LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Especulación en el infierno: los intermediarios inflan los precios en medio del caos y la muerte de Gaza

LIBREPENSADORES

Por qué no soy nacionalista

Jesús Pichel Martín

Hijo y nieto de republicanos encarcelados sin juicio y castigados por los nacionales al terminar la guerra civil, pasé mi infancia y parte de mi juventud viendo cómo en mi casa se hablaba de política en voz baja.

Desde chaval entendí que la exaltación de la patria, la bandera, el himno y toda esa parafernalia grandilocuente con la que se envolvía la dictadura de Franco –el Régimen llamaban a su dictadura filofascista– eran cosas de ellos, no mías; que la historia que nos contaban, la moral que nos imponían, las propagandas del NO-DO y de los telediarios en blanco y negro y los policías que nos aporreaban la espalda eran de ellos, no míos. Para mí era evidente que España era cosa de ellos, mientras los demás estábamos en permanente libertad vigilada –y otros encarcelados o enterrados en las cunetas–.

Seguramente por eso ni soy nacionalista ni entiendo los nacionalismos, siempre patrióticos y excluyentes lo quieran o no –lo admitan o no–. Por eso y porque creo que nacionalismo e izquierda son ideológicamente incompatibles y porque nunca he sentido que lo de mi pueblo –las comidas, las fiestas, los paisajes o lo que fuere– sea lo mejor del mundo. Desapasionadamente mi DNI me acredita como ciudadano de España y mi pasaporte como ciudadano de la Unión Europea.

Sé que hay personas que se sienten orgullosas de ser españolas, pero no sé realmente de qué se enorgullecen. Encuentro en la historia españoles admirables, pero no encuentro ni una sociedad ni unos hechos tan admirables como para enorgullecerme. Aunque quizá pensaría lo mismo si fuera vasco, catalán, británico o francés. Y si me pongo a comparar, me siento igual de cerca de Velázquez, Goya o Rusiñol que de Jaques-Louis David, Van Gogh o Bacon; de Cervantes y de Neruda que de Shakespeare o de Baudelaire; de Marx, que del tipógrafo Pablo Iglesias; de Aristóteles, de Hume o de Nietzsche, que de Séneca y de Ortega. De todos estos –y de muchos más, claro está– me siento compatriota sin necesidad de compartir patria alguna. _______________

Jesús Pichel Martín es socio de infoLibre

 

Más sobre este tema
stats