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Los chismes de Rajoy

Ángel Lozano Heras

Para Mariano Rajoy, presidente del PP y del Gobierno español, las preocupaciones de los españoles y del Parlamento, son solo meros chismes, asuntos menores, demasiado prosaicos. Por ejemplo, para él es una gallofa la moción de censura presentada contra su Gobierno en el Congreso de los Diputados.

Rajoy considera chismorreo su comparecencia presencial en el juicio del caso Gürtel que investiga la financiación irregular –ilegal– del PP en varias elecciones, cuando Rajoy era el máximo responsable de ellas.

Otro tema banal para el registrador de la propiedad ajena es que el ya exfiscal Anticorrupción, Moix, al que apoyó decididamente, dimitiera por tener una empresa en un paraíso fiscal, y por mentir sobre su patrimonio, amén de diversas irregularidades en su cargo. Cotilleo frívolo para Rajoy es también el apoyo cerril a su ministro de Justicia, Catalá, y al fiscal general del Estado, Maza, reprobados ambos por “responsabilidades políticas dirigidas a obstaculizar determinadas causas judiciales contra la corrupción” .

A su compañera del Partido Popular, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, le hicieron otra moción de censura hace apenas una semana. Además, se vio obligada a comparecer en la Comisión de investigación sobre corrupción política de la Asamblea de Madrid. Pero son naderías, bobadas sin interés para Rajoy.

Más chismes y chascarrillos sin importancia rajoniana: cada semana, un compañero/a del PP –alto cargo o no– es encarcelado o imputado por corrupción y cohecho entre otros muchos delitos.

Respecto a los presupuestos generales Mariano Rajoy ha comprado los votos vascos y canarios descaradamentecomprado, mientras habla de su coherencia y de su buena gestión gubernamental criticando al PSOE y a Podemos. Pero él cuando estaba en la oposición, año 2008, tildó a Zapatero de “bajarse los pantalones descomunalmente” cuando apenas este firmó acuerdos económicos y sociales con el PNV para que apoyasen los presupuestos generales.

Y para chismes -dimes y diretes– están las frivolidades y payasadas que realiza su equipo de vicepresidentes de apoyo para despistar su comparecencia ante la Audiencia Nacional por financiación ilegal de su partido. Un Rajoy amargado porque los españoles estamos hartos por su mala gestión política y judicial. Queda con el culo al aire en sus apoyos europeos, que solo consiguen tranquilizar a la Troika y a los poderes financieros. Y como consecuencia de ello, la ciudadanía seguiremos pagando servilmente las ayudas europeas a los excesos ruinosos de la banca española y demás puertas giratorias del IBEX, con prejubilaciones y sueldos millonarios incluidos.

El crecimiento económico español, del que tanto cacarea Rajoy, es falso. Y se pavonea de ello cuando se pasea por los pasillos de la UE, delante de los líderes mundiales. Y no se le cae la cara de vergüenza cuando algunos de estos le recrimina que España duplica la media europea en cuestiones esenciales. Como por ejemplo: paro juvenil, temporalidad entre los jóvenes, abandono escolar prematuro, pobreza infantil, que somos los peores de la Eurozona. En el Informe España 2017 la Comisión Europea llama la atención al Gobierno de Rajoy por los altos niveles de desigualdad, pobreza y exclusión social, "entre los más elevados de la UE”. Y suma y sigue, pues duplicamos las tasas europeas con el paro de larga duración, trabajadores pobres en riesgo de exclusión social, universitarios infravalorados, recortes de las pensiones, etc. La recuperación no llega a más de la mitad de los españoles, mientras él ni siquiera se ruboriza con los “zascas” que le arrean en las reuniones europeas e internacionales. El Gobierno pepero se ha cargado la España del bienestar para mucho tiempo. Eso sí, hemos crecido en contrataciones y sueldos precarios más que nunca.

Hemos creado un sistema financiero que no favorece casi en nada a los ciudadanos, sobre todo a las clases sociales medias y bajas. Tendríamos que modificarlo, pues cada vez genera más inseguridad económica. Es inquietante la elevada tasa de desigualdad y el “cabreo” entre los españoles de a pie por el pésimo gobierno de Rajoy y del PP. Y posiblemente sea desde abajo donde, únicamente, debemos y podemos cambiar esas estructuras piramidales y esos excesos de las élites extractivas y de la corrupción de muchos líderes y partidos.  ____________

Ángel Lozano es socio de infoLibre

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