Librepensadores

Patriotismo y mundialización

Martín Ángel Sánchez Morales

Macron ha ganado las elecciones francesas. Se confirmó sin llegar al 70% de los votos pero con un buen porcentaje triunfal, frente a Marine Le Pen, sacerdotisa de la extrema derecha y con tintes fascistas. Se confirmó también la aniquilación del bipartidismo, adiós a la derecha clásica pero también a la izquierda clásica obrera y trabajadora. Salta la compuerta que abre ambas propuestas políticas tan distantes y con planteamientos incoincidentes. Una división en Europa de los patriotas y los mundialistas.

La izquierda socialista europea con ejemplos exitosos como está sucediendo en Portugal y las alianzas entre partidos. Izquierda y derecha tienden a resultar poco atractivo para la ciudadanía en general, los resultados así lo confirman, no son elucubraciones o estimaciones, son hechos contrastados y evidentes, lo llamativo es que deja un amplio espectro a la diversidad. La herencia de una mezcolanza de ideas, propuestas sociales, económicas y políticas públicas que ha tomado con inteligencia y sin pudor de las viejas guardias.

La traición, sobre todo de la socialdemocracia, a la ciudadanía y a sus votantes, lleva a unas consecuencias difíciles de resolver, una encrucijada entre el abismo y el freno del tren que tendría peores consecuencias si no se consigue transmitir un mensaje real, sensato, sincero y convincente de una nueva y renovada oleada socialista innovadora y reformadora.

El nicho de votos podemitas, gran pescadora en el caladero obrero, pueden encontrarse con una merma en su producto si este nuevo proyecto político social se consolida. Todo dependerá en gran medida de los resultados de mi Partido Socialista y de la victoria de Pedro Sánchez en las primarias y del planteamiento ideológico del próximo congreso federal frente a los susanistas de las ideas pretorianas, caudillistas y tramposas, y sobre todo anquilosadas.

Los términos globales de tamices de personas, globalización europeísta y mundial ha calado con fuerza a la hora de decidir el futuro de un país como Francia; en España la catarsis de colores con la inmersión en el panorama de Ciudadanos y Podemos lo confirman, aunque se deshincharán enormemente, sobre todo Ciudadanos, presa de su falta de visión y apertura de miras frente a la ciudadanía, no sólo un líder con carisma puede conseguir buenos resultados, si finalmente se demuestra lo hueco del proyecto político y de su militancia, pues ya se contentan con inflar censos, aunque juegan claramente con el nicho de votos de las propuestas del buenismo, del ni unos ni otros, sino nosotros.

Con el pasado violento de la extrema derecha europea su cerramiento fronterizo, los miedos extremos a lo del exterior y emigrantes, frente a los fenómenos europeos que propugnan soluciones globales y apertura de fronteras y creación de puentes comerciales entre personas, países y el trabajo conjunto frente a los problemas. Unos retos que la socialdemocracia Europea en expansión no puede dejar pasar, unas políticas reformistas europeas que invaliden la estructura económica actual donde los grandes capitales, los grandes lobbies frenen su peso y su poder. La redistribución y la consolidación de unas nuevas bases del estado del bienestar poscrisis definirán el futuro. Europa tiene la obligación de ser nexo de unión de culturas diversas, admisión de puente de inmigración, de talento, de mano de obra de proyectos industriales, energéticos y empresariales como se han planteado y que necesitan del cuórum suficiente para su puesta en marcha. Europa se ha dividido en Francia en dos; en Francia ha nacido con el resultado de la otra noche, de una corriente muy fuerte que estoy seguro sino se pone remedios, ideas y propuestas contundentes para contrarrestar, esta doble visión del patriotismo y de la mundialización del continente. La originialidad y eficacia que se demuestra, a la hora de crear listados de propuestas de todos los colores y sabores, tienen estas consecuencias importantes para la globalidad de la población. Tan solo faltará comprobar que no somos viles trileros sino que seremos capaces de llevarlas a la práctica. Que nuestro objetivo no será volver al pasado como otras pretenden, que lo pasado ni volverá ni se busca, ni se quiere. Los nuevos tiempos requieren de nuevos proyectos capaces de generar soluciones, dinámicas de transformación social, económicas y productivas. 

Martín Ángel Sánchez Morales es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats