Librepensadores

Si yo fuera pensionista

Félix Serrano Alda

Y como lo soy, soy consciente de la fuerza de nuestro voto y exigimos a los políticos que nos traten como merecemos. La población de pensionistas y los que se van a jubilar en los próximos cinco años y ya sueñan con su jubilación, somos entre 11 y 12 millones de personas, el 25% de la población, el 30% de los votantes. El mayor colectivo con derecho a voto y sentido de pertenencia en que muchos, con su bien ganada paga, han sido el soporte económico de su familia en este decenio de crisis que los datos macroeconómicos dicen que estamos en vías de superar.

Señores políticos, trátennos bien y téngannos en cuenta, podemos decidir muchas elecciones. En sus estudios del CIS, nos clasificamos como conservadores y más bien de centro o de derechas. Por eso votamos preferentemente – más del 65% -, a los dos grandes partidos nacionales que se desviven por decir que nos cuidan, aunque son incapaces de ponerse de acuerdo, ni siquiera avanzar un poco, en el Pacto de Toledo.

Allí es donde ellos, y los partidos emergentes deberían establecer los parámetros para que este sistema de pensiones que nos mantiene, sea sostenible por lo menos en los próximos veinte años que las estadísticas de esperanza de vida nos prometen. O sea, hasta el 2040.

De los siguientes años, ya se encargarán de velar por ellos, la generación que tiene ahora entre 40-60 años que de momento han de ser los cotizantes que mantengan nuestro estado de bienestar, básicamente pensiones y sanidad. Como nosotros sufrimos y estamos dispuestos a ayudar para que la educación y universidades sean, cada día, mejores y el mercado laboral sea suficiente, saludable y equitativamente recompensado para ambos sexos con capacidad para conciliar.

Del resto, la vida saludable, la buena alimentación, el ejercicio, el cariño a los nietos, la biodiversidad y hacer que las cosas fluyan en armonía con el universo ya nos encargamos nosotros. Junto a nuestra santa por la que, como hemos hecho siempre, pedimos cada mañana nada más despertar “porque no se queden viudas”.

Los pensionistas no somos un colectivo homogéneo en nuestras posibilidades económicas. Y de la misma forma que admiramos a los “más pudientes” desde la confortabilidad que disfrutamos los del medio, satisfechos con nuestra” independencia financiera”, somos solidarios con los menos favorecidos y creemos que se deberían establecer las medidas necesarias para que su existencia sea digna, saludable y con medios suficientes para vivir decentemente.

Por eso reclamamos para ellos (parece que me ha hecho la boca un fraile): 1) Igualar la pensión mínima con el Salario Mínimo Interprofesional. 2) Cálculo de la pensión en función de los mejores años de la vida laboral, retroactivo también para los jubilados los últimos cinco años. y 3) Aplicación efectiva de la Ley de pobreza energética.

Y para todos los pensionistas: 1) Revalorización en función del IPC sin carburantes y 2) Atención médica y recetas en todas las comunidades autónomas.

El Gobierno nos amenaza permanentemente y trata de amedrentarnos con que el sistema de pensiones no es sostenible y cada seis meses nos hacen sufrir por nuestra paga extra para que recemos por ellas y las nuevas generaciones corran a hacerse un plan de pensiones privado. De hecho, las pensiones públicas resultan suficientes para muchos porque ya disponemos de un complemento de pensiones a través de nuestra vivienda en propiedad. Si tuviésemos que costear con la pensión, un alquiler con su actual carestía –como les pasa a algunos-, a muchos más les resultarían insuficientes.

La vivienda en propiedad que nuestros desvelos hipotecarios nos costó, hace que de la misma manera que los españoles percibimos rentas inferiores a las de los países de nuestro entorno europeo, tenemos vivienda en propiedad más de 75%, mientras que en estos países no llega al 65%.

Aunque es claro y, todos somos conscientes de que el sistema de pensiones es insuficiente -pues las cotizaciones no llegan para pagar las pensiones-, no podemos aceptar esta continua amenaza de que “peligre”.

El sistema de pensiones perdurará muchos decenios, con el mantenimiento o mejora de la percepciones actuales (pagos), si bien, se deberán habilitar mecanismos que hagan posible que los Ingresos sean suficientes o algunos regímenes como Viudedad o Orfandad sean atendidos por los PGE de la misma forma que para este años 2018 se ha echado mano de 15.000 millones de euros que se necesitarán.

Y las vías para mejorar los ingresos pasan por medidas como aumentar la base de cotizantes y la masa salarial (evolución del mercado laboral), incrementar las base de cotización (ojo, que incrementa las pensiones futuras) y aumentar los tipos de cotización (perjudica a las empresas, mayormente a las pymes), o, por lo menos, a las rentas más altas. Medidas quizás todas necesarias, y un mix de todas ellas junto a otras que deben consensuar en el pacto de Toledo, deberán aplicarse en los próximos años.

Señores políticos de partidos mayoritarios, autonómicos y nuevos emergentes, aplíquense a ello. Nuestro voto es importante y nuestra contribución a este país, lo merece.

“No soy un fulano de lágrima fácil de esos que se quejan solo por vicio. Y como además sale gratis soñar, con un poco de imaginación: partiré de viaje enseguida, a vivir otras vidas, a probarme otros nombres, a colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca fui ni seré”. _____________

Félix Serrano Alda es socio de infoLibre

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