Librepensadores

El poder de la imagen y el valor de la palabra

M Teresa Sánchez Morán

In memoriam. Sencillo homenaje a José María Íñigo

No conocí personalmente a este comunicador. Tan solo desde que apareció la televisión en nuestras vidas, o en la mía, en blanco y negro y en familia, años de adolescencia y juventud, cada vez que aparecía el nombre de este presentador-comunicador en pantalla, José María Íñigo, en cualesquiera de sus programas de música y entrevistas, allí estaba yo como fan, admiradora, atrapada en su imagen y palabra.

Siempre admiré su imagen impecable: me transmitía seriedad, credibilidad, respeto y educación, soltura y dominio, facetas que ahora valoro dentro de profesionalidad de un comunicador y me gustaba su modo de hacer y dirigir un programa, en esa faceta de presentador-comunicador.

Más tarde, desde hace años, lo he seguido en la radio, en Radio Nacional, en el programa No es un día cualquiera de Pepa Fernández, junto a Andrés Aberasturi y otros contertulios.

Ha hecho y dicho mucho en el cuidado del idioma, que me preocupa, tratando de desterrar sobre todo anglicismos innecesarios cuando en nuestra lengua contamos con la palabra o expresión justa y precisa para la idea o concepto que se pretenda manifestar. No siempre pueden evitarse extranjerismos en la vida de las lenguas, dada la interrelación entre ellas y los hablantes.

José María, siempre ameno, culto, desde una espontaneidad e improvisación adecuadas, bien medidas, tal vez preparadas o estudiadas con un trasfondo de pensamiento y profunda reflexión.

Encontré en él el dominio del lenguaje, en comunicación verbal y no verbal: su voz, su timbre, entonación y dicción, el gesto, la distancia, el atuendo, actitudes y demás cualidades, que tanto contribuyen, en mi opinión, a ese dominio de la comunicación y lenguaje, tal como los entiendo.

Siento su pérdida. Se ha ido con la discreción propia de él. _______________

  Mª Teresa Sánchez Morán es socia de infoLibre

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