente Trump lo han engañado personas del servicio nacional de inteligencia”. También culpan a los británicos y creen que su objetivo era el de torpedear las relaciones con Rusia y China. Opinan que ha sido un “fraude contra el presidente y contra la nación”. Lyndon y Helga exigen a las Naciones Unidas que realicen una investigación inmediatamente. Según ellos, “los sirios atacaron una base de Al-Qaeda en donde había almacenadas armas químicas, utilizadas por los terroristas”. Y aseguran que “las fuerzas estadounidenses sobre el terreno informaron que no fue un ataque de armas químicas sirias”. Piden que el presidente Donald Trump despida inmediatamente a los responsables del fraude: “Señor presidente, averigüe, despida, y procese a los responsables”, han escrito.

Desde Beirut, Líbano, el candidato a las elecciones presidenciales francesas, Jacques Cheminade, ha dicho en su artículo: “Peor que un crimen, es un error”, que “el papel de Francia y de Europa es respetar la independencia nacional de todos, promover entente [el entendimiento], détente [la distensión] y cooperación, reconociendo a los Estados y no a los regímenes”. Esta visión de un mundo más justo y más humano, contrasta con la visión belicista de la Unión Europea. La Europa social se derrumba (véase en este periódico mi artículo La hipocresía de la Unión Europea), pero la Europa de la guerra está muy unida. El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg se siente exultante. La Otan apoya la intervención militar de EE. UU. contra Siria. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, declaró que “la UE trabajará con EE. UU. para acabar con la brutalidad en Siria”. Ninguna palabra para recordar a los niños de Irak, Yemen y etc., etc. España también apoya este ataque ilegal y participa indirectamente: los dos destructores que dispararon los 59 misiles, con un coste de 112.000 millones de dólares, tienen su base en Rota (Cádiz). Al presidente de España, el señor Rajoy, no se le informó. Queda demostrado, pues, que nuestro país es un protectorado de los EE. UU.

Israel rechaza implicarse en la guerra de Siria

Israel rechaza implicarse en la guerra de Siria

Como asevera John Wight, el ataque de EE. UU. contra Siria ha sido “un acto de agresión que pone fin a cualquier posibilidad de détente entre EE. UU. y Rusia en un futuro previsible, aumentando las tensiones considerablemente entre Rusia y EE. UU. no solo en Oriente Medio, sino también en el este de Europa”. Donald Trump ha cambiado de rumbo 180 grados y ahora Europa y gran parte del mundo están encantados. Ha aceptado los consejos de la Inteligencia Británica y del “Estado Profundo”. El senador John McCain, ese que fue a Ucrania a celebrar el golpe de estado, también está exultante. Ha declarado, al ser preguntado sobre el ataque, que “This is a good beginning” [Este es un buen principio]. Quiere más guerra. Ya lo sabíamos. Este camino era el de Hillary Clinton. Ella habló en televisión, precisamente, de bombardear las bases aéreas de Siria antes del ataque.

Señor Trump, vuelva a cambiar de rumbo y siga la Ruta de la Seda. Siga el sendero de la cooperación con Rusia y China porque esa es la ruta de la paz. No olvide que Roma se destruyó con todo su esplendor y grandeza. No acelere la destrucción de América y del mundo. Lyndon LaRouche ha advertido de que la inteligencia británica está preparando un golpe de Estado contra usted y su administración en EE. UU. y pide destruir el sistema imperial británico. Muchos de sus seguidores le votaron a usted porque están cansados de tantas guerras y de tantas mentiras. Escúcheles señor Capitán y gire a babor porque vamos a embarrancar en los arrecifes del infierno. ______________________

Juan José Torres Núñez es socio de infoLibre

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