Librepensadores

'Calentones' y mentiras políticas

Ángel Lozano

Ahora se llaman calentones a las palabras y a las promesas incumplidas de los políticos, o a los insultos y a las broncas que tienen entre sí, sobre todo en elecciones. Dicen que son simplemente calentones políticos y, luego, pelillos a la mar. Habrá que estudiar esta fanfarria lingüística desde el punto de vista jurídico y penal. "Señoría, es que me calenté y dije sandeces sin ton ni son...". ¿Calentón político? No solo fue el ataque de Podemos -más bien de Pablo Iglesias y los anticapitalistas- contra el PSOE el culpable del fracaso en echar a Rajoy del Gobierno, en la famosa sesión de investidura de "la cal viva". También la embestida del PSOE contra Podemos, y la dificultad para conseguir pactar, debida a los dirigentes neoliberales ocultos en el PSOE, con Felipe González a la cabeza. Tanto Podemos (Unidos Podemos) como PSOE se equivocaron en marzo de 2016, a pesar del calentón del IBEX, de los barones territoriales y exdirigentes socialistas, de los poderes mediáticos, etc... Ahora, tras Vistalegre II, un Podemos transversal se ha difuminado. Esperemos que no le pase factura al partido morado próximamente.

Calentón, y no precisamente amoroso, fue el Rafa Hernando contra la pareja podemita Irene-lglesias en la reciente moción de censura contra Rajoy. Más que eso fue un comentario muy machista -casposo y zafio- sin precedentes en las Cortes. Ni la almidonada presidenta del Congreso, Ana Pastor, puede con la lengua corrosiva del vocero pepero Hernando.

Otros calentones y mentiras. Mil veces dijo el Gobierno del PP que el rescate bancario no iba a costar un euro a los españoles. Hasta la saciedad lo afirmó De Guindos, pero ya vemos que al menos el 80% de la ayuda a la Banca, o sea 60.100 millones de euros, se han volatizado y los tendremos que pagar todos los españoles. Del agujero, gran agujero negro de la Seguridad Social,

tampoco habría problemas porque prometieron Rajoy y Báñez que se saldaría el déficit con los presupuestos generales del Estado. Pero eso fue un recalentamiento rajoniano. Vamos a pagarlo los españoles euro a euro con recortes en pensiones y más impuestos. Y así hasta el infinito. Posiblemente los procesos de corrupción pepera generalizada y eso de que son una organización criminal para financiarse ilegalmente, fue un calentón de invierno de los jueces y fiscales que llevan los casos Gürtel, Púnica y Lezo.

¿Es un calentón de padre y señor mío lo de la tan cacareada mejoría económica de España de la que tanto presume Rajoy? Aquí, la mayoría de los españoles no estamos en una fase real de recuperación, sino todavía en otra en la que, quitando los efectos exógenos que nos han favorecido, presentamos un crecimiento prácticamente estancado. O sea, Mariano Rajoy y De Guindos mienten más que hablan. Y su gestión sigue siendo insuficiente y pacata, con el paro exagerado, con una desigualdad social inaceptable y con gran precariedad laboral.

Para calentón elitista, el de Beatriz Artolazabal, consejera vasca de Empleo y Políticas Sociales, al afirmar públicamente que 600 euros al mes garantizan una vida digna. ¿Cuántos de su entorno familiar, vecinal y político ganan ese mísero salario, o el triple o el cuádruple? Y eso que la Constitución de la Transición nos hizo iguales hace 40 años. Algunos no se han enterado o se hacen los "vascos y canarios". Esos que han garantizado su apoyo a las cuentas del Estado del Gobierno del PP, como Pedro Quevedo (Nueva Canarias) y Ana Oramas (Coalición Canaria). Vuelve el PP al compadreo y al pasteleopasteleo para cubrirse las espaldas entregando millones extra para canarios y vascos. Además de lo que han recibido en prebendas especiales para sus paisanos (bendita unidad e igualdad de todos los españoles) se declaran tránsfugas "por el bien de su terruño" y por presidir nada menos que dos comités de investigación -estrellas- y por ser dóciles con el partido popular. Pedro Quevedo tutelará la comisión sobre la caja B del PP, y Ana Oramas la del rescate bancario. Hay demasiados patrioteros que utilizan la unidad de España para llevarse el dinero a Suiza o a Panamá o a Andorra.

También Pedro Sánchez se calentó muchas veces en las primarias que ganó, diciendo: "La primera medida que tomaré como Secretario General será pedir la dimisión de Mariano Rajoy". O eso de Somos la izquierda, eslogan del último Congreso Federal del PSOE, que ha sido un calentón supremo entre el ardor de banderas, griteríos y aplausos, para ensalzar el sanchismo ¿Pero hay algo más allá de ese nuevo marketing socialista? ¿Serán realmente una alternativa de izquierdas y echarán a Rajoy del Gobierno?

Mientras tanto, el gallego pepero sigue gobernando a sus anchas menospreciando a la Izquierda. Y, ahora, tilda a Pedro Sánchez de irse al radicalismo y que se ha podemizado. El líder socialista le contestó: "Usted me pide moderación y yo le pido decencia y ejemplaridad". E Insiste que su prioridad al mando del PSOE "es cambiar a un Gobierno que ampara, permite y facilita la corrupción y la impunidad". Aunque Pedro Sánchez da una de cal y otra de arena, con volantazos al centro y a la izquierda, y no acaba de definirse. Y es que el populismo radical del PP sigue en auge y tiende al extremismo demagógico del neoliberalismo, pero no a la moderación.

  Ángel Lozano es socio de infoLibre

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